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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

miércoles, 30 de noviembre de 2011

30-Noviembre-2011, Miércoles

INDICADOR POLITICO




+ Europa: castigo sin objetivos

+ Cambios para seguir iguales



Carlos Ramírez



A Pancho Garfias



PARIS, Francia.- Las sociedades europeas se han quedado pasmadas: los cambios de gobiernos empujados por la crisis económica y las protestas sociales en las calles han conducido a más de lo mismo, cumpliendo la maldición del príncipe de Lampedusa de que todo cambie para que las cosas siga igual.

Inglaterra, Portugal, Grecia, Italia y España echaron del poder a los gobiernos en turno --algunos de izquierda y otros de derecha-- por la aplicación de severos programas de ajuste macroeconómica que provocaron recesión, desempleo y pérdida de bienestar pero sus relevos llegaron para gestionar el mismo programa de ajuste de sus antecesores.

Así, los relevos políticos empujados por la irritación o indignación social no significaron enfoques sociales en las políticas económicas. En España, por ejemplo, el opositor Mariano Rajoy del centro-derecha partido popular se cuidó de no ofrecer una propuesta económica porque habría de ser igual a la de José Luis Rodríguez Zapatero y su centro-izquierda Partido Socialista Obrero Español; ahora mismo, en la preparación de su programa de gobierno, Rajoy ya ratificó las medidas de ajuste antisocial de Zapatero y mantendrá la meta de bajar el déficit presupuestal.

En Italia, la euforia por echar finalmente del poder al Cavaliere Silvio Berlusconi dejó la impresión de que iba a modificarse el enfoque de la política económica de ajuste, pero arribó en su lugar el tecnócrata Mario Monti, quien no sólo es empresario y forma parte de la Comisión Trilateral que conforma una de las élites del poder financiero más importantes del mundo sino que también trabajó nada menos para Goldman Sachs, una de las compañías responsables de la crisis financiera de 2008 pero que se salvó porque muchos de sus funcionarios formaron parte del gobierno de George W. Bush; como dato adicional, Goldman Sachs fue acusada de ser la responsable de ayudar al gobierno griego del conservador Karamanlis de ocultar las cifras reales para ingresar a la Unión europea con cifras falsificadas de las finanzas públicas, lo que provocó la quiebra técnica de Atenas y el colapso reciente de la Unión Europea. Goldman fue salvado de la bancarrota por decisión de Bush.

La crisis económica que está tambaleando a la UE y sobre todo a la eurozona o países donde el euro es la moneda corriente está ocultando la verdadera dimensión del conflicto: la hegemonía de una élite financiera controlada por la Francia de Sarkozy, la Alemania de Angela Merkel, el todopoderoso Banco Central Europeo como sede de la ortodoxia del pensamiento económico regional, el Fondo Monetario Internacional y los bancos privados europeos dominados por Francia y Alemania. Por tanto, la intervención de Sarkozy y Merkel tiene que ver con la protección a sus grandes bancos privados y desde luego la ortodoxia neoliberal en materia de pensamiento económico.

El caso del FMI es especial. Un incidente provocó la caída de su director gerente Dominique Strauss-Kahn, hasta mayo pasado el principal precandidato del Partido Socialista Francés; esta semana un analista de The New York Review of Books de Nueva York hizo una indagación de las horas candentes de su conflicto con una mucama del hotel Sofitel de Nueva York y dejó entrever un posible complot armado en su contra. SK, como se conoce a hoy ex director del FMI, sew perfilaba como el principal rival de Sarkozy para las elecciones presidenciales de mediados del próximo año.

El conflicto sexual de SK permitió una jugara de tres bandas: debilitar el papel del Partido Socialista en la crisis financiera de Europa, frenar a un contrincante de Sarkozy y permitir el arribo de la ministra de Finanzas de Sarkozy, la abogada Christine Lagarde, al control del FMI justo en el momento de la severa crisis económica europea. KS había sido un liberal en la dirección del FMI y había logrado la aprobación de una política fiscal más laxa en momentos de la crisis de 2008, avalando inclusive una tasa de déficit presupuestal de los gobiernos más arriba del máximo tolerable de 2%, como una forma de reactivar la economía, aunque muchos gobiernos europeos fueron mucho más allá y llegaron a cifras de déficit de dos dígitos y el de Francia llegó a 8%.

Por tanto, el la Unión Europeas se está dando una guerra de posiciones de poder en dos escenarios: el del relevo de gobiernos ineficaces en la aplicación de políticas de ajuste para bajar déficit y pagar la deuda aún a costa de desempleo, baja salarial, recesión y alza de impuestos y el del control de los espacios de poder en los gobiernos, en las alianzas financieras tipo Francia-Alemania, y en la imposición de gobiernos tecnocráticos más eficaces en la implementación de los programas de ajuste neoliberal.

En este contexto, los relevos de gobiernos sólo legitiman las redes de intereses del poder financiero europeo. En Italia Monti hará un gobierno neoliberal como el del grupo Miguel de la Madrid-Carlos Salinas en 1982: una tecnocracia al servicio de las doctrinas del FMI. Y en España, el margen de maniobra de Rajoy es muy poco porque en las primeras horas posteriores a su contundente victoria en las urnas --44% contra apenas el 28 del PSOE-- fue presionado por Alemania para comprometerse a mantener y aún a profundizar el programa de ajuste de Zapatero que no tiene el objetivo de subir el empleo, recuperar el salario y reactivar el crecimiento, sino profundizar el ajuste para garantizar el pago del servicio de la deuda. El ministro de Finanzas de Rajoy estará controlado por el Banco Central Europeo.

Así, los procesos electorales sirven a los electores sólo para castigar al partido en el poder pero no para cambiar el rumbo económico neoliberal. En esta fase, el eje París-Berlín ha tomado el control del rumbo financiero de la UE y tiene sólo el objetivo de salvar a los bancos y no proteger el bienestar de los ciudadanos.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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lunes, 28 de noviembre de 2011

28-Noviembre-2011.

INDICADOR POLITICO




+ Democracia, celestina del dinero

+ El lado oscuro de la legitimidad



Carlos Ramírez



PARIS, Francia.- Las recientes elecciones en España y los procesos institucionales para deponer a jefes de gobierno en medio de la crisis económica no tienen el propósito de consolidar a la democracia sino de usar este método político para legitimar social y legalmente los programas antisociales para salvar al capitalismo de otro de sus grandes colapsos.

Así, el mapa ideológico, político e institucional ha cambiado en los países ricos. Pero no para bien; el saldo tiene una explicación más compleja que la que quiere señalar que la democracia ha evitado el caos social y político en sistemas de gobierno sólidos: la democracia ha actuado como la alcahueta electoral del capitalismo.

En España, la democracia permitió una nueva alternancia --ahora de centro-izquierda a centro-derecha, aunque las dos grandes formaciones estacionadas en el conservadurismo del centro-- y con ello facilitó la toma de decisiones en el contexto de una severa crisis económica: el PSOE estaba prácticamente paralizado para la toma de decisiones, en tanto que la sociedad ya había comenzado a salir a las calles para protestar contra el modelo capitalista, no contra el desempleo. Ahora el Partido Popular, con una legitimidad política sin precedente, tendrá que adoptar las medidas de ajuste para estabilizar el capitalismo.

En este contexto, la política en su fase electoral ha quedado como un mecanismo al servicio del capitalismo. Por el bono electoral, el PP debiera declarar la moratoria de la deuda y renegociar con los bancos; pero no, Mariano Rajoy no fue electo para ello sino para garantizar, con el apoyo electoral de las mayorías, el pago del servicio de la deuda. Las decisiones de ajuste económico para recuperar el ahorro necesario destinado al pago de los intereses de la deuda que se le debe a los bancos internacionales --sobre todo franceses y alemanes-- ya no funcionaban con el PSOE; ahora el centro-derecha cargará con los costos de la estabilización macroeconómica con el aval electoral de las mayorías.

El sistema democrático electoral, por tanto, se ha convertido en una necesidad legitimadora para la salvación del capitalismo: Silvio Berlusconi no fue depuesto por sus escándalos sexuales sino porque las protestas comenzaban ya a enfocar al capitalismo como el centro de todos los males; en Grecia, el gobierno socialista fue echado del poder por la vía de acuerdos democráticos para instalar en el ejecutivo a un grupo de tecnócratas cuyas funciones sólo tienen que ver con programas de ajuste económico con altos costos sociales adicionales.

El relevo de gobiernos incompetentes ante la crisis se ha dado no para atender las demandas sociales sino para llevar a las decisiones a equipos de trabajo con mayor legitimidad política. Así, los procesos democráticos-electorales son entonces una parte de la maquinaria de dominación política por parte de los intereses dominantes en las redes financieras que mueven al mundo.

Ahí es donde la política y las elecciones democráticas operan como la alcahueta del capitalismo; el nuevo gobierno de España, por ejemplo, tendrá que profundizar el ajuste realizado ya por los socialistas --y darle eficacia-- para restaurar el flujo de ahorro que permita cumplir con los compromisos de la deuda. Así, la verdadera crisis económica de Europa no es de modelo productivo o de excedentes de producción, sino de la opción perversa entre atender las demandas de empleo de la sociedad o cumplir con el pago de la deuda.

Los gobiernos cometieron el error de romper con el equilibrio macroeconómico. La estabilidad se logra por dos caminos: presupuesto manejable con déficit no mayor a 2% o aumento del gasto sin preocuparse por el ingreso. Lo paradójico de los gobiernos neopopulistas --tanto de izquierda como de derecha-- fue la atención a las demandas sociales con gasto pero sin atender el ingreso fiscal; pero el déficit presupuestal --entre 8% y 14%-- en los países de Europa ahora tendrá que cubrirse con nuevos o mayores impuestos, sólo que ahora no para programas sociales sino para evitar la emisión de circulante y con ello impedir la inflación; y como el dinero del gasto vino de préstamos bancarios, los gobiernos con déficit carecen de fondos para pagar el servicio de su deuda externa.

De ahí que la crisis económica de Europa no sea de modelo económico o social, sino de un esquema financiero basado en la deuda y en el criterio de Keynes de que una nación no puede quebrar financieramente. Pero como los programas de ajuste tipo FMI necesitan de durísimos recortes de gasto y de disminución de actividad económica que siempre produce desempleo, entonces el sistema capitalista encontró en la democracia electoral a la alcahueta que le resuelva el problema de la legitimidad política para las grandes decisiones.

Papandreu, Berlusconi, Zapatero y Sócrates cayeron del poder por no haber resuelto el problema del ajuste con costos sociales y prefirieron la alternancia. No por menos, por ejemplo, miembros de la empresa Goldman and Sachs y del Banco Central Europeo ahora toman las riendas de las decisiones políticas en  Grecia, Italia, España y Portugal para aplicar el ajuste ya sin intermediarios políticos incómodos, pero previo paso de legitimación electoral, aunque no deja de ser paradójico que los dos organismos responsables de la entrega irresponsable de créditos y de auto engaños en las cifras oficiales ahora estén en las áreas de decisión ejecutiva de gobiernos.

Al final, el FMI, el Banco Central Europeo, la señora Merkel por Alemania y Sarkozy por Francia no están preocupados por el deterioro social sino por los grandes bancos internacionales en cuyos programas de deuda hubo, por cierto, corrupción, y por la viabilidad del capitalismo. Por eso se apoyan en la alcahueta de la democracia electoral para legitimar nuevos gobiernos que van a responder al sistema financiero internacional y no a los pueblos que los eligieron en las urnas.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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jueves, 17 de noviembre de 2011

17-Noviembre-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO




+ Encuesta PRD: el más rechazado

+ Pero Ebrard muy abajo para 2012



Carlos Ramírez



Atrapado en sus propias contradicciones, las encuestas para designar al candidato perredista a la presidencia 2012 escogieron al aspirante más popular pero el más rechazado, en tanto que el perdedor era el mejor posicionado en simpatías pero con menos posibilidades de ganar las elecciones.

En todo caso, las encuestas para las presidenciales fueron más bien un corte de caja para saber si Marcelo Ebrard se podría perfilar como el próximo caudillo perredista y para repartirse el pastel del poder entre el tabasqueño y el ex salinista; así, López Obrador se quedó con la candidatura presidencial y Ebrard se conformó con la posibilidad de imponer sucesor en el DF por la vía del dedazo.

Las preguntas de la encuesta fueron planteadas para saber el rechazo a los precandidatos y las posibilidades de los dos para ganar las elecciones. Los resultados de los sondeos --que carecen de rigor científico porque sólo captan sensaciones y se fijan en el instante de las preguntas-- dieron como resultado una contradicción: el precandidato que tendría más posibilidades de ganar es al mismo tiempo el político más rechazado.

Por tanto, el PRD tiene que explicar cómo es que podría ganar la elección presidencial de julio del 2013 el personaje más repudiado y --pregunta 2-- por quien la gente no votaría. Al final de cuentas, el PRD le estaría apostando al hecho de la real politik mexicana que convoca al elector no a votar por el mejor candidato sino al que tiene mejores formas de jalar votos, aunque sea el más rechazado.

Por si fuera poco, la realización de las encuestas tampoco resolvió el problema de la cohesión interna. La tribu dominante de Los Chuchos aceptó el modelo de las encuestas por la seguridad que le ofreció Marcelo Ebrard de que López Obrador no pasaría por la prueba de la consulta ciudadana debido a sus pasivos con la sociedad; sin embargo, el resultado fue el contrario ahora Los Chuchos tendrán que callar sus tambores de guerra contra el lopezobradorismo.

Así, Ebrard pudo haber dañado la estrategia del PRD de Los Chuchos para borrar dentro del PRD todo vestigio de López Obrador; la apuesta fue alta y a ella contribuyó Ebrard con sus cálculos --por encuestas previas no difundidas-- a su favor que registraban ya la declinación del tabasqueño por los pasivos del 2006. Sin embargo, el ánimo en torno a las encuestas llevó a los encuestados a decidir ya no en función de escenarios hipotéticos sino ya en función de la posibilidad de designar al candidato del PRD.

Ahora el PRD de Los Chuchos tendrá que someterse de nueva cuenta a López Obrador, quien ya había decidido no contar por el PRD y asumir su candidatura con el control total sobre el PT, la conversión de Convergencia en Movimiento Ciudadano lopezobradorizado y su propio grupo Morena. Así, el PRD será sumado en el furgón de cola de una alianza neopopulista; la reacción agresiva de Jesús Ortega contra la victoria de López Obrador en las encuestas dejó ver la decepción del PRD por la derrota a la que los condujo Marcelo Ebrard.

La expectativa del PRD de Los Chuchos era encumbrar a Ebrard como ganador en las encuestas, someter a López Obrador a los compromisos de reconocer al ganador y tomar el control total del PRD en el DF para definir candidato a la jefatura de gobierno del DF; el paso estratégico del PRD con Ebrard de candidato era un gobierno de coalición con el PAN --no una alianza PAN-PRD-- para detener el camino de regreso del PRI a la presidencia de la república y marginar más a López Obrador como candidato previsible --entonces-- de su propia coalición PT-MC-Morena.

Las encuestas iban a ser la puntilla del PRD de Los Chuchos contra López Obrador. Los sondeos previos realizadas por Ebrard habían registrado una declinación de la popularidad de López Obrador, pero de ahí a la encuesta oficial para definir al candidato se conoció lo veleidoso de las encuestas y la forma en que electorado puede cambiar de posición frente a escenarios diferentes. Ebrard y Los Chuchos presionaron a López Obrador para someterse al modelo de las encuestas, cuando el mejor camino hubiera sido el de una elección primaria con urnas y vigilancia de casillas. De ahí que el esquema de las encuestas haya sido un volado que perdió el PRD de Los Chuchos, aunque Ebrard ganó la posibilidad de poner a su candidato a la jefatura de gobierno del DF.

Al final, López Obrador y Ebrard ganaron con las encuestas y Los Chuchos fueron los derrotados. Ebrard, por lo demás, se hizo del control del PRD por ser la figura política dominante del grupo de Los Chuchos y demás obtuvo el reconocimiento de López Obrador por someterse al resultado de las encuestas. En este juego de poder, Los Chuchos salieron perdiendo todas las jugadas: el candidato del PRD será López Obrador, el perredismo de Los Chuchos será desplazado por los grupos de la coalición neopopulista de López Obrador y Ebrard se quedó con el DF y como el único interlocutor del PRD de Los Chuchos con el tabasqueño.

Con todo, el escenario del 2012 seguirá siendo el mismo: un López Obrador con base social acotada por su radicalismo, con la desconfianza de los sectores medios y altos por el plantón del 2006, la payasada de la presidencia legítima y los datos de las dos encuestas de que es el candidato con más mala opinión y por el que no votaría un vasto número de electores.

La jugada política de Ebrard no es muy difícil de prever: apropiarse del manejo político del DF con un sucesor impuesto por dedazo, controlar el PRD de Los Chuchos y esperar que el resultado del 2012 dé cuenta --ahora sí de manera definitiva-- con López Obrador por su posicionamiento en tercer lugar en las expectativas. Y así surgiría Ebrard como el próximo  caudillo del PRD.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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miércoles, 16 de noviembre de 2011

16-Noviembre-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO


+ AMLO: ¿ahora sí la legalidad?
+ Algunos recuerdos del 2006

Carlos Ramírez

Ahora que ganó las encuestas cuchareadas del PRD para el 2006, López Obrador tiene que aclarar el desorden que realizó en el 2006: prometió respetar resultados y luego se rebeló ante las cifras oficiales. Y en protesta, instaló un mega plantón de tiendas de campaña en el circuito Zócalo-Periférico.
El problema de López Obrador es que quiere imponer su realidad. Por lo pronto, valga este recordatorio de fotos de aquel 2006 en el que López Obrador se convirtió en un renegado de la democracia:
El plantón fue una agresión a los ciudadanos, pero la orden fue interminable. Inclusive, aquéllos que se opusieron sólo recibieron la agresión de seguidores, como Carlos Monsiváis. Lo peor de todo fue que no hubo suficiente gente y el campamento lució semivacío.










Aunque quiso eludir alguna responsabilidad, públicamente López Obrador instruyó al entonces jefe electo de gobierno del DF de secundar la maniobra y le encargó la supervisión de una parte del plantón en Reforma; Marcelo Ebrard cumplió la orden con eficiencia, aunque no dormía en las tiendas de campaña sino en un lujoso hotel. Por eso los plantonistas lo reconocieron con pancartas:

Una vez que las instituciones electorales reconocidas constitucionalmente y por la abrumadora mayoría de fuerzas sociales y políticas dieron la victoria al candidato panista Felipe Calderón, López Obrador decidió auto denominarse presidente legítimo de la república. El 20 de noviembre de 2006 realizó una ceremonia en el zócalo para asumir el cargo. Grupos afines instalaron a López Obrador en los tres símbolos del viejo sistema político priísta en toda toma de posesión que se respete: la banda presidencial, la silla del águila y el gabinete presidencial.











El “gabinete” del presidente legítimo y el despacho presidencial legítimo.







Y, en la lógica del poder al estilo priísta, un presidente --legítimo o no-- debe de tener su gabinete. En la página internet oficial del tabasqueño se encuentra su “gabinete presidencial legítimo”:




Dicen que quienes se niegan a reconocer el pasado suelen ser proclives a repetir los errores. El López Obrador del 2006, el que les dijo a los políticos que se fueran al diablo con “sus” instituciones que eran “las” instituciones constitucionales, se prepara para buscar otra vez la presidencia de la república en el mismo sistema político priísta y con las mismas instituciones que ya mandó al diablo. Así que los capitalinos se deben preparar para otro mega plantón.

 (Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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martes, 15 de noviembre de 2011

15-Noviembre-2011, Martes.

INDICADOR POLITICO




+ HRW: errores metodológicos

+ Y conclusiones muy infladas



Carlos Ramírez



Como siempre, organismos como Human Rights Watch (HRW) apelan a la filtración de conclusiones para fundamentar reacciones sociales apasionadas. Esta vez no fue la excepción: el reporte de 2011 encontró un espacio no sólo en medios sino en personalidades intelectuales pero sin haber leído y menos razonado el documento en su conjunto.

El informe de HRW es demasiado simplista como para tomarlo en cuenta con seriedad. Por lo menos, contiene tres errores de enfoque, de rigor metodológico y de análisis estricto:

1.- Caracteriza de “ejecuciones extrajudiciales” algunas muertes de civiles ocurridas no por el cumplimiento de alguna inexistente orden de matar a personas, cuando se trataron de muertes en operaciones en proceso, algunas porque no se detuvieron a una orden militar o policial o porque quedaron bajo fuego cruzado.

Las “ejecuciones extrajudiciales” son otra cosa; se trata de instrucciones superiores para asesinar usualmente a dirigentes políticos sin juicios legales; y hasta donde se tienen datos, los muertos acreditados a “ejecuciones extrajudiciales” ocurrieron sin alguna orden. El problema es que HRW le da a México el rango fascista que tuvo en los setenta la dictadura militar argentina donde las “ejecuciones extrajudiciales” se hicieron con lista de acusados, siempre dirigentes políticos y sociales y por grupos controlados por el Estado como fue, por ejemplo, la Triple A. El informe de HRW no ofrece ninguna prueba metodológica de los 24 casos señalados hubieran sido con las características argentinas.

2.- El reporte de HRW salió con conclusiones contra las fuerzas de seguridad mexicanas, pero especialmente críticas contra las fuerzas armadas. Sin embargo, el reporte circuló cuando también se conocían los datos más importantes de una encuesta de confiabilidad en instituciones de la empresa Beltrán y Asociados, cuyas conclusiones deben contrastarse con los datos de HRW: 91% de los encuestados señalaron que el ejército debe permanecer en la lucha contra el crimen organizado y el 78% asumió que el ejército seguir siendo la institución más confiable.

Más aún, el ejército y la fuerza aérea tienen el 31% de la confianza de los ciudadanos, contra el 13% que le amerita la Comisión Nacional de los Derechos Humanos. Por tanto, las fuerzas armadas no son el monstruo que quiere hacer creer HRW.

3.- El reporte de HRW ignora las reformas legales que se han hecho en México --inclusive sin debate jurídico y sólo por mandato de organizaciones legales extranjeras-- para convertir la Constitución en una norma de derechos humanos, el cambio en el fuero militar y la decisión de la Corte Suprema de trasladar a tribunales civiles las violaciones de derechos humanos cometidos por militares. Peor aún, HRW esconde intencionadamente los pasos decisivos que han dado las fuerzas armada --Ejército, fuerza aérea y Marina-- para introducir el tema de los derechos humanos en sus protocolos de guerra, algo que pocos ejércitos del mundo han realizado.

Por lo demás, HRW acude a la estridencia: su reporte establece 170 casos de tortura, 39 desapariciones y 24 ejecuciones extrajudiciales, pero en medio del también estridente discurso de organizaciones como la de Javier Sicilia que dice que hay 10 mil desapariciones y miles de ejecuciones. Los datos de HRW pueden desagregarse:

--170 casos de tortura en cinco años de acciones contra el crimen organizado por parte de más de 250 mil efectivos de las fuerzas de seguridad. Es decir, 34 casos al año, 2.8 casos al mes, pero en el contexto de decenas de miles de operativos de seguridad en alrededor de doce estados de la república.

--39 desapariciones en cinco años, a razón de 7.8 al año, ni siquiera una al mes.

--24 ejecuciones extrajudiciales en cinco años, 4.8 al año, 2.5 cada cuatro meses.

 En cambio, de manera tramposa, HRW ignora los saldos oficiales de la lucha contra el crimen organizado; la Secretaría de la Defensa Nacional tiene en su página internet los datos consolidados de los decomisos realizados por el ejército en su participación en la lucha contra la delincuencia 2007-2011:

--50 mil delincuentes muertos y 40 mil detenidos; o sea, 90 mil pillos sacados de circulación en cinco años.

--100 mil armas decomisadas.

--Casi 40 mil vehículos decomisados a los delincuentes.

--600 mil toneladas de marihuana decomisadas.

--35 mil toneladas de cocaína decomisadas.

El cruce de los datos de HRW con los datos del ejército ofrece una conclusión: las violaciones de derechos humanos --que ciertamente no deberían existir ni siquiera en un caso-- han sido menores con respecto a los saldos de decomisos y exclusión de delincuentes de la vida cotidiana. Para evitar las violaciones de garantías, el Ejército, la policía federal y la Marina tienen ya protocolos de protección de derechos humanos en sus operaciones de campo.

Lo malo, sin embargo, es que ciertos analistas asumieron las conclusiones de HRW como propias. El escritor Héctor Aguilar Camín le otorga a HRW credibilidad a su denuncia sobre “ejecuciones extrajudiciales” y de que los pocos casos son “conducta sistemática, más que casual” de las fuerzas de seguridad, aunque sean menos de 5 al año y algunas de esas 24 muertes en cinco años se dieron en fuego cruzado o al no cumplir altos en retenes.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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lunes, 14 de noviembre de 2011

14-Noviembre-2011, Lunes.

INDICADOR POLITICO




+ Caso Blake: investigar a fondo

+ CNN, con la Conspiracy theory



Carlos Ramírez



A Estela Livera, con cariño y amistad a toda prueba

Todavía no se anunciaba oficialmente el fallecimiento del secretario de Gobernación y algunas versiones incluso hablaban de heridas graves y ya se había instalado en la dimensión simbólica de la sociedad la teoría de la conspiración.

El 20 de julio de 2008, recuerda el periodista e investigador Fred Alvarez en su blog http://fredalvarez.blogspot.com, un helicóptero Puma --como el que transportaba a los funcionarios de Gobernación-- se desplomó en Bolivia con varios militares a bordo; el presidente Evo Morales, que utilizaría esa nave que había sido “prestada” por el presidente Hugo Chávez, se exaltó y dijo que había sido un atentado y que el propio Morales era el blanco; sin embargo, una investigación oficial determinó que la caída había sido por “factores operacionales y de medio ambiente”.

En el caso del viernes pasado, cierto sector de la opinión pública mexicana se dedicó a trabajar la línea de información parcial; fue el caso de la CNN, hasta ahora bastante escrupulosa en la interpretación de sucesos sin fuentes sólidas de apuntalamiento; en los segmentos dirigidos por Carmen Aristegui la CNN aplicó una política informativa de insinuaciones y sin ofrecerle espacio a algunas otras hipótesis que no fueran las alusiones de un posible atentado del crimen organizado.

El problema de la política de comunicación social del gobierno radicó en el hecho de que existe un estricto protocolo de manejo informativo para la investigación “de accidentes o incidentes” de aviación; el Protocolo 13 --de una lista de 18-- del Convenio Sobre la Aviación Civil de la Organización de Aviación Civil Internacional prohíbe, por ejemplo, calificar los sucesos de accidentes o atentados hasta no terminar una indagatoria exhaustiva que involucra no sólo al país donde ocurrió sino a los Estados de producción y de supervisión de las naves. El problema radica en el hecho de que pueden existir demandas multimillonarias contra la empresa, el país y el responsable de las naves.

Por cierto, a raíz de la caída del avión Laser 45 que terminó con la vida del entonces secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, y del superpolicía investigador José Luis Santiago Vasconcelos, en noviembre de 2008, el asunto estuvo a punto de ir a tribunales por el uso de la palabra accidente y de la acreditación inicial de responsabilidad al piloto; más aún, familiares de las víctimas podrían demandar a la empresa productora del avión, al país donde ocurrió el accidente, a la organización operativa a las autoridades de aviación por la muerte en un incidente.

Las demandas civiles multimillonarias son a veces la base de acuerdos de limitación de información. Por ejemplo, hay una tesis en el caso del avión de Mouriño y Santiago Vasconcelos de que el efecto de la turbulencia del avión que iba adelante no pudo manejarse por un error de diseño de los flaps de frenado. De haberse seguido esa línea de investigación, la empresa constructora de esos aviones pudo haber sido demandada por decenas de miles de millones de dólares y podría haberse visto obligada a retirar todos los aviones de circulación para arreglar esa falla; estas decisiones acreditadas al diseño ocurren mucho en la industria automotriz.

El silencio obligatorio en los accidentes de aviación en el área del gobierno federal, para cumplir con el Protocolo 13, ha abierto los espacios para las diferentes teorías de la conspiración. Las posibilidades informativas del gobierno para enfrentar las versiones interpretativas son demasiado estrechas, porque para empezar el gobierno mexicano no puede usar siquiera la palabra “accidente” sino que debe de utilizar la palabra “incidente”; pero en un clima político nacional jaloneado por el cruce de bastantes coordenadas calientes, las restricciones oficiales y hasta legales de las autoridades se convierten en parte misma de las teorías de las conspiraciones.

Hasta donde se tienen indicios razonables, no existen indicios de que hubiera podido ser una acción del crimen organizado; de haber sido así, el Estado tendría los fundamentos necesarios para lanzar una ofensiva destructiva contra la organización sospechosa de la agresión. Por lo demás, no existían amenazas creíbles contra altos funcionarios del gobierno mexicano porque entonces desde cuándo se hubieran aumentado las medidas de seguridad visibles en torno a los funcionarios. Y de acuerdo con fuentes experimentadas, ninguna organización criminal cuenta con recursos para una acción de esta naturaleza.

Eso sí, hay evidencias de un clima de inestabilidad nacional y vinculada a los Estados Unidos por la lucha contra el narcotráfico; pero los climas no toman decisiones ni matan. Para un atentado se requiere de infraestructura que hasta ahora no se percibe en las organizaciones del crimen organizado. Quedaría, en todo caso, la tesis de un accidente provocado que no detectara responsabilidad directa, un atentado ciego, como una forma de introducir el debilitamiento interno en el gobierno y en el consenso social, aunque siempre el efecto es contrario: la cohesión y el apoyo.

Los efectos interpretativos de este tipo de incidentes se salen de los espacios analíticos y siempre se ahogan en el terreno de las pasiones. En todo caso, las reacciones del gobierno no han sido las adecuadas para frenar el pánico social o la desestabilización de las fogosidades sociales. Y en muchos casos, las conclusiones no conflictivas en el pasado han dejado insatisfecha a una sociedad sobrecalentada por las mismas fuerzas sociales que, paradójicamente, salen dañadas con estos incidentes y sus interpretaciones.

El escenario del caso Blake tiene tres aristas: atentado, inestabilidad política o incidente fortuito. Que cada quien haga sus apuestas.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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viernes, 11 de noviembre de 2011

11-Noviembre-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO




+ Moreira, como Oaxaca y Puebla

+ Desprestigio como factor de voto



Carlos Ramírez



Luego de haber aplicado con éxito la estrategia de llevar a la agenda electoral a los gobernadores anteriores de Oaxaca y Puebla con temas de intensidad social aunque no política, el PAN logró que el caso de Humberto Moreira fuera finalmente insertado en la agenda política del 2012.

En esta lógica, lo de menos es saber si el ex gobernador de Coahuila tiene o no alguna responsabilidad en el caso de la deuda contratada con documentos falsos. Lo importante en la estrategia de la polarización política radica en el hecho de fijar el tema en la agenda política social de las elecciones.

La estrategia de polarización no se basa en procedimientos legales sino en la fijación del criterio de desprestigio; en Oaxaca y Puebla se utilizaron problemas sin solidez legal para colocar a los gobernadores salientes como los perversos. Pero el punto central radicó en la forma en que medios y panistas pudieron establecer a los gobernadores como la agenda política negativa en la sociedad.

Además, la estrategia ha jugado a las pasiones de los políticos priístas. Los gobernadores de Oaxaca y Puebla, por ejemplo, pudieron haber solicitado licencia para salirse del conflicto, pero ello hubiera implicado la aceptación de cierta responsabilidad; al permanecer en sus puestos se quedaron en el centro del debate mediático que se fuera alimentando día a día, sobre todo porque perdieron la iniciativa y se dedicaron a administrar el conflicto social.

Moreira quedó atrapado en el conflicto de la deuda coahuilense. Conocedores de los resortes de funcionamiento de la sicología priísta del poder, los promotores de la estrategia de revelación de las irregularidades en la contratación de deuda en Coahuila han ido escalando fases. La reacción priísta debió de haber sido la marginación de Moreira de la dirigencia del PRI con un control inmediato de daños que hubiera minimizado el efecto de la denuncia a una zona delimitada de funcionarios. Al negarse a una explicación formal, directa y exhaustiva del problema, Moreira sólo dejó el espacio para el escalamiento de las denuncias.

En política a la mexicana los problemas se evalúan no en función de los hechos en sí, sino de los efectos políticos. En Oaxaca y Puebla se matizaron mal las consecuencias sociales del caso Cacho y del intento de desalojo policiaco de maestros del plantón en el centro Histórico; las oposiciones a esos hechos usaron la resistencia a ajustes de funcionarios en ambos gobiernos para convertir esos casos en identificaciones de saldos sexenales locales. La falta de reacción inmediata de ambos gobernadores alargó el efecto negativo hasta las elecciones del 2010, cuando los casos Cacho y APPO habían estallado en 2006.

La lucha política es de estrategias, no de retóricas, evasiones o certezas. El caso Moreira escaló ya al nivel de escándalo y se montó sobre el proceso electoral del 2012 por el hecho de que el gobernador coahuilense llegó a la dirección nacional del PRI por decisión directa del precandidato Enrique Peña Nieto; lo lógico, por tanto, es que las críticas hayan comenzado a contaminar al PRI y sus viejas formas de impunidad y a la tendencia electoral de Peña.

El PRI ha reaccionado a estos casos como si todavía tuviera todo el poder político, incluyendo la presidencia de la república. En el pasado priísta, el poder presidencial permitía el control o encapsulamiento de conflictos mediáticos; ahora, sin embargo, los medios responden a la lógica de la denuncia social, aun cuando en algunos casos pudiera haber cierta alimentación informativas procedente de estructuras del gobierno federal panista.

En el caso Moreira no se debate si el ex gobernador tuvo alguna responsabilidad en el asunto de la deuda, sino que parte de la sociedad ya dio por hecho que sí; y a ello ha contribuido la respuesta evasiva, desdeñosa y hasta desfachatada del acusado. En estrategias políticas y de poder, la respuesta debe de partir de la certeza social sobre una denuncia y no de la aportación de pruebas que debieran pasar exigencias judiciales: la sociedad se mueve por pasiones, no por requerimientos de juzgados.

Las estrategias de denuncias escandalosas exigen respuestas rápidas, para evitar que los teman se coloquen como parte de la agenda; y ahí el PRI equivocó el camino porque aplicó una reacción y no una respuesta. El tema saltó en un periódico pero en una semana se convirtió en agenda mediática general.

Los tiempos se le pasaron al PRI y a Moreira porque el daño político y mediático ya quedó hecho. Por la falta de una estrategia mediática de respuesta, ahora el PRI y Moreira no tienen más camino que la separación del cargo de Moreira o su afianzamiento; la decisión tendrá que ver más con control de daños tardío que con sensibilidad política. La estrategia fue muy bien diseñada: no afectar a Moreira en sí sino afectar al PRI como partido y a su principal precandidato presidencial. El PRI no supo encontrar el daño menor.

Los tiempos políticos hoy son diferentes a cuando el PRI controlaba las agendas de la oposición; los medios hoy tienen capacidad --aunque no siempre-- para establecer una agenda política. El PRI no racionalizó los casos de Oaxaca y Puebla: el dilema de mantener el poder o de responder a la agitación mediática de la sociedad se decidió por el primero y el efecto electoral a posteriori llegó cuatro años después. El caso Moreira requería de reacción inmediata porque no se trataba de una plaza estatal --el asunto no ha repercutido todavía a nivel de Coahuila-- sino del presidente nacional al del PRI que operaría la campaña electoral para la elección de posible recuperación de la presidencia de la república y que fue designado por decisión directa del precandidato Peña Nieto.

En los espacios de poder se tiene la certeza de que lo de menos es aclarar si Moreira estuvo o no involucrado en el asunto de la falsificación; lo decisivo es entender que el PAN también sabe manejar el aparato de poder para favorecer elecciones. Y ya ha vencido al PRI varias veces den ese terreno.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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jueves, 10 de noviembre de 2011

10-Noviembre-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO




+ AMLO: ¿antes pedirá disculpas?

+ Lo pasado: ¿pesadilla o broma?



Carlos Ramírez



Ahora que Andrés Manuel López Obrador anda estrenando nuevo look social y de imagen, el país tiene derecho a preguntar si ofrecerá disculpas a los mexicanos por cinco años de agitación e inestabilidad o si dirá que lo pasado fue una broma estudiantil para incautos.

Porque la fase de desestabilización política del tabasqueño desde que mandó al diablo las instituciones le ha costado al país un periodo de auto exclusión de un tercio de la república. Lo paradójico es que López Obrador desconoció la institucionalidad constitucional al obligar al PRD y luego a sus seguidores a no reconocer la legitimidad constitucional de la presidencia de Felipe Calderón pero ahora se apunta para competir en el mismo sistema electoral institucional que en el 2006 reconoció la victoria del candidato panista.

El acto de contrición se le exige a López Obrador para saber si va a jugar con las reglas institucionales, si estará en su agenda la aceptación de su derrota en el 2006 y si su presidencia legítima --con toma de posesión, banda presidencial y silla gestatoria con águila real-- fue una pesadilla, una broma de  mal gusto o una manifestación de enojo. Lo de menos es que esa payasada de la presidencia legítima la haya creído a pie juntillas; lo importante es que con esa presidencia inexistente rompió la legalidad constitucional que hoy dice que aceptará.

El problema de López Obrador fue la ruptura del orden legal y constitucional que todo presidente de la república --legítimo o legítimo-- juró cumplir y hacer cumplir. El tabasqueño convocó a la insurrección civil durante cinco años y hoy dice que va a aceptar las reglas institucionales que violó cinco años. La lista de rupturas legales no es desdeñable:

1.- La presidencia legítima, con todo y toma de posesión.

2.- El desconocimiento de las instituciones electorales y de sus dictámenes legales sobre las elecciones presidenciales del 2006.

3.- La orden al PRD para impedir la toma de posesión de Felipe Calderón y meter al país en una ruptura del orden constitucional; siguiendo las órdenes del caudillo, los perredistas hicieron hasta lo imposible para impedir la toma de posesión de Calderón, inclusive introduciendo bombas molotov al Congreso.

4.- El uso ilegal de recursos públicos del gobierno del DF durante cinco años para promover su candidatura presidencial.

5.- La decisión de no respetar un amparo y manipular un intento de desafuero para movilizar a las masas a su favor.

6.- El uso de insultos personales en su campaña presidencial.

7.- El desconocimiento de las instituciones políticas y electorales cuando las mandó al diablo porque no le reconocían como candidato triunfador.

8.- La manipulación de supuestas encuestas para proclamarse triunfador con una ventaja de “500 mil votos” pero sin presentar pruebas y su declaratoria de victoria electoral violando las reglas del IFE.

9.- El plantón de tiendas de campaña --porque en realidad hubo pocos seguidores-- a lo largo del corredor Zócalo Periférico para imponer su supuesta victoria que el conteo de votos nunca le dio.

10.- La orden a Marcelo Ebrard, entonces candidato triunfador en la elección de jefe de gobierno, para apoyar el plantón y no reconocer la legalidad de Calderón; Ebrard cumplió la orden del caudillo hasta que le convino a sus propios intereses; pero durante cinco años Ebrard eludió, a veces en situaciones cómicas de película muda, el saludo de mano a Calderón.

11.- La orden de López Obrador al PRD y a sus seguidores para acosar con violencia a Calderón y gritarle insultos en ceremonias públicas.

12.- El desconocimiento al resultado oficial de las elecciones y su auto proclamación como presidente legítimo, además de la instrucción a colaboradores para que le dieran el trato de “Señor Presidente”.

13.- La publicación de un libro para insultar a las instituciones y a sus titulares tildándolos de “mafia” que le “robó” la presidencia de la república, pero sin aportar datos concretos de su supuesta victoria en las urnas.

14.- Su larga gira de cinco años por la república sustentada en la tesis del fraude electoral pero con la intención de desprestigiar a las instituciones legítimas electorales y políticas.

15.- Sus informes anuales cada 20 de noviembre para presentarle a sus seguidores el reporte de sus tareas como presidente legítimo.

16.- Sus insultos a empresarios que dijo que fueron cómplices del fraude del 2006.

Con esta larga lista de evidencias de una ruptura del orden institucional, legal y constitucional, ahora López Obrador regresa al camino institucional que hasta la fecha no ha cambiado del que existió en el 2006 pero presentando una cara amable y conciliadora; pero hay que recordar que lo mismo hizo en su campaña electoral del 2006 reconociendo públicamente hasta en cinco ocasiones que aceptaría el dictamen final de las autoridades electorales y que reconocería la derrota así fuera por un voto, y al final se rebeló contra las instituciones.

Nada, pero nada, hay en el escenario político de López Obrador que pruebe que ahora sí respetará las instituciones y sus dictámenes oficiales; y si en el 2006 comenzó la campaña con 27 puntos de ventaja, hoy arrancaría con más de 30 puntos abajo del puntero priísta. De ahí que el electorado necesite una explicación pública de López Obrador, que diga si su rebelión contra las instituciones fue real o fingida y si respetará --ahora sí, pero de a deveras-- los resultados electorales oficiales.

Lo primero que debe hacer López Obrador es aclarar públicamente su rebelión contra las instituciones. Si no, estaríamos frente al mismo López Obrador y después de las elecciones del 2012 repetiría su teatrito.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




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