Datos personales

Mi foto
Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

domingo, 18 de diciembre de 2011

18-Diciembre-2011, Domingo.

ESTIMADOS LECTORES: INDICADOR POLITICO SE TOMA, COMO CADA AÑO, UN PAR DE SEMANAS DE VACACIONES Y REGRESARÁ EL LUNES 2 DE ENERO.
A TODOS, UNA MUY FELIZ NAVIDAD Y UN GRAN AÑO 2012.
QUE DESCANSEN.

jueves, 15 de diciembre de 2011

15-Diciembre-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO




+ García Ramírez: PRI represivo

+ El halconazo y la narcopolítica



Carlos Ramírez



Cuando llegó a la Corte Interamericana de los Derechos Humanos el caso Radilla como ejemplo de la represión política del Estado mexicano, el juez internacional Sergio García Ramírez se excusó de participar en los debates aduciendo que era mexicano en el juicio de un asunto mexicano. Sin embargo, el asunto era peor: el juez de la CIDH había sido subsecretario de Gobernación del gobierno de Luis Echeverría cuyo aparato de represión desapareció a Radilla.

Hoy que se debate en la Cámara de Diputados el nombre de García Ramírez como uno de los tres consejeros del Instituto Federal Electoral que faltan para completar la lista de nueve en funciones, los legisladores debieran de ser mucho más cuidadosos en el análisis de las funciones que cumplieron en el pasado. Y García Ramírez viene de la represión  y el fraude electoral del echeverriato.

En realidad, por razones de participación directa en un alto cargo del gobierno echeverrista enjuiciado en la CIDH, García Ramírez debió de haber sido incluido en la lista de funcionarios responsables de la guerra sucia del Estado mexicano contra la disidencia; las tareas entonces de las dos Subsecretarías de Gobernación eran también las de seguridad nacional, toda vez que la Dirección Federal de Seguridad, el brazo represor del entonces Estado priísta, operaba directamente bajo las órdenes de Segob.

Las funciones de García Ramírez como encargado de uno de los brazos políticos del Estado y por tanto de la represión --el otro subsecretario de Gobernación era Fernando Gutiérrez Barrios, durante años jefe de la DFS-- no le eran ajenas. En el currículum que registró Roderic A. Camp para su libro Biografías de políticos mexicanos 1935-1985, García Ramírez aparece con un cargo que ha logrado ocultar aunque no desaparecer: jefe del Departamento de Investigaciones Políticas de la Secretaría de Gobernación y subdirector de Gobierno hasta 1970, la primera encargada del espionaje político de la clase política priísta y la segunda de la negociación con la disidencia; el año de 1970 no era gratuito: fue el de las definiciones de la lista de aspirantes a cargos de elección popular en ese entonces decisiones tomadas en el espionaje político de esas oficinas.

Al servir en la Segob de Echeverría, García Ramírez pasó a formar parte de la élite de poder de ese grupo. Por ello Echeverría lo designó nada menos que procurador de justicia del DF y Territorios Federales de 1970 a 1972 y en ese cargo le tocó desviar y ocultar las pruebas de la responsabilidad oficial del halconazo del 10 de junio de 1971 que por funciones le tocaba la obligación de indagar. El gobierno de Echeverría, del cual formaba parte García Ramírez, ha sido enjuiciado en tribunales mexicanos justamente por la responsabilidad de la agresión contra estudiantes por parte del grupo paramilitar de los Halcones. Hay datos que revelan que García Ramírez estuvo enterado de la agresión; por tanto, en su responsabilidad carga también la deuda del halconazo.

El líder social Rosendo Radilla fue detenido arbitrariamente en agosto de 1974 y pasó a condición de “desaparición forzada”, según determinó la sentencia de la CIDH sobre el caso Radilla del 23 de noviembre de 2009 y que obligó el Estado mexicano --hoy bajo la conducción del gobierno panista de Felipe Calderón-- a pagar los platos rotos de la represión priísta; inclusive, la CIDH utilizó la sentencia del caso Radilla para obligar a México a modificar el fuero militar.

El problema de la sentencia del caso Radilla de la CIDH radicó en el hecho de analizar el asunto y concluirlo sin atender al contexto político: la presencia de guerrilla armada en Guerrero, plaza donde presuntamente desapareció Rosendo Radilla y la represión operada desde Gobernación. Pero la investigación de la CIDH eludió en su indagatoria la corresponsabilidad de las oficinas involucradas en la guerra sucia; en cambio, en la investigación del halconazo, jueces mexicanos y la fiscalía contra represiones encontraron derivaciones en dependencias por las cuales pasaba el control de los grupos secretos represivos del Estado, entre ellos la Federal de Seguridad, pero sin abrir el obturador hacia los funcionarios de la Secretaría de Gobernación que supervisaban a los grupos represores de la guerra sucia contra la disidencia política.

En la investigación del caso Radilla en la CIDH García Ramírez se excusó con el argumento de la nacionalidad igual a la del caso enjuiciado. La sentencia estableció las razones: “el 4 de mayo de 2008 el Juez Sergio García Ramírez presentó su excusa para participar en el presente caso en su “calidad de nacional del Estado demandado”. Al respecto expresó que “el buen desempeño de las funciones jurisdiccionales no reposa solamente en la integridad y capacidad del juez -que son indispensables por supuesto-, sino también en la valoración que se haga sobre aquéllas. Ser, pero también parecer”. Mediante nota de 9 de mayo de 2008 la Presidenta del Tribunal manifestó que “compart[ía] en términos generales” la posición del Juez García Ramírez y aceptó su excusa”. La razón era otra: García Ramírez fue funcionario del área política y de represión del gobierno de Echeverría que desapareció a Radilla.

Dedicado a lo penal en materia de reclusorios, García Ramírez ha tenido una extensa participación política en el PRI: fue candidato a presidente nacional, también participó en la lista de aspirantes priístas a la presidencia de la república en 1987 y ha tenido cargos priístas durante toda su vida profesional. Pero también fue procurador general de la república de 1982 a 1988 y ahí le tocó verse involucrado en el caso Camarena, el agente de la DEA secuestrado, torturado y asesinado por narcos mexicanos; varios agentes de la policía judicial de la PGR de García Ramírez fueron señalados como protectores de bandas de narcos, entre ellos la de Rafael Caro Quintero.

Ante la posibilidad de contar con personalidades de currículum impecable para incorporarse como consejeros del IFE, el PRI decidió imponer a un jurista que participó como abogado en los tiempos del control electoral desde la Secretaría de Gobernación y con hechos que lo involucran con la represión del viejo régimen priísta.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

miércoles, 14 de diciembre de 2011

14-Diciembre-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO




+ PRD: el principio de autoridad

+ El Aguas Blancas de Aguirre



Carlos Ramírez



Nominado por el PRD cuando el PRI le negó la candidatura a gobernador y acreditado sólo por las encuestas que le daban ventaja personal sobre otros candidatos, Angel Heladio Aguirre se convirtió en la carta ganadora perredista para las elecciones en Guerrero pero sin asumir un compromiso de alternancia real.

La represión a estudiantes normalistas guerrerenses que habían pasado a la acción directa con una agenda de demandas fácilmente atendible exhibió la pobreza política y de gobierno del PRD y en Guerrero reveló el fracaso de candidaturas que se definieron sólo para ganar el poder y no para presentar una alternativa en la gestión del gobierno.

Aguirre redujo su estilo de gobierno a las viejas prácticas priístas sólo que ahora bajo el amparo del PRD. Aprobado por Andrés Manuel López Obrador y de la mano de Marcelo Ebrard, Aguirre quiso presentarse como la nueva imagen del PRD en el poder, aunque a los nueve meses se ha perfilado como un engendro político priísta, del corte de los caciques que han gobernado Guerrero y que han salido reventados por casos sonados de represión.

El caso de los normalistas no le es ajeno. Aguirre fue designado gobernador interino a la caída del gobernador electo Rubén Figueroa en 1996 por la masacre de Aguas Blancas, el asesinato de diecisiete campesinos perpetrado por policías estatales. La investigación de la represión llegó hasta la Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de la facultad --hoy trasladada a la CNDH-- de investigar violaciones graves a los derechos humanos.

El caso Aguas Blancas va a ser pronto referido al caso de los normalistas de Chilpancingo. Los campesinos fueron asesinados en junio de 1995 y las responsabilidades llevaban al gobernador Figueroa, al procurador Antonio Alcocer Salazar, al director de la judicial estatal Gustavo Olea Godoy y al general brigadier Mario Arturo Acosta Chaparro. El dictamen final de la Corte estableció que se habían violado los derechos humanos, pero no fincó responsabilidades penales. El entonces presidente Zedillo encontró una salida al caso penal en marzo de 1996 y su secretario de Gobernación Emilio Chuayffet impulsó el interinato de Angel Heladio Aguirre. La crisis de Aguas Blancas hizo nacer a la guerrilla del EPR.

Hoy Aguirre se encuentra en el mismo caso de Figueroa: una represión brutal a estudiantes, tres jóvenes muertos por balas presuntamente de fuerzas policiacas estatales y la lógica negación de responsabilidad por el gobernador perredista y su procurador estatal. Los principales impulsores de la oleada de presión contra el gobernador priísta Figueroa fueron, obviamente, los perredistas, y hoy el gobierno perredista en Guerrero --ejercido por ex priístas e impulsado por los ex priístas López Obrador y Ebrard-- están bajo el fuego de las críticas por el abuso de uso de fuerza letal y sobre todo por la existencia de demandas sociales que han encontrado oídos sordos en los funcionarios perredistas.

La represión en Guerrero del pasado lunes 12 de diciembre ha contaminado toda la agenda de denuncias sociales del PRD en contra el gobierno federal panista. Si se recuerda, la falta de sanciones a Figueroa y funcionarios guerrerenses llevó el asunto a la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la cual estableció en su resolución 49/97 “ejercer las acciones penales correspondientes, a fin de que se establezcan las responsabilidades individuales de los altos funcionarios del estado de Guerrero, identificados en la decisión emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y en consecuencia se les impongan las sanciones penales correspondientes a quienes resulten responsables”.

Por tanto, Aguirre y sus funcionarios judiciales están obligados a resolver el caso de los normalistas de Chilpancingo en la misma línea del caso Aguas Blancas, a menos que un gobierno perredista sea llevado a tribunales internacionales por reprimir la protesta social y criminalizar las demandas de bienestar de los jóvenes. Por lo demás, Aguirre se encuentra también presionado por haber sido el interino priísta impuesto por el saliente Figueroa --su jefe político-- como condición para su separación del cargo de gobernador. En los casos de Aguas Blancas y de los normalistas de Chilpancingo no hubo una directriz directa de represión sino que se trató de una conducta policial en contra de la protesta social.

El trasfondo político del caso de los normalistas de Chilpancingo radica en la sordera social de un gobierno perredista gestionado en su mayoría de cargos por ex priístas de la era figueroísta. La agenda de demandas de los normalistas tenía que ver con ampliación de gasto para becas, alimentación y mantenimiento escolar, nada radical a pesar de representar a Normal Rural de Ayotzinapa de donde salieron los guerrilleros Genaro Vázquez Rojas y Lucio Cabañas. Este detalle obligaba al gobierno perredista de ex priístas a ser más sensibles a las demandas, pero al final se impuso el desdén.

La crisis de represión en Guerrero evidenció el hecho de que el PRD fue usado como una franquicia por ex priístas y que la decisión de optar por Aguirre cuando aún era militante priísta --renunció sólo cuando le aseguraron la nominación del sol azteca-- careció de un compromiso con un proyecto de gobierno más social. Los nueve meses de ejercicio del gobierno perredista del ex priísta Aguirre han sido de revalidación de los viejos estilos priístas.

En todo caso, el que ha salido exhibido y mal parado es el PRD porque un gobernador que ganó con su escudo aparece como la cabeza responsable de un gobierno perredista cuya policía reprimió con excesos y abuso de fuerza una protesta social de jóvenes normalistas radicales y con ello dejó el sabor de un gobierno figueroísta.

Al final, el PRD en Guerrero desde 2005 ha dejado una estela de corrupción y de represión, como si fuera gobierno priísta.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

lunes, 12 de diciembre de 2011

12-Diciembre-2011, Lunes.

INDICADOR POLITICO




+ Rey filósofo para bien gobernar

+ O sólo burócratas del poder



Carlos Ramírez



A partir de la propuesta de Platón de que el gobierno sólo lo puede ejercer con justicia el filósofo, el tropiezo primero de Enrique Peña Nieto ante la pregunta de sus tres libros que marcaron su vida podría llevar a la elaboración de la Biblioteca Peña como la lista de libros que todo aspirante a gobernar debiera leer.

Se trata de una lista de libros de ciencia política indispensables para el ejercicio del poder. Peña, Enrique Cordero y Mario Delgado, aspirantes a posiciones de gobierno de primer nivel, demostraron carecer de una formación sólida en ciencia política, aunque pudieran ser brillantes pragmáticos del poder. Lo malo, sin embargo, radica en el hecho de que el poder se ejerce --los pragmáticos-- o se aplica --los científicos del poder--. Las escuelas de ciencias políticas nacieron justamente para capacitar a los hombres del gobierno en las leyes históricas del ejercicio del poder.

La Biblioteca Peña para el buen gobernante ilustra sobre los fundamentos teóricos del Estado y del poder y de la relación de la sociedad con el gobierno; al final, se trata de obligar a los gobernantes a gobernar con sabiduría y conocimiento teórico y no sólo con el manejo de los hilos del poder. El conocimiento de las ideas es la diferencia entre el poder y el gobierno. Un político que no haya leído esta lista de libros será sólo un administrador del poder, no un estadista:

1.- Platón. 427 a. c. / 347 a. c. La República. Las fuentes originales de las formas de gobierno.

2.- Aristóteles. 384 a. c. / 322 a. c. Constitución de los atenienses. El primer tratado razonado de las leyes y constituciones como la mejor forma de gobierno.

3.- Cicerón. 106 a. c. / 43 a. c. Discursos. La utilización del discurso como tratado de filosofía política.

4.- Niccolo Machiavelli. 1649-1527. Discursos sobre la primera década de Tito Libio. Cómo mantener y acrecentar una república.

5.- Thomas Moro. 1478-1535. Utopía. La construcción de una nación ideal.

6.- Jean Bodin. 1529-1596. Seis libros de la república. El primer tratado sobre la soberanía.

7.- Thomas Hobbes. 1588-1679. Leviatán. La construcción del Estado como contrato para superar el estado de naturaleza.

8.- John Locke. 1632-1704. Tratado del gobierno civil. El paso del gobierno de los reyes por designio de Dios al de la estructura civil.

9.- La ilustración Siglo XVIII. La enciclopedia. Las ideas de la modernidad que anunciaron la revolución francesa.

10.- Barón de Montesquieu. 1689-1755. Del espíritu de las leyes. La teoría clásica de la división de poderes.

11.- Jean Jacques Rousseau. 1712-1778. El contrato social. La soberanía y

12.- Benjamín  Constant 1767-1830. Principios de política. EL mejor tratado sobre el liberalismo y las libertades frente al despotismo.

13.- Alexis de Tocqueville. 1805-1859. Democracia en América. El origen del sistema federalista americano

14.- John Stuart Mill. 1806-1873. Del gobierno representativo. El origen del sistema parlamentario o las condiciones de la representación política.

15.- Karl Marx. 1818-1883. Manifiesto del partido comunista. El descubrimiento de la lucha de clases como motor de la historia.

La propuesta de Platón del rey-filósofo se ha considerado la ideal; sin embargo, bastaría con que los gobernantes tuvieran, como condición indispensable, un bagaje indispensable de cultura política. La cultura política  marca la diferencia entre el poder y el gobierno; el primero es la capacidad de decisión sustentada en el control de las instituciones; el segundo es el talento del gobernante para decidir con justicia. Sería, asimismo, la diferencia entre el político y el estadista.

Los gobernantes mexicanos se han conformado con el conocimiento de los hilos del poder paras ejercer la titularidad de la administración pública. Los generales que ganaron la Revolución no gobernaron sino que mandaron; los abogados derivaron en burócratas paradójicamente al margen de la ley; los tecnócratas vieron a la sociedad como una gráfica de estabilización macroeconómica; y los panistas han tenido que robalear para evitar, en la metáfora de Platón, que les quiten la conducción del barco.

El caso de Peña fue ilustrativo. Ante la pregunta de libros que marcaron su vida, ofreció la contradicción de la religión y la política: la biblia y La silla del Aguila. Para un político, el libro que debiera marcar su vida activa sería, en todo caso, la Constitución y no la biblia. En materia política, el libro de Carlos Fuentes es de los menores y buscó sólo ser una modesta versión región 4 de El Príncipe, de Machiavelli, prefigurado --no en Fernando el Católico y César Borgia-- sino en el perfil de Adolfo Ruiz Cortines, el presidente de la política picaresca.

Peña Nieto estudio derecho en la Universidad Panamericana ligada al Opus Dei, Cordero es actuario y maestro en economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México, Josefina Vázquez Mota estudió economía en la Iberoamericana y Andrés Manuel López Obrador se tituló tardíamente en Ciencias Políticas de la UNAM y con bajas calificaciones. Ante este panorama tecnocrático se hace necesaria una capacitación teórica en materias que tienen que ver directamente con la evolución histórica del Estado, de la sociedad y de las formas de gobierno.

De ahí la curiosidad de unos y la exigencia de otros sobre la formación teórica en ciencia política de los gobernantes. ¿Cuántos habrán leído la Biblioteca Peña?

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

viernes, 9 de diciembre de 2011

9-Diciembre-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO




+ Lecciones de caso Peña Nieto

+ Poder: sensibilidad o realismo



Carlos Ramírez



Los incidentes de tres aspirantes a cargos superiores de elección popular relacionados con la cultura y los libros fueron una especie de laboratorio sociológico y político para apreciar su formación intelectual para ejercer el poder y para apreciar su perfil pragmático como gobernantes.

La confusión sobre autores y títulos fue el menor de los problemas; las lecturas de los hombres de poder revelan parte de la formación intelectual de quienes deben tener la sensibilidad para ejercer el poder. Peña Nieto pareció leer La silla del águila porque sería una especie de El Príncipe región 4 para los priístas, Ernesto Cordero se enredó con nombres de una novela histórica menor y Mario Delgado quiso presumir con el boom latinoamericano tardío.

Las preguntas sobre autores debieron ser aprovechadas por los aspirantes para mandar mensajes políticos sobre su formación teórica. Pero cada uno de los tres mostró una bibliografía sin sentido. Las preguntas a los políticos fueron muy claras: libros que los han formado, no qué lecturas recomiendan. Peña Nieto dice haber leído pasajes de la biblia pero no aclaró cuál de las versiones y qué pasajes y La silla del águila es una obra muy menor del Fuentes priísta; Cordero debía explicar qué tiene La isla de la pasión para forjar a un gobernante, y Cien años de soledad apareció como la coartada fácil sobre todo si se confunde su autoría.

Uno esperaría libros que forjaron el enfoque político de los gobernantes. Y muy pocos gobernantes, para decir casi ninguno, parece haber leído el texto que debe considerarse como la biblia de la ciencia política y de la tarea de los gobernantes: Discursos sobre la primera década de Tito Livio, la verdadera obra magna de Maquiavelo, mucho más rica que el manual del político perverso que quiere ser El Príncipe. En los Discursos Maquiavelo despliega el razonamiento político para la tarea primordial de un gobernante: cómo mantener y acrecentar la república.

Pero más allá del deber ser, los casos de Peña, Cordero y Delgado dejaron en el ambiente político varias lecciones:

1.- La ignorancia intelectual de quienes deben ejercer el poder con sensibilidad; con ello, quedó la sensación de que nuestros políticos son exageradamente pragmáticos, lo que aportaría elementos para entender por qué estamos como estamos.

2.- El analfabetismo cultural funcional de la clase política, sobre todo porque la cultura es uno de los elementos fundamentales --o al menos debería de serlo-- del ejercicio del poder. Si es grave en dos aspirantes presidenciales, no es menos justificable en un secretario de Educación Pública capitalino.

3.- El pecado de la presunción; los políticos mexicanos no debieran incursionar en escenarios ajenos a su formación, pero al asistir a eventos relacionados con los libros cuando menos debieron de haberse preparado sobre el tema central. Codero criticó a Peña pero cometió la misma pifia.

4.- Si el ejercicio del poder se divide entre la responsabilidad y la convicción --diría Max Weber-- como campos dialécticos, la política debiera ser una fusión de la teoría y la práctica. En El Político Platón fija sus criterios sobre el rey filósofo como el ideal del gobernante, aunque fue echado de Siracusa cuando quiso educar a Dionisio.

5.- La cultura es el antídoto al pragmatismo de poder de los gobernantes. A partir de ahora, las preguntas sobre la formación intelectual de los gobernantes debieran ser obligatorias en entrevistas políticas. Más aún, los casos de Peña, Cordero y Delgado podrían ayudar a elaborar un cuestionario especial --¿Cuestionario Peña como Cuestionario Proust?-- para indagar el perfil intelectual de los gobernantes.

La formación intelectual de los gobernantes no sería la garantía del éxito pero sí ayudaría a sensibilizar a quienes toman decisiones. José López Portillo fue el presidente más culto que ha tenido el país, pero le tocó una crisis mal administrada por su gabinete económico, sobre todo Miguel de la Madrid y Carlos Salinas de Gortari. José Vasconcelos fue el escritor de mayor rango intelectual que ha tenido la SEP y pudo desarrollar una expansión de la cultura en el ciclo de los caudillos; el escritor mayor Agustín Yáñez perdió al justificar el acoso de Díaz Ordaz a los estudiantes universitarios. Y pululan los intelectuales que han  sido la coartada de las represiones del poder. Lo ideal sería que el poder estuviera acotado por la cultura.

Del caso Peña quedan dos puntos pendientes:

1.- Los políticos son los que determinan los espacios públicos y privados de sus familias. El presidente español José Luis Rodríguez Zapatero excluyó absolutamente a su familia de la política y ésta no aparece en ninguna actividad de medios. Pero cuando familiares de políticos explotan a los medios, aparecen en Hola y escriben en redes sociales, entonces se meten al debate público y deben de pagar su cuota de exposición mediática. Nadie empotró a la hija de Peña en el conflicto del domingo; ella se involucró con un comentario público. Al final, por añadidura, la familia es la ventana de la formación moral de los políticos.

2.- Ahora se sabe --www.sinembargo.mx/07-12-2011/89670-- que Peña Nieto tiene a una experta en redes sociales formada en Televisa, pero la tuitiza del lunes mostró que no le hizo caso o su asesora no supo qué hacer. Las redes internet no son sólo para reproducir mensajes sino para construir comunidades y para establecer diálogos y debates, retroalimentaciones; pero los políticos creen que las redes internet son el moderno espejo mágico de la bruja del cuento de Blanca Nieves, papel, decía Manuel Buendía, que en la época de esplendor del PRI ofrecían los periódicos diarios bajo control oficial.

Lo de menos es suponer si los incidentes les quitaron votos a Peña, Cordero y Delgado; lo importante es que la sociedad vio a los políticos en su verdadera dimensión cultural y la cultura es la esencia del ser humano.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

jueves, 8 de diciembre de 2011

8-Diciembre-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO




+ AMLO, KO PRD: así o más claro

+ Y dedazos también en candidatos



Carlos Ramírez



Aunque era esperarse, la lista de operadores de la campaña electoral perredista para el 2012 dejó verdaderamente fríos a los dirigentes del partido porque el PRD fue soslayado y Andrés Manuel López Obrador se quedó con todos los cargos para militantes de Morena, el PT y Movimiento Ciudadano.

Asimismo, el precandidato único de la alianza PRD-PT-MC tomó el control de las coordinaciones territoriales que tendrán la tarea de “conducir el proceso” de selección de candidatos a diputados, senadores, gobernadores y alcaldes que se disputarán posiciones en las elecciones del 2012. Es decir, el dedazo de nominación de candidatos se lo quedó López Obrador.

Así, el PRD fue otra vez marginado. Hace seis años, presiones perredistas obligaron a López Obrador a designar a Jesús Ortega --líder de Los Chuchos-- como jefe de la campaña presidencial, aunque el tabasqueño se movió por su lado y sin consultar al partido. Ninguneado por Los Chuchos y obligado por Ebrard a decidir la candidatura del 2012 en una encuesta, López Obrador se convirtió el martes en su propio jefe de campaña; y el PRD, nuevamente soslayado, tendrá que aguantar el desdén.

Y por si fuera poco y después de públicamente haberle cedido a Ebrard el honor de designar por dedazo al sucesor perredista en el gobierno del DF, López Obrador movió los hilos de poder y a través del Partido del Trabajo ya vetó a las dos figuras principales del precario ebradismo capitalino: Mario Delgado, secretario de Educación, y Miguel Angel Mancera, procurador de justicia, fueron frenados por el PT con el argumento de que no son de izquierda, aunque los dos se presentaron como parte de la autodenominada “nueva” izquierda capitalina comandada por el autodenominado neoizquierdista Ebrard.

Con esos movimientos estratégicos, López Obrador y sus estructuras de poder se sobrepusieron al PRD y de hecho se quedaron con la franquicia, la sigla PRD, que nuevamente con ingenuidad creyeron Los Chuchos y Ebrard en los dichos del tabasqueño, pero ya no tienen salidas porque López Obrador ya fue ungido como “precandidato único” del PRD a la presidencia de la república.

El compromiso era otro: el PRD debía de aparecer como la sigla dominante por su fuerza mucho mayor que el PT, MC y Morena juntos, lo que había permitido filtrar la información de que el coordinador de la campaña tendría que ser un perredista de Los Chuchos. Pero como siempre, López Obrador decidió por/para mismo y las principales coordinaciones fueron para militantes del lopezobradorismo fuera del PRD.

Al final, el PRD nada tiene que hacer en la campaña de López Obrador; todo se lo quedó el tabasqueño. La propuesta programática del PRD tiene alcances de reorganización política del Estado y de un replanteamiento de las políticas públicas, pero ya López Obrador decidió por sí mismo que su bandera de campaña sea la “república amorosa” que se ha prestado más a chunga y que en todo caso tiene que ver con un fundamentalismo religioso convirtiendo al candidato presidencial en una especie de pastor protestante ofreciendo la venta de indulgencias y un conformismo conservador ajeno al planteamiento ideológico de un partido de centro-progresista como el PRD.

Lo grave del asunto fue que el equipo lopezobradorista de campaña fue decidido directamente por López Obrador sin negociarlo con el PRD e inclusive primero filtrado como madruguete político antes de informarlo oficialmente. La designación del senador petista Ricardo Monreal como coordinador general de la campaña causó estragos en el PRD porque mandó el mensaje de que López Obrador seguirá como candidato de sus organizaciones y el PRD queda sólo como una sigla sometida al proyecto personal del precandidato único.

Lo que ha causado más irritación en el PRD ha sido la decisión de López Obrador de apropiarse del mecanismo de selección de candidatos a cargos de elección popular en las elecciones de julio del 2012. De las cinco coordinaciones territoriales, López Obrador se quedó prácticamente con cuatro: Dante Delgado-MC en la uno, Alberto Anaya-PT en la dos, Rosario López-Morena en la tres, René Cervera-Ebrard en la cuatro y Patricia Patiño-GDF-Morena en la cinco. Hasta ayer, Cervera, coordinador de la fundación de Ebrard para su frustrada candidatura presidencial, no había aclarado si la nominación de López Obrador había sido ya negociada con Ebrard o se había anunciado como otro albazo para arrinconar al jefe de gobierno. Y los sectores clave de estructura electoral, administración y foros para definiciones de propuestas también se las apropió el tabasqueño: Jaime Cárdenas, Yeidkol Polevnsky y Claudia Sheinbaum.

El mensaje de López Obrador al PRD fue más que claro: la estructura de campaña del candidato de la alianza PRD-PT-MC --Morena no tiene registro-- será la dominante y la encargada del reparto de candidaturas a los cientos de cargos de elección popular que se votarán también el primero de julio próximo. Y si el mecanismo será el de las encuestas, de todos modos el aparato de poder encargado de la selección estará dominado en abrumadora mayoría por el grupo de interés de López Obrador.

La disociación López Obrador-PRD quedó más que clara con la exclusión de Manuel Camacho Solís, coordinador de la alianza PRD-PT-MC, Jesús Zambrano, presidente nacional del PRD, y Jesús Ortega, ex presidente del PRD y jefe político de Los Chuchos. Los perredistas incorporados a la estructura de López Obrador son de menor nivel y el tabasqueño sólo se dignó a hacer alianza directa con Marcelo Ebrard al incorporar a su operador en la fundación ebradista.

Eso sí, ya López Obrador comenzó a poner obstáculos y vetos a los candidatos ebradistas a la jefatura de gobierno del DF y con ello quiere obligar a PRD a negociar con el PT, MC y Morena aunque no tanto el DF sino someterlos en los acuerdos de la candidatura presidencial: un quid pro quo que le deje manos libres en la estructura de la campaña; por lo demás, Ebrard cedió ingenuamente la candidatura presidencial sin haber resuelto antes la candidatura al DF, lo cual fue astutamente aprovechado por el tabasqueño.

Total, que de nueva cuenta López Obrador se comió al PRD.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

miércoles, 7 de diciembre de 2011

7-Diciembre-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO




+ Moreira y el fantasma de 2005

+ ¿Repetirán caso Tucom-RMP?



Carlos Ramírez



Una lectura transversal de la caída de Humberto Moreira se maneja en los pasillos de poder del PRI: la repetición del caso Tucom-Madrazo-montielazo para quitarle a Enrique Peña Nieto el control casi total del partido y obligarlo a una distribución del poder político.

La retirada de Manlio Fabio Beltrones de la competencia por la candidatura con argumentos de falta de espacios de pluralidad reactivó la crisis de 2005-2006 del PRI con la decisión de Roberto Madrazo de no abandonar la presidencia del PRI y desde ahí operar con ventaja la candidatura presidencial apoderándose de todos los espacios de designaciones de candidatos legislativos.

Moreira fue una decisión impuesta por Peña Nieto desde principios de 2011 bajo el criterio de que era el precandidato presidencial priísta mejor posicionado en las encuestas y que difícilmente alguien podría disputarle la decisión final. Sin embargo, causó irritación en el PRI que a pesar de esa ventaja Peña Nieto hubiera maniobrado para tomar el control total del partido con un candidato único a la presidencia del CEN y sin negociación con los grupos de poder.

En el fondo, la disputa en el PRI se daba en tres pistas: la candidatura presidencial que Peña Nieto nunca ha querido ponerla a discusión, la nominación de candidatos a diputados y senadores centralizada en el CEN peñista para evitar el problema de 2009 cuando Beatriz Paredes negoció con gobernadores sus sucesiones estatales a cambio de la designación centralizada de legisladores y la estructura de poder regional con los gobernadores como grupos de poder.

En este escenario arribó Moreira a la presidencia del CEN del PRI como el espacio de poder sometido a las decisiones directas de Peña Nieto, lo que causó problemas con el grupo más visible, el del senador Beltrones. El retiro de Beltrones no sólo de la competencia por la candidatura sino de la actividad priísta fracturó la unidad interna del partido y prendió los focos rojos por el recuerdo del fantasma Madrazo-Tucom.

La crisis Tucom-Madrazo ocurrió como una rebelión priísta contra la posibilidad de que Madrazo ganara las elecciones y restaurara el esquema del presidencialismo autoritario centralizador. Inclusive, fue uno de los argumentos que usó el PAN, dirigido entonces por Manuel Espino, para negociar el apoyo de gobernadores priístas al candidato panista Felipe Calderón. Los priístas vieron la posibilidad del viejo presidencialismo por la forma en que Madrazo manejó desde el PRI su propia candidatura presidencial.

Los estilos de Peña Nieto han vuelto a despertar esos fantasmas del pasado: la forma en que ha asumido la precandidatura casi oficial sólo basado en encuestas, el control al que ha sometido a los gobernadores priístas, el apoyo dado a los candidatos a gobernador que ganaron en el último año y hasta el dedazo a favor de Beatriz Paredes para que sea la candidata impuesta a la jefatura de gobierno del DF; los aspirantes a posiciones legislativas se han visto obligados a regresar al viejo estilo de hacer caravanas ante el nuevo hombre fuerte del PRI para obtener algo en el reparto de candidaturas.

El asunto se ha complicado con las alianzas del PRI de Peña con el Panal de Elba Esther Gordillo y el Partido Verde de Jorge Emilio González, dos figuras políticas controladas por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari. El compromiso de entregarles posiciones privilegiadas en las candidaturas a diputados federales y senadores ya causó irritación en precandidatos estatales que habían hecho labor de partido y que fueron desplazados de un plumazo por las alianzas operadas por Salinas.

Para corrientes priístas, el estilo presidencialista de Peña Nieto se parece demasiado al de Roberto Madrazo, por lo que algunas preparan movilizaciones en contra de esas cesiones de poder. La alianza de Peña Nieto con Gordillo no se preocupó por negociarse con grupos priístas que hicieron lo suficiente en el 2006 para echar del PRI a la cacique del SNTE y que aún recuerdan cómo la señora Gordillo fue el principal ariete del PAN para derrotar a Madrazo y al PRI. Esta imposición ha despertado a los políticos madracistas que aún sobreviven en el PRI y que se habían aliado a Peña Nieto pero no para regresar a Gordillo a los espacios de poder del PRI.

En este contexto, la caída de Moreira dejó muchos sabores de las maniobras que llevaron a la derrota de Arturo Montiel como el precandidato del PRI mejor posicionado que Madrazo y luego las que condujeron a la derrota presidencial del PRI con Madrazo como candidato. Desde que aparecieron las primeras revelaciones del problema de la deuda estatal en Coahuila, Moreira nunca tuvo el apoyo real del PRI y de los priístas pero se sostuvo por decisión de Peña Nieto. Pero luego de las elecciones en Michoacán, Peña Nieto y Beltrones empujaron a Moreira a la picota. Y el colmo de esa forma de sacrificio político la dio Peña Nieto al declarar, luego de la renuncia, que la caída de Moreira “favorece” la victoria del PRI, como si su permanencia hubiera sido el adelanto de la derrota.

En el fondo, la caída de Moreira tuvo sus principales referentes en la lucha dentro del PRI por el control del partido y la asignación de candidaturas legislativas. En este contexto, la posible designación de Pedro Joaquín Coldwell como nuevo presidente del tricolor podría ser una negociación interna con el grupo de Beltrones pero con efectos colaterales en la alianza del PRI con Gordillo y en el reparto de candidaturas legislativas o al final Coldwell se sometería al control directo de Peña Nieto.

Lo único que quedó claro de la caída de Moreira es que el PRI no se ha cohesionado y que podría estarse incubando un Tucom divisionista contra el estilo presidencialista de Peña Nieto muy parecido al presidencialismo autoritario de Carlos Salinas de Gortari.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

martes, 6 de diciembre de 2011

6-Diciembre-2011, Martes.

INDICADOR POLITICO




+ Twitter: una sociedad no priísta

+ Peña: no-lectura de Habermas



Carlos Ramírez



Más que a Enrique Peña Nieto, ayer las redes sociales se le aparecieron a los políticos como un espacio público indomeñable, autónomo y detonador. Y ayer, en el caso del precandidato único del PRI a la presidencia, los políticos demostraron carecer de asesores cibernéticos.

El escándalo estalló el domingo con el tropiezo del ex gobernador mexiquense en la Feria del Libro de Guadalajara cuando confundió autores y citó libros de oídas y se potenció a la media noche con un retwitter de su hija @Pau_95Pena --luego cerrado-- de un mensaje que llamó pendejos y prole a los críticos de su papá. A lo largo de todo el lunes, el twitter hirvió de críticas y Peña reaccionó hasta el mediodía, cuando el daño estaba hecho.

Independientemente de los temas centrales del incidente, el punto clave se localizó en la incapacidad de los políticos y sobre todo del precandidato presidencial que encabeza las encuestas para entender la lógica de las redes sociales cibernéticas: sin asesoría, lento, casi pasivo, Peña abandonó la plaza y regresó al mediodía con una disculpa, como si twitter fuera un boletín de prensa y no el nuevo espacio público de la participación social en política.

La fuerza del internet y de twitter se mostró en el caso Peña Nieto no tanto en el número de mexicanos con acceso a las redes cibernéticas, sino por su impacto en los periódicos, la radio y la televisión, quienes recogieron el debate y lo potenciaron. Peña Nieto se quedó pasmado, aislado y sin entender la dinámica del twitter porque tardó en responder cuando el tema ya se había multiplicado; con ello mostró no sólo que no sabe del funcionamiento social del internet sino que carece de asesores y de un equipo especializado en redes, cuando algunos políticos manejan el modelo web 2.0 de interrelación de los escenarios cibernéticos y su dinámica de retroalimentación y la creación de comunidades cibernéticas.

El internet ha demostrado ser una herramienta para uso político. Barack Obama la ha utilizado para difundir mensajes y para recolectar fondos por la dispersión social en los EU. En España el internet ha sido incorporado a los equipos de marketing político de los partidos y con ello no sólo se salen de los espacios limitados de los periódicos y la televisión, sino que crean redes de comunicación inmediata; el movimiento de 15-M y los Indignados nacieron de una convocatoria en internet.

Las redes sociales conforman un espacio integrado y participativo no sólo para la intercomunicación (Twitter) o la relación (Facebook) sino para el activismo político. Pero sus posibilidades han avanzado hacia la conformación de verdaderas comunidades sociales para el intercambio activo y la movilización. De alguna forma las redes sociales podrían considerarse como espacios públicos ocupados por grupos sociales porque ahí se carecen de reglas, limitaciones y carnets de grupos; no suplen a los partidos políticos pero de alguna manera pueden conformar un tipo de asociación con posibilidades de participación política.

A pesar de la importancia del espacio cibernético, los políticos mexicanos se han quedado en la primera fase: el registro de cuentas sólo para la difusión de información de primer piso. Sin embargo, ingresaron a un espacio público abierto, dinámico, sin reglas del juego, utilizado por la sociedad como mecanismo de respuesta-protesta-participación, sin espacios de intermediación. A Peña Nieto le tocó probar la dinámica y la fuerza del internet como un espacio de confrontación social por los libros y el mensaje de su hija. Durante doce horas se pasmó sin entender que la falta de reacciones inmediatas posibilitó que la plaza fuera tomada por la crítica, el escarnio y la protesta.

Asimismo, Peña Nieto pudo percibir lo veleidoso del Twitter: el precandidato panista Ernesto Cordero acudió a una entrevista con Sergio Sarmiento y ahí criticó a Peña Nieto por el tema de los libros, pero él mismo cometió un error similar al confundir a la autora del libro La isla de la pasión; sin embargo, por más que hubo estimuladores de la polémica, al final el caso de Cordero no prendió en la red como el de Peña Nieto: algunos acreditaron esta disparidad a un hecho político que pudo haberle servido al panista para sondear el ambiente electoral: Peña Nieto fue apabullado por su condición de precandidato puntero y a Cordero no le concedieron posibilidades electorales.

La dinámica de la información política en las redes sociales, sobre todo Twitter, obliga a los políticos a entender primero el fenómeno social de un país que encontró en el internet un espacio público fuera de cualquier control oficial o partidista y con ello detectar una comunidad social rebelde, ajena a las reglas del juego de los periódicos, la radio o la televisión, a veces sin atender inclusive a las exigencias políticas. Sin embargo, el efecto de los casos Peña Nieto y su hija demostró la fuerza social de las redes cibernéticas y la necesidad de los políticos de establecer formas de utilización no sólo para difundir imagen sino para controlar daños.

Las estrecheces de los medios tradicionales y la ruptura de los consensos sociales ha convertido a las redes cibernéticas en un nuevo espacio social y público, entendido a la manera de Habermas: un lugar para el posicionamiento de una parte de la sociedad que pude influir en el comportamiento de las masas y de hecho capaz de disputarle dirección política a los partidos ya debilitados por las oligarquías dirigentes.

Y lo que menos tiene el internet es el perfil de comunidad virtual porque es tan real que puede apabullar, como le tocó ayer padecerlo a Peña Nieto.

(Hoy martes a las siete de la noche se inaugura el Museo del Escritor, una iniciativa del novelista René Avilés Fabila, en el Faro del Saber Bicentenario, Parque Lira 94, Col. Observatorio.)





- - 0 - -

lunes, 5 de diciembre de 2011

5-Diciembre-2011, Lunes.

INDICADOR POLITICO




+ Moreira: un golpe duro a Peña

+ Desarticulan red de poder 2012



Carlos Ramírez



Si se buscara uno de los elementos cohesionadores de la lealtad dentro del PRI y de la construcción de sus estructuras de poder, ése sería la complicidad. Por eso dentro del PRI consideran que el empujón final para sacar a Humberto Moreira de la dirigencia del PRI fue de Enrique Peña Nieto y con ello mandó un mensaje negativo hacia los priístas.

La ofensiva para bombardear a Moreira formó parte de una estrategia armada con paciencia y capacidad de observación. Al menos hasta ahora existen cinco datos que pudieran ayudar a explicar el trasfondo del conflicto también como producto de una guerra interna entre facciones tricolores:

1.- Moreira fue el responsable de la alianza del PRI con Elba Esther Gordillo, quien había sido echada del PRI por presión de priístas, sobre todo oaxaqueños. Gordillo siempre ha dicho que el verdugo de salida del tricolor fue Manlio Fabio Beltrones. Por tanto, la decisión de Enrique Peña Nieto de aliarse con Gordillo fue el primer golpe contra Beltrones y los grupos antielbistas. Detrás del operativo de regreso de Gordillo al PRI estuvo la mano operadora de Carlos Salinas de Gortari, sin duda el primer priísta del país que está manejando el regreso del PRI a la presidencia con Peña.

Por tanto, la salida de Moreira deja huérfana la alianza del PRI de Peña con Gordillo, lo que ha generado ya algunas preocupaciones en la cacique sindical. La llegada esta semana probablemente del senador priísta Pedro Joaquín Coldwell a la presidencia del CEN priista, luego del interinato de días de Cristina Díaz, podría ser otro mal mensaje para Gordillo, porque Coldwell estaría más cercano a Beltrones y al PRI que había dicho claramente que ya no necesitaban a Gordillo y que su regreso desataría --como ha sido-- las peores críticas contra el partido para el 2012.

2.- Moreira arribó al PRI por decisión directa de Peña y como parte de su asalto adelantado a la candidatura presidencial. El aterrizaje de Moreira se dio justo cuando Beltrones había abierto su juego para participar en la designación del candidato priísta a la presidencia, por lo que la imposición de Moreira fue parte del viejo estilo priísta del madruguete de posiciones políticas y partidistas. Peña no le dio ningún espacio a Beltrones y se apropió de toda la estructura del partido.

Hasta antes de las elecciones estatales del 2010, el entonces gobernador oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz se perfilaba como el sucesor de Beatriz Paredes en el comité nacional priísta; sin embargo, la derrota priísta en Oaxaca volteó los ojos hacia Humberto Moreira, cuyo dominio político de su plaza fue tan apabullante que impuso su hermano como el futuro sucesor en el gobierno estatal. Ahí fue cuando Peña, sin conocer los datos de la gestión de Moreira de la deuda estatal, tomó la decisión de imponer al entonces gobernador coahuilense como dirigente del PRI.

3.- La caída de Moreira, por los tiempos políticos sucesorios, llegó en el peor momento circunstancial: Moreira había logrado, por trabajo de carisma personal, reconstruir a los PRI de los estados como una red de poder político y electoral, aún en las plazas en donde el PRI local se había dividido por disputas estatales de poder. El gran peligro del PRI nacional en julio del 2012 radicaba justamente en la falta de unidad de acción del PRI en las plazas locales y por tanto en la dispersión o pérdida de votos. Con paciencia, Moreira volvió a atar lo desatado y estableció compromisos que dependían de su gestión personal, porque Peña no dedicó ni un segundo a ese tema.

Al salir como salió del PRI, el sucesor de Moreira difícilmente tendrá tiempo, voluntad y habilidad para retomar esos hilos sueltos del poder priísta estatal. Justo antes de la renuncia de Moreira, algunos grupos políticos locales habían comenzado a romper acuerdos provisionales por la cesión de importantes posiciones en candidaturas legislativas federales a la señora Gordillo y al Partido Verde por la alianza, incumpliendo con ello compromisos asumidos por Moreira; lo que viene entonces es una rebelión de priístas estatales contra el PRI y desde luego que contra Peña Nieto por la interrupción de carreras políticas y el regalo de posiciones priístas a la señora Gordillo que había sido echada del PRI por haber negociado en secreto con Vicente Fox y su papel en la derrota de Roberto Madrazo en el 2006. Por la forma en que fue echado, Moreira no hará ninguna gestión de fuera del PRI a favor del PRI.

4.- A pesar de la oposición de algunos grupos de poder en el PRI, Moreira había jugado parte de su capital político en la decisión de incorporar a exgobernadores priístas como secretarios o subsecretarios adjuntos --posiciones más de consentimiento que de acción-- del CEN priísta y luego, cuando encontró oposición externa por el saldo de algunos de ellos en materia de inseguridad, Moreira los impuso como “delegados especiales” en regiones de la república. Con ello, Moreira construyó una estructura de poder priísta diferente a la tradicional y ahora el nuevo dirigente Coldwell tendrá que reconstruir alianzas de otra manera pero cargando con las famas públicas negativas de gobernadores que, por lo demás, están en la lista de revelaciones panistas de corto plazo.

5.- La caída de Moreira mostró que la complicidad como pacto político entre grupos de poder internos se exhibe hoy como una piel de zapa balzaciana: cumple deseos pero se achica cada vez. El asunto es primordial para muchos priístas porque vieron en el caso Moreira un estilo político de ejercer el poder del panismo en la presidencia y que detrás del coahuilense vienen otros casos de priístas contaminados por presuntas irregularidades en sus estados. Y cuando se requiere más que nunca que el regreso del PRI a la presidencia puede refrendar el principio de la complicidad política, Moreira aparece no sólo no cuidado desde que aparecieron las primeras revelaciones sino abandonado a su suerte por Peña Nieto.

Y si sin complicidad no hay paraíso priísta, muchos priístas se preguntan cuál será entonces el factor de cohesión para jugarse el todo por el todo en las elecciones presidenciales del 2012. Porque si el PRI pierde, dicen priístas, podría haber uno, don tres, muchos moreiras en el horizonte político.

(Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -

viernes, 2 de diciembre de 2011

2-Diciembre-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO




+ Europa: crisis de paradigmas

+ Neoliberalismo-neopopulismo



Carlos Ramírez



PARIS, Francia.- Un fantasma recorre Europa: es el fantasma del capitalismo. Frente a la crisis de finanzas públicas provocadas por gobiernos socialdemócratas al gastar más que sus ingresos, el dilema europeo ha sido resuelto en la práctica: salvar al capitalismo a costa del Estado de bienestar.

Los gobiernos conservadores de Francia y Alemania que tienen en sus manos el destino económico de Europa no quieren pensar en doctrinas sino que buscan estabilizar la macroeconomía. La época de las vacas gordas en Europa ya terminó y ahora la crisis económica y financiera es como una epidemia de vacas locas.

La crisis europea se reduce a un planteamiento sencillo: los gobiernos financiaron la crisis de 2008 con deuda externa bancaria y con la autorización del FMI de aumentar el gasto aunque subiera el déficit presupuestal; la idea era mantener ritmos de crecimiento económico y gasto social. Pero el modelo falló, el PIB se contrajo, los gobiernos se endeudaron de más y dispararon su déficit presupuestal de una media de 2% a cifras de dos dígitos y ha llegado la hora de los ajustes.

El problema de fondo fue que las políticas fiscales expansivas no impulsaron el desarrollo ni el crecimiento económico y sí rompieron el equilibrio macroeconómico. Los economistas keynesianos que apoyan el gasto insisten en que los desequilibrios no son importantes, pero el déficit presupuestal obliga a más deuda o a emitir circulante y los bancos ya no quieren presentar porque no hay garantías de pago y el circulante introduciría el factor inflacionario.

En Europa ha ganado el neoliberalismo y Francia, Alemania, el FMI y el Banco Central Europeo imponen los programas de ajuste de gasto; así,  la gran derrotada en esta fase de la crisis ha sido la socialdemocracia.

El problema, sin embargo, es mucho mayor. La crisis no es de ciclos: uno de expansión social seguido de otro de ajuste financiero y luego más política social. En el fondo Europa ha delineado la parte más importante de la crisis económica: el papel social del Estado o Estado de bienestar. La crisis en realidad no estalló por el aumento de gasto social --a excepción de las locuras de rey mago español José Luis Rodríguez Zapatero que se puso a regalar dinero-- sino por la parte que los economistas se niegan a discutir con seriedad aunque a veces en las crisis se topan con ella: la crisis fiscal del Estado, es decir, el enfoque de la crisis por el lado de los ingresos.

Asimismo, las socialdemocracias han fracasado en sus programas sociales de bienestar; muchos de ellos se han centrado en programas improductivos, destinados a sectores minoritarios y sin efecto en la dinámica económica global. Los países con verdaderas políticas sociales --los de Europa del norte-- han resistido la crisis porque sus programas están blindados y forman parte de la dinámica de la multiplicación de la riqueza. Pero Zapatero, por ejemplo, devolvió impuestos a los ricos y regaló dinero a las madres, sin atender al equilibrio en los ingresos y previendo un efecto negativo en el déficit presupuestal.

Los gobiernos que enfrentaron la crisis del 2008 con políticas fiscales expansivas --autorizados, por cierto, por el FMI del socialista francés Dominique Strauss-Kahn-- se equivocaron en el uso de los impuestos porque los destinaron a actividades improductivas y no a estimular el crecimiento económico. Y sin mover los ingresos fiscales, los gobiernos se acurrucaron en créditos de la banca privada internacional también sin garantizar mecanismos de garantía para el pago del servicio de la deuda.

La crisis europea, por tanto, ha sido la del paradigma socialdemócrata. Sólo que no ha sido estrictamente del pensamiento social de esa corriente sino de la aplicación de políticas económicas irresponsables, basadas sólo en la expansión del gasto y sin atender el factor fundamental de los ingresos. Es decir, se trató de una socialdemocracia disfrazada de neopopulismo bastardo como el aplicado en México y América Latina en los setenta y ochenta y que abrió el paso a la irrupción en el poder de una clase política dirigente neoliberal y tecnocrática. El paradigma socialdemócrata tiene, por tanto, que revisarse no en su fundamento de objetivos sociales, sino de instrumentos de política económica. Si no lo hace, su irresponsabilidad le seguirá abriendo las puertas al neoliberalismo y a la tecnocracia.

Los ajustes de gasto en Inglaterra, Portugal, Grecia, España e Italia han sido enfatizados en el nivel de gasto social. Ahí se localiza el segundo error de los socialdemócratas: sacrificar a sectores sociales dependientes del presupuesto público. Los aumentos de impuestos no han afectado las finanzas de los ricos sino el consumo generalizado, lo que sería un segundo costo social. Los cuatro pilares del Estado de bienestar son sacrificados por los ajustes neoliberales: educación salud, sectores marginados y prestaciones sociales laborales. Hasta ahora, los gobiernos socialdemócratas se han negado a un replanteamiento de la política fiscal a los ricos y a los sectores productivos.

La socialdemocracia había sido asumida como la tercera vía entre el socialismo de Estado y el capitalismo depredador; sólo que su fundamento teórico se desvió hacia el pragmatismo de gasto social no productivo que normalmente dura hasta que aguanten las finanzas públicas; una verdadera política social no es la que busca atender a minorías sino establecer coberturas de bienestar a sectores marginados del desarrollo. Las protestas sociales en los países europeos tratan de proteger el gasto en educación, salud y prestaciones laborales, pero sin que la socialdemocracia razone un nuevo modelo productivo equilibrado.

El problema de largo plazo es que el ajuste neoliberal puede estabilizar la macroeconomía pero desequilibrar la estabilidad social con pobreza adicional; actuando con más gasto en nombre de los pobres, la socialdemocracia no ha hecho más que multiplicar a los marginados. De ahí el otro dilema de la socialdemocracia: o rediseña su paradigma o no será opción de poder al capitalismo depredador.

 (Diario Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)




- - 0 - -