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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

jueves, 19 de agosto de 2010

Diario Político 19-agosto-2010, Jueves.

CONSPIRACY THEORY

FAMOSAS ÚLTIMAS PALABRAS. “El fallecido alcalde de Santiago, Edelmiro Cavazos, fue “visitado” por narcos, “como diciendo o te alineas o te fumigamos”: Mauricio Fernández, alcalde de San Pedro Garza García.

ENIGMAS. Como siempre, el alcalde Mauricio Fernández sabe más de lo que dice. Y eso que siempre dice mucho. Afirmó que el alcalde de Santiago, asesinado por narcos, había sido visitado por capos para alinearse. Al no aceptar, lo mataron. Por tanto, la afirmación imprudente de Fernández lleva a la conclusión de que los alcaldes vivos ya pactaron con el narco si no ya los hubieran fumigado. De ahí que la crisis de seguridad en Nuevo León vaya mucho más allá de los enfrentamientos callejeros. Bien tarde el gobernador Rodrigo Medina se ha percatado que el crimen organizado penetró hasta la medula de la sociedad política. Y que, por tanto, la corrección de esas irregularidades va a costar tiempo, vidas, capital político, decisión y sobre todo una mayor presencia militar. De todos modos, queda la pista de Fernández: su afirmación indica que sabe quiénes intimidad a alcaldes y a quiénes.

JARRITO. Marcelo Ebrard apareció como jarrito de Tlaquepaque: tan delicado que quiere que lo traten como cristal cortado. Por lo pronto, en los corredores del gobierno capitalino hay optimismo por el grado de subordinación del tribunal de justicia del DF a la mano dura de control político de Ebrard. Sin embargo, hay abogados que ya revisaron el código civil y Ebrard tiene que probar que sufrió daño moral, estrés o algo por el estilo. Y además, otros han recordado que el delito de daño moral fue inventado por el gobierno de Miguel de la Madrid en diciembre de 1983, cuando Ebrard ya trabajaba como operador político de Manuel Camacho, Carlos Salinas y el propio De la Madrid. Así que la batalla apenas empieza. Y falta por saber el efecto político de ver a un funcionario que quiere ser presidente de la república que demanda a un cardenal por una opinión política. Por eso es que a Ebrard ya le dicen “el Jarrito de Tlaquepaque”.

AJEDREZ POLÍTICO. Los diálogos sobre seguridad del presidente Calderón fueron diseñados para salir airoso ante cualquier eventualidad. Los senadores que se negaron a asistir no han hecho más que reforzar y legitimar la estrategia gubernamental. Ahora Calderón podrá decir que los que han pedido un cambio de estrategia no participaron en los diálogos. Por tanto, las críticas posteriores saldrán sobrando. Los senadores y partidos ausentes, por cierto, han sido los más agresivos en las críticas a la estrategia gubernamental. Por eso es que en el círculo presidencial hay ya tranquilidad porque al final de cuentas se vio con claridad que no existen estrategias alternativas y que el objetivo central debe ser acabar con el crimen organizado…, antes que éste acabe con la sociedad mexicana.

INTOLERANCIA. Los críticos contra la iglesia por sus opiniones críticas contra las reformas gay han demostrado la intolerancia de las minorías. ¿Es delito oponerse a una decisión tomada? ¿A fuerza se es de derecha porque no se aprueban las reformas gay? El asunto es más complejo, pero, paradójicamente, más sencillo: la oposición a decisiones es un ejemplo clásico de democracia. A menos que los tolerantes con las minorías se vuelvan intolerantes con las mayorías. La cargada contra el cardenal Juan Sandoval no tiene el tinte de una respuesta sino un acoso para acallar sus críticas a las decisiones de la Corte Suprema, impulsadas por el PRD con el aval --¡sorpresa!-- del PAN antes aliado a la iglesia y a sus normas. Por eso es que dicen en corrillos eclesiásticos que el PAN ha ido perdiendo el voto del centro-derecha y que se quedará apenas con los de centro-izquierda que de suyo ya eran del PRD y del PRI.

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