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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

lunes, 31 de enero de 2011

31-Enero-2011, Lunes.

INDICADOR POLITICO


+ Hillary: controlar Sedena
+ EU: civiles en corte militar

Carlos Ramírez

Aunque su misión fue la de tranquilizar a México por las imprudencias del embajador estadunidense Carlos Pascual en los reportes enviados a Washington y revelados por Wikileaks, la canciller Hillary Clinton aprovechó el viaje para mostrar que efectivamente la Casa Blanca no está contenta con el ejército mexicano. Pero el enojo tiene que ver con una cosa: los militares mexicanos no se han sometido a los controles castrenses estadunidenses.
Por eso Clinton mostró su acuerdo con  la recomendación de Human Rights Watch (HRW) de reducir y hasta desaparecer el fuero militar mexicano. Sin embargo, en su último reporte anual HRW criticó severamente a la Administración Obama por no castigar a los funcionarios involucrados en la tortura a detenidos por presuntos terroristas y censuró que en Estados Unidos haya llegado al absurdo de la represión: civiles con juzgados en tribunales militares, es decir, el fuero militar aplicado a civiles.
Las recomendaciones de la secretaria estadunidense de Estado para finiquitar el fuero militar en México forman parte no de una preocupación por la protección de derechos humanos civiles en operaciones militares de seguridad pública --y, por tanto, de seguridad nacional--, sino que son el eje de una estrategia de la Casa Blanca para debilitar a las fuerzas armadas de los países donde los EU tienen intereses de seguridad nacional.
Más que por los derechos humanos, los EU saben que su interés energético en México tiene planes ya no tan secretos para intervenir militarmente en casos de violencia para proteger los pozos mexicanos. De ahí que el interés estratégico radica en desmantelar los principios de seguridad de los militares mexicanos. Sin el fuero de guerra, el ejército quedaría en una mera policía sin disciplina. La cohesión de las fuerzas armadas radica en el código de honor militar, del cual es piedra angular el fuero militar.
Los EU se han negado a aprobar lo que exigen a los demás. El código militar estadunidense es --a su modo-- piedra angular de la fuerza de represión estratégica. Las denuncias de violaciones de derechos humanos de militares estadunidenses en Irak y Afganistán, como antes en Vietnam y cuando asesoraron a los gobiernos represivos en América Latina, se multiplican sin límite. En Irak han muerto alrededor de cien mil civiles inocentes en operaciones militares y ningún militar ha sido juzgado en tribunales civiles. En Afganistán, en el periodo de la ocupación estadunidense y aliados, han sido asesinados 30 mil civiles también inocentes.
Hillary Clinton aprovechó su visita para pedir que México obedeciera la recomendación de HRW y la Corte Interamericana de Derechos Humanos, cuando los EU se han negado sistemáticamente a firmar el Estatuto de Roma para someterse a la justicia internacional de la Corte Penal Internacional, donde se pueden juzgar a gobernantes represores. Peor aún, los EU han presionado a países a los que aporta asistencia militar a no asociarse a la Corte Penal. Al final de cuentas, la asistencia militar no es sólo de armas sino de asesores militares norteamericanos especializados en torturas y contrainsurgencia. En los sesenta, los EU usaron la Agencia Internacional de Desarrollo como tapadera para instalar en países con dictaduras militares a asesores en represión. En Uruguay la guerrilla tupamara secuestro y asesinó en 1970 a Dan Mitrione, de las AID, encargado justamente de asesoría en torturas.
El ejército de los EU basa su poderío no sólo en las armas y número sino en la subordinación de ejércitos aliados. En América Latina instaló la Escuela de las Américas en Panamá para adiestramiento y control militares. Por ello al ejército de los EU y a las estructuras de seguridad nacional y de decisión política no les conviene que los ejércitos tengan actividad más allá de las fronteras y de ejercicios bilaterales. En los EU no han visto con buenos ojos la participación del ejército mexicano en el combate al crimen organizado y menos gustan de sus éxitos.
La violación de derechos humanos es tapada por los EU, Por ejemplo, el ex secretario de Estado Henry A. Kissinger no sale de los Estados Unidos por temor a ser arrestado por acusaciones de genocidio, crímenes políticos y participación directa en represiones. Está juzgado por el golpe de Estado contra Allende en Chile. Si los EU dependieran de la Corte Penal Internacional, Kissinger habría sido juzgado por genocidio y crímenes políticos.
Asimismo, Obama se ha negado a castigar a los responsables de las órdenes directas para torturar a presuntos terroristas. Entre los involucrados directamente están el ex procurador Albert Gonzales, el ex vicepresidente Dick Cheney y el ex secretario de Defensa Ronald Rumsfeld. Y la ley patriótica que permite la violación de derechos humanos de sospechosos de terrorismo --sólo sospechas-- sigue latente y fue votada por dos miembros en su momento del senado estadunidense: Barack Obama y Hillary Clinton.
Por tanto, los señalamientos de Hillary Clinton nada tienen que ver con los derechos humanos en México porque el ejército de los EU los viola a cada segundo, el fuero militar norteamericano es sagrado y ningún militar ha sido juzgado por delitos contra civiles. El asunto es de seguridad nacional. Y ahí los Estados Unidos y la Administración de Barack Obama responden a la hegemonía imperial del ejército estadunidense violando los derechos humanos donde estén en riesgo sus intereses geoestratégicos y de seguridad nacional.


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viernes, 28 de enero de 2011

28-Enero-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO


+ Guerrero: fraude estilo Salinas
+ Mientras, narco en el DF

Carlos Ramírez

Si la política tuviera memoria, muchos problemas se evitarían. El operativo electoral organizado por el PRD en Guerrero es el mismo que realizaron Manuel Camacho y Marcelo Ebrard en 1991 en el DF para quitarle el control político de la capital al PRD y restaurar el reinado de Carlos Salinas de Gortari.
El operador directo del fraude fue Ebrard, entonces uno de los niños terribles del salinismo. Luego de la debacle de 1988, Camacho y Ebrard lograron el “carro completo” del PRI, al grado de que Ebrard perdió como número uno de la lista plurinominal y no pudo ser líder de la bancada en la asamblea de representantes.
Pero el asunto no terminó ahí. El control político de Camacho y Ebrard era tan absoluto, que intentaron hacer un fraude al revés: reconocer la derrota en un distrito de Coyoacán para que Ebrard pudiera ingresar a la Asamblea. Sin embargo, la euforia los aplastó. Eso sí, Camacho no pudo ocultar que la victoria se dio gracias a la participación de mapaches electorales del PRI. En 1991 Camacho y Ebrard instalaron varias casas de seguridad electoral, entre ellas en  Concepción Béistegui 1458, Iztaccíhuatl 80 y Cerro de Tikal 6.
El mismo mecanismo han preparado Camacho y Ebrard en Guerrero para hacer ganar al priísta que compitió como candidato del PRD y ahora del PAN. Una larga lista de funcionarios del Gobierno del DF, con recursos públicos capitalinos, se ha desplazado a distritos de Guerrero para el control de los votos justo en los días en que la policía federal, el ejército y la marina hacen cateos abiertos en zonas del Distrito Federal en busca del grupo de los Zetas que ya arribaron al DF mientras Ebrard anda haciendo precampaña presidencial en Guerrero.
El mensaje de Guerrero no alcanza aún a ser leído en el PAN. Así como Camacho y Ebrard se apoderaron del PRD y borraron la mediocre y cuestionada dirigencia de Jesús Ortega Martínez, así ahora Camacho y Ebrard van tras el PAN para coparlo con miras a las presidenciales del 2012: la alianza para derrotar al PRI, sólo que con Ebrard como candidato. El PAN carece de un estratega político como Camacho, un político al servicio del mejor postor y el arquitecto del proyecto político de Salinas de Gortari.
Las elecciones en Guerrero no serán locales. De hecho, aparecen como un laboratorio político diseñado para derrotar al PRI, y preparar el camino de la elección presidencial del 2012 y para abrir nuevos espacios de negociación en el Estado de México. Si se impone el modelo Camacho en Guerrero y en Edomex, entonces Ebrard quedará consolidado como el candidato presidencial de la alianza PRD-PAN.
Lo malo de la alianza tardía PAN-PRD en Guerrero es el choque entre dos concepciones de la política: el PAN pugna por un modelo social donde el Estado sea subsidiario y la organización de la sociedad vaya ocupando los espacios del estatismo y el PRD se basa en un Estado asistencialista cuyos presupuestos de subsidios garanticen el control social.
Y la crisis que viene se localiza en la capitalización política de las victorias aliancistas: ¿a cuál de los dos partidos y sus respectivos candidatos presidenciales van a apoyar los gobernadores PAN-PRD? ¿O de hecho ya se adelantó la alianza PAN-PRD para un candidato presidencial aliancista --Ebrard-- para frenar el retorno del PRI a la presidencia de la república y el primer paso han sido los gobernadores aliancistas?
Lo que el PAN no parece haber comprendido aún es que el PRI es varias cosas: un partido, una estructura de poder y una cultura política. Y en las victorias aliancistas no hubo alternancia de los estilos del PRI a los modos del PAN, sino que los candidatos PAN-PRD fueron priístas producto de una lucha de facciones dentro del tricolor. Ello lleva a la conclusión de que el PAN vía los candidatos del PRD ha impulsado a figuras priístas forjadas en la cultura priísta y servidores del Estado priísta.
El PRD es un hijo ilegítimo del PRI como ideología e hijo desconocido por el PRI como grupo de poder. La misión histórica del PAN estaba en el compromiso de ser una auténtica alternativa política, histórica, moral, ética e histórica. Como panista auténtico, Felipe Calderón enfrentaba esa decisión histórica: construir la alternativa al PRI. Sin embargo, algo falló en el camino. Y el peor escenario que enfrenta el PAN es mantener el control de la presidencia --sin haber logrado consolidar el modelo económico y social panista-- pero vía algún candidato (ex) priísta.
Guerrero podría ser el Waterloo del PAN, aún si el cacique priísta Angel Heladio Aguirre gana las elecciones como candidato del PRD. El PAN como partido histórico quedaría en el furgón de cola de una alianza neopopulista que practica todo aquello que provocó la fundación del partido en 1939. En Guerrero no se disputa el gobierno de un estado o una posición de poder que ni siquiera es nominalmente del PRI. Guerrero se apareció, en medio de la trifulca política agudizada por la lucha sangrienta por el poder dentro del propio PRD, como un punto de inflexión para el PAN. La victoria del priísta Aguirre como candidato del PRD va a fortalecer a los (ex) priístas y (ex) salinistas Camacho y Ebrard y los va a colocar, simbólicamente sin partido, en la antesala de la presidencia de la república…, con el paradójico apoyo del PAN.
El candidato priísta no va a perder; si acaso, podría no ganar. Pero el gran triunfador de Guerrero va a ser el PRI como modo de vida, como cultura política, como práctica del poder. Ahí está, como prueba, el hecho de que Camacho y Ebrard operan igual que priístas para quedarse con el poder.  Y podrán presumir que el PRI va a revivir en el PRD y con el apoyo histórico del PAN.


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jueves, 27 de enero de 2011

27-Enero-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO


+ Secuestros: el síndrome Diego
+ Los pactos secretos, dormidos

Carlos Ramírez

El secuestro de Diego Fernández de Cevallos aún no ha terminado. El comunicado del martes y la revelación de un acuerdo secreto entre el político y sus plagiarios recuerda con mucho el modelo de los espías dormidos del régimen comunista soviético. Y los misteriosos desaparecedores se acercan a reproducir el Ejército Simbionés de Liberación que plagió a la millonaria Patty Hearst en 1973.
En este sentido, Fernández de Cevallos aparece como un peligro para la seguridad nacional, para la seguridad política del Estado y para el proceso político 2011-2012. La revelación de una solicitud de conmutación de la pena de muerte abrió las dudas sobre qué otras cartas-compromiso por escrito dejó Diego a sus captores y si en ellas hay datos de la política secreta del poder, como dejaron entrever los desaparecedores en algunos de sus comunicados.
El diálogo público entre Diego, sus secuestradores y los medios después de la liberación ha dejado sembradas dudas en expertos en el tema porque implicaría una relación de secuestro a posteriori. En 1973, la hija del multimillonario periodístico William Hearst fue secuestrada. Los plagiarios exigieron que el magnate --prototipo de la película El ciudadano Kane, de Orson Wells-- repartiera entre pobres 6 millones de dólares de canasta de comida, con pavos incluidos. Diego se comprometió a un discurso contra la pobreza.
Luego de una severa tortura sicológica y de control mental --similar a la de la CIA y parecida a la revelada en la película El candidato de Manchuria--, Patty Hearst se unió a la guerrilla urbana y cambio su nombre al de Tania, igual a la de la compañera del Che Guevara. Pero fue capturada y encarcelada, aunque beneficiada por el poder de su padre y sus relaciones con los presidentes Jimmy Carter y Bill Clinton. El ESL fue destruido.
El modelo de los espías dormidos fue diseñado por los comunistas soviéticos: plantar, vía tratamiento sicológico, a rusos preparados en el lenguaje, acento y cultura estadunidense y dejarlos ahí durante años, hasta ser puestos en movimientos para presuntos atentados. Durante años hicieron mofa de esta estrategia pero algunos libros de ex espías rusos le han dado cierta credibilidad a la historia.
Lo que ha abierto el interés de expertos en el caso Diego ha sido el diálogo entre secuestrado y secuestradores después de la liberación. No se tienen datos si Diego ha contado a las autoridades mexicanas todo lo ocurrido en su secuestro, las conversaciones con sus secuestradores y la información que dio a los secuestradores a cambio de su liberación. Las dudas en los medios sobre las fechas de liberación provocaron la intervención de los misteriosos desaparecedores.
En este contexto, la tesis que manejan expertos es que el secuestro de Diego no ha terminado y su liberación pudiera ser vista como una forma del grupo plagiario de sembrar un informante en el sistema político. Aquí se ubica también el hecho de que el PAN ha hecho a un lado a Diego de la política. La carta sobre la pena de muerte conmutada fue el recordatorio a Diego de que hay mucho más latente en el secuestro. Por tanto, Diego es un peligro para la seguridad política del Estado.
El martes que se recicló el secuestro porque a los misteriosos desaparecedores no les gustó el tono de las declaraciones de Diego ni el escepticismo de los medios, el propio político dio a conocer un acuerdo secreto para conmutar la pena de muerte --que no era tal sino vil asesinato porque la pena de muerte debe estar reglamentada por las leyes-- y reveló el compromiso de su liberación a cambio de asumir un “discurso por los pobres”. Por eso no está tan desencaminado quien se refiera a Diego como el Patty Hearst mexicano.
El secuestro de Diego hace recordar también la misteriosa desaparición del político en 1994 después de su aplastante victoria en el debate entre candidatos presidenciales y la forma en que apabulló a Ernesto Zedillo y a Cuauhtémoc Cárdenas. Pero luego de haber repuntado en las encuestas y abrir posibilidades de victoria, Diego desapareció de la escena y le dejó el camino abierto a Zedillo. En aquel entonces se atribuyó es maniobra al presidente Carlos Salinas, amigo personal de Diego. Zedillo ganó las elecciones. Hasta la fecha, la desaparición de Diego en 1994 sigue en el misterio pero el secuestro de ahora puede existir alguna correlación con aquél.
Fernández de Cevallos no es un improvisado. Ha participado en negociaciones políticas de enorme dimensión. Los misteriosos desaparecedores dijeron que el político había confesado muchas cosas durante el plagio: unas impresionantes redes de poder y complicidad. Por eso el análisis del caso Diego va más allá del síndrome de Estocolmo --prisioneros que por sí mismo confesaron simpatías con secuestradores en un asalto a un banco en agosto de 1973-- y se localiza más bien en el escenario del síndrome Patty Hearst, secuestrada en febrero de 1974, sometida a técnicas sicológicas de control mental tipo CIA y transformada a guerrillera; luego de la cárcel, regreso a su propia realidad. Hay que comparar el contenido de los comunicados del Ejército Simbionés de Liberación (SLA por su nombre en inglés) con los de los misteriosos desaparecedores y en ambos hay un tono similar de siquiatría.
Si bien el secuestro de Diego no ha terminado, habrá que revisar otros dos casos: el secuestro y asesinato de Aldo Moro en marzo de 1978 cuando se dirigía a firmar el compromiso histórico de alianza de la Democracia Cristiana con el Partido Comunista. Y el secuestro de la política colombiana Ingrid Betancourt, plagiada durante seis años pero con la decisión de ella de no ceder ni un palmo, lo que llevó al llamado síndrome Betancourt o el de la dignidad humana al sobreponerse al chantaje de los secuestradores.


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miércoles, 26 de enero de 2011

26-Enero-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO


+ Yunes hunde a PAN veracruzano
+ Interfiere en lucha contra mafias

Carlos Ramírez

Durante los días pasados, el político veracruzano Miguel Angel Yunes Linares pasó a la clandestinidad política para evitar las suspicacias: su nombre y los de sus operadores siguen relacionados con la fuga de Joaquín El Chapo Guzmán. Pero también porque los panistas comienzan a desplazarlo de los espacios de poder.
Luego de haber sido derrotado en las urnas como candidato panista a gobernador veracruzano por el priísta Javier Duarte, Yunes trató de organizar una insurrección local y un gobierno legítimo paralelo pero el PAN prefirió marcar su distancia. Inclusive, desde el gobierno federal enviaron algunas señales para separarse de los estilos sobrecalentados de Yunes: la prioridad en las relaciones con los estados que estrenaron gobernador es la de la colaboración, no de la confrontación.
Aspirante al gobierno estatal desde 1998, Yunes ha fracasado en todos sus intentos. Y cada una de sus derrotas lo lleva a saltos en el trapecio de la política mexicana. Ahora mismo existen algunos indicios de que busca vinculaciones con el PRD, aprovechando que el grupo de Jesús Ortega, Manuel Camacho y Marcelo Ebrard está levantando todo el cascajo político del PRI.
La nueva migración de Yunes tiene que ver con la decisión de los panistas veracruzanos de impedir el desmoronamiento del partido en Veracruz. La imposición por dedazo de Yunes como candidato a gobernador, parte de una negociación política con la señora Elba Esther Gordillo y su cuota de poder, se logró con el alto costo político de fracturar al partido: el precandidato panista mejor posicionado, Gerardo Buganza, prefirió salirse del PAN y hoy es secretario de gobierno de Veracruz como propuesta del gobernador Duarte de una composición plural que termine con las divisiones en las élites políticas.
Como era de esperarse, Yunes acaba de perder otro round político: con maniobras autoritarias y agresivas quiso tomar por asalto el PAN veracruzano pero nada pudo lograr porque perdió el apoyo de la señora Gordillo y nadie le responde a sus llamadas en Los Pinos. Yunes tuvo otra derrota al querer imponer al orgullo de su nepotismo, si hijo Fernando, como operador legislativo local del panismo.
El fracaso de Yunes ha sido familiar:
--Yunes se había comprometido a ganar el gobierno del estado y perdió por casi cien mil votos.
--Luego trató de organizar un conflicto poselectoral pero se quedó sin seguidores. Además, el PAN veracruzano prefirió el camino de la oposición dura pero responsable.
--Más tarde Yunes quiso tomar por asalto la coordinación de la nueva bancada panista en el congreso local para imponer a su hijo Fernando, pero también fue contenido por los panistas.
--No contento con ello, buscó colocar a un Juanito en la presidencia del PAN estatal y lanzó a Angel Rafael Deschamps Falcón, y de nueva cuenta fue derrotado: los panistas prefirieron a Enrique Cambranis Torre, un  panista por cierto al que Yunes había agredido físicamente.
--Sin espacios en el panismo, ahora Yunes ha comenzado a mirar hacia el PRD, donde los estándares éticos prácticamente no existen. Y dicen en Veracruz que Yunes ya se pavonea como próximo senador del PRD y obviamente futuro jefe de la bancada perredista en la cámara alta.
--Y aprovechando la ingenuidad de algunos columnistas nacionales, Yunes se auto promovió como director general de Pemex y lamentablemente para él nadie le hizo caso.
Lo que queda por aclarar es el caso de la espectacular fuga de El Chapo Guzmán hace diez años del penal de Puente Grande, en tiempos en que la estructura de seguridad en los penales estaba copada por operadores yunistas colocados durante su gestión de director de reclusorios federales con Zedillo hasta mayo del 2000.  En su lugar quedó su incondicional Enrique Pérez Rodríguez, a quien le tocó la fuga de El Chapo. Una vez que fue destituido, Pérez Rodríguez fue designado por Yunes como delegado del Issste en Veracruz y funcionó como uno de los principales operadores en la campaña yunista pasada.
Como lo esperaban en Veracruz, Yunes ha vuelto a las andadas. De nueva cuenta aprovecha su espacio preferido en las anónimas columnas de chismes políticos --la misma que lo promovió para director de Pemex-- para lanzar dardos ineficaces. Su intención es tratar de romper el diálogo político directo que ha establecido el gobernador Duarte con la oposición, un acercamiento por cierto mucho más sólido que el superficial fijado para fines propagandísticos por Fidel Herrera Beltrán. Entre otros temas, ese diálogo tiene como parte esencial la colaboración estatal priísta con el gobierno federal panista en materia de seguridad pública.
Pero la picaresca política veracruzana no tiene dudas. Yunes no habla por el PAN, ya lo abandonó la señora Gordillo, en el PRI no quieren saber nunca más de él y ahora sólo le queda el cobijo de Manuel Camacho y Marcelo Ebrard para convertirse en flamante senador perredista en el 2010. Y sus ataques contra el gobernador Duarte son parte de la cuota que tiene que pagar para colocarse en el entorno de Ebrard, además de hacerle el juego a los cárteles que quieren asentarse en el estado, entre ellos, el de El Chapo Guzmán.


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martes, 25 de enero de 2011

25-Enero-2011, Martes.

INDICADOR POLITICO


+ PRI 2012: dilemas o volado
+ Revisan experiencias pasadas

Carlos Ramírez

Pese a todas las tendencias, la decisión del PRI para el 2012 aún no está definida. Y a partir de experiencias propias y ajenas del pasado, la candidatura presidencial tricolor tendrá que decidirse entre la imagen y el proyecto.
En este contexto, la nominación tricolor estará entre el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto y su posición en las encuestas de imagen y el senador Manlio Fabio Beltrones como el diseñador del proyecto alternativo de desarrollo que el panismo tuvo dos sexenios para operar y no pudo hacerlo.
En medio se aparece, como el fantasma de las navidades pasadas, el PRI como el partido, el aparato y la estructura de poder, pero también como la imagen del ancien régime que el PRI no ha podido borrar.
Por tanto, el PRI tendría otra oportunidad para convertirse en una solución real y no sólo en una salida a la frustración: una candidatura priísta en función de la oferta de modelo de desarrollo, lo que obligaría Peña Nieto a ponerse a trabajar en su propuesta. Al final de cuentas, las elecciones presidenciales del 2000 y del 2006 fijaron las nuevas reglas del juego político: la imagen se la lleva el viento.
En una carrera de largo plazo --falta un largo año para la nominación formal--, las posiciones políticas se desgastan. López Obrador comenzó su carrera con encuestas altas tres años antes de la nominación y llegó desgastado, con compromisos atados como lastre y agotado por los rounds de sombra: en tres meses Felipe Calderón volteó las encuestas.
Mientras Peña Nieto se la pasa en el placeo y en el reparto de su gabinete con bastante anticipación --inclusive algunas carteras las tiene hasta tres veces asignadas, igual que López Obrador en el pasado--, Beltrones trabaja en su proyecto-oferta. Y lo interesante es que se trata de un diseño propio, de alto contenido político y a partir de lo que el PRI no ha querido reconocer y el PAN no ha sabido capitalizar: el agotamiento del proyecto de desarrollo del PRI-gobierno-Revolución Mexicana.
La exploración de Beltrones rebasa --y con mucho-- los alcances limitados y conceptualmente tramposos del proyecto salinista que será el que oficialmente el PRI de Peña va a enarbolar. Lo que el PRI oficial no ha entendido es que los libros de Salinas no constituyen realmente un proyecto sino un ajuste de cuentas con sus propias contradicciones y amarguras y una extensión del salinismo fracasado.
Ahí se localiza el espacio autónomo de Beltrones, algo que muchos priístas han comenzado a entender. La única forma que tiene el PRI de competir en las próximas elecciones presidenciales sería con un proyecto diferente y hacia el futuro, algo que en el PAN sólo están trabajando Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel Miranda. En el PRD la nominación saldrá de dos la lucha entre dos egos: el de López Obrador y el de Ebrard.
Sin alardes y con el cuidado que le sugiere su propia experiencia política, Beltrones empuja al espacio mediático algunas de sus propuestas como iniciativas en el Senado. El proyecto completo de Beltrones se localiza en el libro Pensamiento y discurso 2012, con un significativo prólogo de Diego Valadés, uno de los más prominentes constitucionalistas. Valadés fue el diseñador de una de las sólidas propuestas de reforma del Estado que se entregaron en el Senado, la del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, porque veía hacia el rediseño institucional que obviamente el PRI ha estado negado a siquiera suponer.
El prólogo de Valadés contribuye a fijar el contexto de las iniciativas de Beltrones: “las instituciones políticas y sociales exigen actualizaciones constantes; esta es una tarea pospuesta por largo tiempo, cuyas consecuencias deterioran la vida cotidiana de los mexicanos y proyectan una sombra hacia el futuro. Es posible que estemos viviendo la etapa más baja de nuestra historia y existe el riesgo de que en la epopeya nacional esta generación ocupe un lugar insignificante”.
La propuesta de Beltrones radica en la alternancia de proyecto, lo que el PAN no pudo concretar aunque ahora dos precandidatos insistan en el punto: el cambio institucional, que resume Valadés. El viejo régimen priísta ya reventó y se ha retardado la negociación del nuevo. El bono político de la transición del 2000 ha disminuido ante la pasividad para continuar las fases siguientes a toda transición: la instauración de la democracia y la consolidación. España cumplió las tres etapas en dos años. En México han pasado doce y la sociedad sigue esperando.
Beltrones señala la realización de tres reformas fundamentales: la reforma política como alternancia real y basada en el acuerdo, la reforma económica como una transformación del modelo de desarrollo y la reforma social para atender el asunto de la igualdad que todos los tratadistas de ciencia política colocan como parte fundamental de las transiciones. Sin decirlo, Beltrones apunta hacia la reforma del Estado priísta. Y tiene razón porque lo que ha impedido avanzar en la transición se localiza precisamente en el viejo Estado priísta dominado por los intereses de la CTM, de los empresarios, del corporativismo, de las complicidades.
Las propuestas están a la vista: una parte del PAN quiere la transición y una parte del PRI busca la reforma del Estado. Sólo el PRD de los (ex) priístas López Obrador y Ebrard añoran al viejo PRI del asistencialismo presupuestal con todo regalado. Lo malo para el PRI y para el país sería que la nominación de candidatos se hiciera por popularidad mediática donde la televisión decidiría, no tan secretamente, según sus intereses.


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lunes, 24 de enero de 2011

24-Enero-2011, Lunes.

INDICADOR POLITICO


+ Guerrero: debacle de Zeferino
+ Aguirre: lo peor de PRI y PRD

Carlos Ramírez

El gran derrotado en la elección de gobernador en Guerrero será el gobernador saliente Zeferino Torreblanca. Empresario que se le pegó a López Obrador hace años, su gestión será recordada como la peor en la historia, inclusive más proterva que la de los dos Rubén Figueroa.
Si la alternancia del PRI al PRD hace seis años era la señal de renovación, en Guerrero prevalecieron --y hasta crecieron-- el ejercicio arbitrario de poder, la violencia institucional, el crimen entre perredistas, la corrupción, la guerrilla, la inseguridad pública, el narcotráfico, todos los vicios que antes se acreditaban al PRI. Y lo más grave para el PRD fue que creció la pobreza y no hubo ninguna estrategia social para atender la desigualdad.
La gestión de Torreblanca como gobernador rompió el equilibrio social y la estabilidad política. Y condujo al PRD al peor de sus fracasos: no se trata sólo de la posibilidad de que se pierda la plaza y haya más violencia en la disputa por el poder sino de que el PRD de los (ex) priístas y (ex) salinistas Manuel Camacho y Marcelo Ebrard llegaron a la conclusión de que la única salida para conservar el gobierno estatal en el PRD era tener a un priísta como candidato, y más aún a un priísta de la vieja escuela del poder: Angel Heladio Aguirre.
Así, lamentablemente para el PRD, Guerrero será una prueba más de que no representa una opción de transición o alternancia política en el poder sino la comprobación de que sólo los priístas pueden hacer ganar al perredismo. Y no se trata sólo de que el priísmo no es una ideología ni de una opción asumida, sino un acto de fe, de un chip cerebral, de un ADN biológico. Aguirre es el prototipo del priísta… y el PRD siempre lo supo.
Las tendencias del voto en Guerrero, las que retratan el instante de la gente en el momento de la encuesta, ponen adelante al PRI. De ahí la estrategia priísta del PRD --Aguirre como priísta perredizado guerrerense sería algo similar, dirían en el campo de la tierra caliente, a ponerles alas a los alacranes-- por encarecer la derrota con  provocaciones de violencia y fabricación de incidentes. Las encuestas posteriores a la presunta golpiza a un perredista no variaron la tendencia favorable al PRI. De acuerdo con una tercera encuesta de la empresa Prospecta Consulting, le otorga una ventaja de 4 puntos al priísta Manuel Añorve.
El resultado final tendrá que incluir cuando menos tres variables: la escalada de violencia instrumentada por el PRD, la intervención del gobierno federal a favor del (ex) priísta (neo) perredista Aguirre y la decisión de tomen a boca de urna el 20% de indecisos. Sólo que las encuestas han revelado que los indecisos tienden a beneficiar más al opositor que al oficial, aunque en Guerrero algunos indecisos decidieron repartir su voto entre los tres candidatos.
A ello se agrega otra variable dependiente: el porcentaje de votantes que acuda a las urnas. La votación baja beneficiaría al PRI y la alta ayudaría al PRD. Por eso la escaldad de violencia perredista es funcional a los intereses del PRI: la encuesta de Prospecta Consulting señala que iría a votar el 35% de los ciudadanos y hay 10% de indecisos, pero el PRD necesitaría de una asistencia electoral mayor al 55% del padrón.
Y en Guerrero aparecerá el factor Elba Esther Gordillo, cuyos maestros se olvidaron de la educación y ahora operan como mapaches electorales al mejor postor; en Guerrero, el SNTE operará a favor de Añorve-PRI. Además, sigue incierto el voto verde, que el PRI no ha soltado del todo y que el PRD nunca ha podido asimilarlo.
El PRD ha tenido que remar contra la corriente: la lucha López Obrador-Ebrard por la candidatura como parte de la nominación presidencial del 2012, el rechazo de muchos perredistas al uso de priístas como candidatos a altos puestos revelando que el PRD carece de cuadros, el repudio al gobierno de Torreblanca, la escalada de violencia derivada de la ineptitud de Torreblanca como gobernador y, sobre todo, de la carencia de un discurso político e ideológico del PRD y de su priísta-candidato Aguirre. Por lo pronto, el 40% de los encuestados por Prospecta Consulting cree que ganará el PRI y sólo el 25% supone que ganará el PRD.
En lo político, el PRD tendrá en Guerrero una definición que alumbrará los espacios del 2012: ante el desprestigio perredista local, la lucha criminal por el poder y la corrupción de sus cuadros, el PRD solamente encontró en el PRI al candidato que no supo cincelar en su interior. Por eso Ebrard se perfila como uno de los favoritos del PRD, a pesar de que formó parte del gobierno de Carlos Salinas que tiene aún en su haber más de 500 perredistas asesinados. Guerrero confirmará que el PRD es el partido-espejo del PRI.
Las conclusiones de la encuesta de la encuesta de Prospecta Consulting exhiben lo delicado de la elección en Guerrero:
“El alto número de indecisos de alrededor del 19% es un reflejo de la inconformidad ciudadana con la política, los partidos, las coaliciones y sus candidatos, así como las campañas proselitistas que no han sido suficientes para interesarlos; por lo que no hay nada seguro para nadie y todo dependerá de la movilización partidaria y la participación ciudadana.
“La incertidumbre en este proceso electoral se refleja en que alrededor de la mitad de los ciudadanos afirman que el Instituto Electoral de Guerrero no garantiza la confianza en estos comicios” y “poco más del 40% afirma que ha tenido conocimiento o experiencia de fraudes electorales”.


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viernes, 21 de enero de 2011

21-Enero-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO


+ Televisa-Loret: los engaños
+ Kalimba-JJ, indicios del 2012

Carlos Ramírez

El interés de Televisa de deslindarse de dos expedientes inflamables abrió la puerta al papel de la televisión en las conductas políticas: la televisión como manipuladora de informaciones y noticias.
Si el desafío ha sido siempre tratar de llevar la inteligencia a la televisión, las entrevistas de Carlos Loret de Mola a Kalimba y el JJ Balderas Garza demostraron que el proceso ha sido al revés: el periodismo paparazzi, de escándalo, de chisme, ha infiltrado los espacios noticiosos políticos y sociales y les ha restado seriedad.
Lo peor es el auto reconocimiento de que se está haciendo trampa. En su columna del martes 18, en El Universal, Loret de Mola envío un mensaje auto incriminatorio: en su espacio de saciamorbos, es decir, para alimentar las pasiones de los que viven en la morbosidad: “si dijeran toda la verdad privada en público, ambos correrían el riesgo de perder el caso”. Se refería, obviamente, a Kalimba y a su denunciadora. Como periodista, Loret de Mola quedó atrapado en la realización de dos entrevistas que no lograron la verdad de los hechos pero igual fueron difundidas a sabiendas del engaño.
La información-escándalo ya contaminó al periodismo. En efecto, el periodismo tiene la función de investigar la verdad, o cuando menos, la veracidad de las cosas. Si resulta que el entrevistador dice que hay dos verdades en cada uno de los involucrados en el caso Kalimba, entonces se cometió una falacia al informar de una y reconocer que había otra, es decir, según el diccionario de la academia, falacia es el “engaño, fraude o mentira con que se intenta dañar a alguien” o “hábito de emplear falsedades en daño ajeno”.
Las entrevistas a Kalimba y al JJ dejaron entrever el estilo de hacer periodismo falaz de Televisa. Y ahí Televisa ha dejado claro el mensaje final: como estableciera McLuhan a finales de los sesenta, “el medio es el mensaje”. Es decir, los contenidos están determinados por el medio masivo de la televisión. Lo que importa es el medio, no el mensaje.
En este aspecto se ha establecido el perfil de dos precandidatos vinculados a Televisa: Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard. Los dos cumplen el perfil de candidatos mediáticos, políticos consolidados por su imagen en la televisión. De confirmarse esta tesis, entonces la elección presidencial del 2012 sería la primera en donde la televisión jugaría el papel determinante de fabricar figuras. Se pasaría de la figura carismática de Vicente Fox a la figura mediática forjada a través de la televisión.
Pero la televisión es engañosa, como lo reconoció el propio Loret de Mola en su columna impresa --un mismo periodista enviando dos mensajes contradictorios--: la verdad en sus dos caras, la de la realidad y la que Kalimba y su denunciante mostraron en la televisión. Ahí es donde la televisión se ha metido en la política: la fabricación de realidades diferentes a la realidad real.
El punto político se mostró en el caso Cabañas. Loret de Mola entrevistó al JJ y lo dejó dar su versión de que El Contador había sido el agresor del futbolista. Esa versión se impuso el martes. Pero el miércoles las autoridades de la Procuraduría del DF difundieron la tesis de que el agresor armado había sido el JJ. ¿Cómo le hará el proceso judicial para establecer la verdad jurídica como real si la mediática ya fue impuesta por Televisa como parte de su involucramiento directo en el caso Cabañas por la propiedad del equipo América y la relación con el Bar Bar?
A la televisión le falta un código de ética para sus servicios noticiosos, informativos y editoriales. Y si se niega a ello, entonces le corresponderá a la autoridad definirlos y obligarlos a cumplirlos. Al final de cuentas, la televisión es una concesión pública que influye sobre las conductas de los ciudadanos. Y Televisa, en los casos Kalimba y JJ, ha mostrado de lo que es capaz cuando hechos penales involucran sus intereses de imagen.
Lo grave ocurre cuando un periodista como Loret de Mola se encarga de realizar la entrevista a Kalimba y a su denunciante pero a sabiendas de que los dos ocultaron parte de la verdad. Al final, el entrevistador pudo haber satisfecho las expectativas de los dueños de la televisora, pero Loret de Mola como periodista exhibió sus limitaciones y parcialidades de credibilidad al reconocer que hubo dos verdades y que él sólo difundió la que le interesaba a su empresa.
La elección presidencial del 2012 estará influida por la televisión, por el manejo de la imagen y por esa imagen como determinante de las conductas electorales de la ciudadanía. Las leyes tienen espacios bastante claros para acotar excesos de la prensa escrita. Sin embargo, la televisión se ha erigido en un poder autónomo y sin reglas ni acotamientos. Lo grave en el caso del JJ ocurrió cuando la autoridad rompió el proceso penal al poner al acusado no a disposición de un juez o del Ministerio Público sino a disposición de Televisa para una entrevista en la que el acusado dijo su verdad sin que el entrevistado cumpliera su función de periodista porque su tarea fue la de salvar a su empresa.
Al final, el 2012 podría cumplir la maldición de McLuhan: el medio aplastará a la información, a la realidad y a la sociedad. Y de paso, a la ética.


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jueves, 20 de enero de 2011

20-Enero-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO


+ Televisa: medio es el mensaje
+ Y complicidad, no periodismo

Carlos Ramírez

La parte más importante de la producción de televisión se localiza en los intereses. Y las entrevistas a Kalimba y al JJ en Televisa trataron de esconder el verdadero juego político: los dos estaban directamente relacionados con intereses de la televisora y ésta tuvo la oportunidad de contaminar procesos penales para lavarse las manos y la cara con las entrevistas realizadas por Carlos Loret de Mola.
El asunto es delicado porque la autoridad permitió las perversión de procesos penales por una instancia de alguna manera relacionada con los procesos: Kalimba era usado por Televisa para la imagen institucional de la empresa y el JJ mostró indicios de vinculaciones de Televisa con el Bar Bar donde ocurrió la agresión contra Salvador Cabañas, un jugador del América, equipo propiedad de Televisa.
Las entrevistas de Loret sirvieron para mediáticamente condenar anticipadamente a Kalimba y para exonerar al JJ antes del desahogo de pruebas. En ambos casos, Televisa era parte del escenario de los procesos penales, lo que obligada a impedir su involucramiento. Lo malo es que un procedimiento penal se basa en reglas estrictas para impedir abusos o parcialidades y una entrevista televisada con acusados penalmente --y uno de ellos en condición de arrestado-- apela a las pasiones del público.
En términos de saldos, Televisa y Loret de Mola condenaron abusivamente a Kalimba con una entrevista amañada con el cantante y una patética conversación con la acusadora --si acaso era ella porque hay muchas dudas al respecto-- y exoneraron al JJ de un presunto intento de homicidio. Por lo demás, el JJ tiene ya argumentos legales para beneficiarse porque sus declaraciones fueron hechas en televisión y no ante una autoridad judicial. Asimismo, Televisa demostró su poder al incidir en procedimientos penales, y con la ayuda de la autoridad en el caso del JJ.
Televisa y Loret de Mola hicieron trizas el sistema judicial al convertirlo en un reality show. El entrevistador fue un  fiscal con Kalimba y un exonerador con el JJ. En el caso del JJ el proceso penal determinado por el Código Federal de Procedimientos Penales fue pervertido y contaminado y cualquier resolución final será fruto de un árbol envenenado. Más aún, el JJ podría exigir su libertad porque fue sometido a un interrogatorio periodístico mientras se encontraba detenido por las autoridades y en tiempos de su declaración preparatoria. La entrevista de Loret de Mola dejó inservible el proceso penal.
Asimismo, la entrevista, antes de la declaración preparatoria, le dio ventajas al JJ porque lo enfrentó a las acusaciones y a las posiciones de los testigos en su contra --informaciones controladas por las leyes-- y le dio tiempo no sólo para diseñar una argumentación a modo, sino en televisión aprovechó la ventaja de ofrecer su argumentación de inocencia antes que la acusación formal de la autoridad.
Por lo pronto, habrá que determinar si la Policía Federal y Televisa violaron el párrafo cuarto del 16 constitucional: “la autoridad que ejecute una orden judicial de aprehensión, deberá poner al inculpado a disposición del juez, sin dilación alguna y bajo su más estricta responsabilidad. La contravención a lo anterior será sancionada por la ley penal”. La Policía Federal detuvo al JJ y no lo presentó al juez ni al MP sino que lo puso a disposición de… Televisa, parte del proceso judicial por las relaciones de la empresa con el Bar Bar. Este solo hecho podría ser argumento del JJ para solicitar su libertad porque fue cedido a una empresa no judicial involucrada en los sucesos.
Asimismo, Televisa violó dos principios establecidos claramente en el 20 constitucional:
“I.- El proceso penal tendrá por objeto el esclarecimiento de los hechos, proteger al inocente, procurar que el culpable no quede impune (…)”.  La entrevista de Loret de Mola, al contaminar el proceso judicial, podría beneficiar al acusado JJ y quedar impune.
“II. Toda audiencia se desarrollará en presencia del juez, sin que pueda delegar en ninguna persona el desahogo y la valoración de las pruebas (…”. Antes de ser entregado al juez, el JJ enfrentó el desahogo y la valoración de pruebas no ante un juez sino ante el entrevistador de Televisa.
Y Loret también le dio ventaja al acusado JJ porque en la entrevista manejó información privilegiada del expediente acusatorio. La fracción VI del inciso B del 20 constitucional establece que “el imputado y su defensor tendrán acceso a los registros de la investigación cuando el primero se encuentre detenido y cuando pretenda recibírsele declaración o entrevistarlo (por un juez o un MP)”. En entrevista y a los ojos de millones de personas, el JJ tuvo acceso a los registros de la investigación.
La entrevista de Loret al JJ reveló un cochinero judicial: le dio voz al inculpado para imponer en opinión pública su inocencia no probada en tribunal, se niega a darle voz al futbolista Salvador Cabañas como la parte afectada porque Televisa-América le debe dinero al futbolista y el JJ fue “encontrado” después de que Cabañas firmó un acuerdo de liquidación con Televisa-América.
Por tanto, los casos Kalimba-JJ-Televisa no son hechos periodísticos sino la transformación de Televisa en Ministerio Público y juez.


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miércoles, 19 de enero de 2011

19-Enero-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO


+ 2012: ¿poder o proyecto?
+ Modelo de desarrollo, clave

Carlos Ramírez

Los partidos políticos se preparan para disputar el poder en el 2012, aunque la gran demanda del país radica en la urgencia de un proyecto nacional de desarrollo que sustituya al inservible proyecto priísta.
El escenario del 2012, por tanto, se presenta muy claro: o mantener y revivir el viejo modelo de nación priísta que se ahogó en la corrupción, la represión y la pobreza o entrarle al rediseño de un nuevo proyecto nacional. Del lado de la restauración se localizan el PRI y el PRD; y del lado de la reforma, el PAN no tiene más camino que ahora sí consolidar la alternancia de proyecto nacional o regresarle la presidencia al tricolor.
Pero parece que nadie discute el tema central del proyecto alternativo. El de López Obrador no es más que el viejo proyecto del PRI, sólo que ahora neopopulista y caudillesco; Marcelo Ebrard carece de propuesta y su candidatura se basa sólo en la capacidad operativa del viejo autoritarismo reproduciendo el modelo priísta duro de Ernesto P. Uruchurtu. El PRI quiere regresar con su misma estructura de poder y sus mismas y avejentadas estructuras corporativas.
En el PAN hay ya dos grupos: el de los que esperan la decisión presidencial y el de los que ya abrieron un debate sobre proyectos. En el primer grupo están Ernesto Cordero, Alonso Lujambio y Heriberto Félix, en tanto que fuera de ese espacio se han posicionado Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y el expulsado --hasta ahora-- Manuel Espino.
En este contexto se localiza el texto publicado por Vázquez Mota el domingo pasado, donde abre el tema del proyecto de nación. Se trata de un texto que fija los puntos sensibles de la alternancia de proyectos, un tema que el PAN en el gobierno en estos diez años había excluido. El punto central está definido: o el PAN pugna por el cambio de modelo de desarrollo o el PRI y su espejo el PRD van a restaurar el viejo régimen. De ahí la importancia del debate que abrió Vázquez Mota de cara al 2012:
“Ya no debería ser motivo de discusión que la única forma de romper con este estancamiento reside en la reconstrucción de la estructura económica, que necesariamente pasa por procesos políticos de fondo. Las reformas indispensables para que la economía mexicana despegue y se convierta en muy pocos años en una de las diez más poderosas del mundo ya sabemos cuáles son.
Sin embargo, no hemos alcanzado los acuerdos necesarios para establecerlas. Diversos actores políticos y sociales han apostado al freno para no perder privilegios. Apuestan a la inmovilidad y el desprestigio de la vida democrática para erigirse en líderes autoritarios.
Estos frenos impiden la transformación necesaria para que México sea un país exitoso, porque esos cambios les resultarían costosos. En otras palabras, no están dispuestos a perder los privilegios que han aprovechado por décadas. Ante ello es claro que para enfrentarlos debemos configurar un acuerdo suficientemente poderoso para avanzar.
El futuro de México pasa por la superación de la disputa en áreas fundamentales que permitan construir un acuerdo modernizador que sume a todos aquellos que están convencidos de la transformación de México, y que nos permitan sumar el poder necesario para sobrepasar los vetos de los grupos defensores de privilegios.
(…)
Son diversas las razones que han impedido la construcción de este acuerdo. Al mismo tiempo, los costos para la ciudadanía han sido elevados y lo serán más en pocos años. Si el agotamiento de la estructura económica no nos resulta evidente, si el desencanto de millones de jóvenes no nos reclama, si no nos lastima que los recuerdos de muchos sean sólo crisis recurrentes, entonces no somos los líderes políticos que México requiere con urgencia.
Ampliemos la difusión de los costos sociales de mantener la inercia. Fijemos los mecanismos de evaluación de las reformas, estrategias y metas de las principales políticas públicas del país. Establezcamos los mecanismos que construyan una relación de cooperación, colaboración y respeto entre todos los liderazgos políticos, económicos y sociales. Abramos los cauces que permitan la más amplia participación activa y directa del mayor número de actores posibles en la definición y la realización del acuerdo político amplio y sustantivo.
Los objetivos y las prioridades del país están claros. Ningún político, ninguna fuerza política puede darse el lujo de no estar de acuerdo en los propósitos de crecimiento, oportunidades, democracia y justicia. Hagamos patente nuestra voluntad de hacerlos realidad. En el México de hoy no estamos enfrentados contra una dictadura o contra una amenaza del exterior. Nuestro reto es vencer las inercias que hemos antepuesto a la decisión de dar solución a los problemas nacionales.
La agenda debe acordarse más allá de procesos electorales. Gane quien gane o pierda quien pierda, si cada uno de nosotros no hacemos lo que nos corresponde, el país puede enfrentar problemas serios de gobernabilidad.
Dejemos atrás las discusiones inspiradas en pedazos de poder, salgamos de debates tan alejados del México que trabaja y se esfuerza cada día. La construcción de este acuerdo obliga a una apuesta de confianza. Requiere voluntad por un mejor país. Sin confianza casi nada se puede construir. No hay más: un acuerdo para las reformas y la vida institucional. Para los referentes éticos y los valores fundamentales. Un acuerdo que permita y advierta esperanza y aliento en el futuro.


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martes, 18 de enero de 2011

18-Enero-2011, Martes.

INDICADOR POLITICO


+ EU: líderes con caras sucias
+ Demagogia pospone decisiones

Carlos Ramírez

Muy a su estilo de privilegiar la retórica para posponer los grandes debates hasta la siguiente crisis, el presidente Barack Obama convirtió el tiroteo en Tucson, Arizona, en un discurso para recuperar la popularidad perdida por la crisis de expectativas posterior a su elección.
En México se ha querido leer ese discurso en un ejemplo de liderazgo político, cuando en realidad fue nada más un discurso de la demagogia de cauterización que resurge cada vez que la sociedad norteamericana se encuentra con sus propios demonios: privilegiar las oraciones para posponer las decisiones imperiales y de violencia intrínseca.
El discurso de Obama se olvidó de la ley patriótica de Bush que sigue vigente en contra de las garantías sociales, del terrorismo como el factor del miedo que justifica excesos represivos, de la prisión de Guantánamo que Obama se comprometió a cerrar y sigue abierta, de la existencia de leyes que violan derechos por el miedo al terrorismo, del uso de torturas por la CIA aprobadas por Bush y mantenidas por Obama para conseguir información de presos presuntamente terroristas, del aumento de tropas norteamericanas en Afganistán para aplastar a los talibanes porque son una amenaza contra los intereses energéticos de los Estados Unidos.
Asimismo, un discurso cargado de retórica le dio la vuelta a la demanda nacional e internacional de control de armas, seguramente porque la Casa Blanca se niega o es incapaz de confrontar al loby todopoderoso de la Asociación Nacional del Rifle. Y el argumento es el que ya permea en los medios de comunicación estadunidenses que tampoco quieren modificar la posesión libre de armas como esencia de la hegemonía de la violencia: el autor del atentado en Tucson tiene problemas mentales; por tanto, el problema no es de posesión de armas sino de locura.
Con un discurso conceptual logró Obama frenar la indignación social por el atentado en Tucson, a pesar de que hay ciertamente un clima político marcado por la violencia: el tiroteo en Tucson, como muchos otros y sobre todo en centros educativos, ha sido dimensionalmente mayor a cualquier balacera en México. Y el clima de violencia en Arizona contra indocumentados, con autoridades policiacas contratando a actores como policías simbólicos contra migrantes, también es mayor en los EU que el que padecen en México los migrantes centroamericanos.
Los discursos retóricos logran cauterizar heridas en los EU porque en el fondo y a largo plazo no modifican enfoques de dominación racial e imperial. La sociedad norteamericana en realidad no pide justicia sino castigo y tampoco quiere modificar sus comportamientos de dominación violenta. Los estadunidenses quieren sólo creer que son víctimas de enemigos de su forma de vida. Por eso la sociedad política y social mayoritaria nunca ha querido investigar la verdad sobre los daños en el Pentágono en septiembre 11 de 2001 y ha decidido creer en la versión oficial de que se trató de un avión terrorista, aunque hasta ahora no exista ninguna evidencia que lo confirme.
Con un discurso Obama tranquilizó la presión sobre el Congreso para regular la venta de armas. Y le dio una salida demagógica a la relación armas-política. En los EU acaban de publicar una evidencia de esa vinculación siniestra: en noviembre pasado, Jesse Kelly, el oponente republicano de la agredida demócrata Gabrielle Gifford, convocó a sus seguidores a una reunión de la “victoria” para “expulsar” (oust) a la congresista de su oficina, pero ofreciendo el atractivo a los asistentes de disparar una carga de rifle de asalto. Por tanto, el problema de fondo en el caso de los disparos en Tucson no es de locura sino de clima de violencia propiciado por los políticos.
Por eso el discurso de Obama buscó destinatarios locales, no extranjeros. Los estadunidenses tienen su propia lógica que es ajena a la de otros países. Como consecuencia del tiroteo contra la congresista Gifford, el representante demócrata anunció la presentación de una legislación no para controlar armas y con ello la violencia sino para ilegalizar --es decir: prohibir-- la portación de armas en el entorno de mil pies --poco más de 300 metros-- de funcionarios gubernamentales. Se trata sólo de alejar las armas de los políticos, no de encarar la lógica de la violencia.
En México, en cambio, ha querido leerse el discurso de Obama como el de un estadista, pero nada más lejano a la realidad. La intención de Obama fue la de tranquilizar a la sociedad con frases de nociones más religiosas que de decisiones políticas. Lo grave es que Obama de nueva cuenta desoyó a los sectores progresistas estadunidenses que piden mayor control de armas. Pero de nueva cuenta hay que registrar el hecho de que el loby más poderoso del sector legislativo en los EU es justamente el de la Asociación Nacional del Rifle, con sus dos poderosos brazos: el de la libertad de posesión de armas y el de la producción de armamento, el complejo militar-industrial. Las leyes del viejo oeste para portar armas siguen vigentes en Arizona y otras partes de la nación, donde el problema no es la portación sino el permiso.
La diferencia de la violencia entre los EU y México es palpable: en los EU se trata de una violencia social-política e imperial --balaceras contra ciudadanos y ocupación de Irak y Afganistán, como antes Vietnam-- y en México ocurre la violencia del crimen organizado contra el Estado y la sociedad. En los EU la demagogia busca cauterizar heridas para no cambiar la estructura de violencia. Por eso el discurso de Obama logró su objetivo: recuperar popularidad, no resolver la crisis social y moral de los EU.


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