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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

lunes, 28 de febrero de 2011

28-Febrero-2011, Lunes.

PUBLICAR EL lunes 28 DE FEBRERO DE 2011.

carlos ramírez,
27-febrero-2011,
indicador,
sarko-libia.doc

INDICADOR POLITICO


+ Armas de Sarkozy matan a libios
+ Zona árabe: EU, petróleo, poder

Carlos Ramírez

Desgastado en la defensa de una delincuente sentenciada en México, el presidente Nicolás Sarkozy tiene enfrente a un problema mayor aunque de la misma dimensión: la venta de armas al gobierno libio del coronel Mu‘ammar al-Qaddafi, muchas de las cuales ahora mismo están asesinando libios que salieron a las calles a derrocar a la dictadura de cuarenta y dos años.
En la visita de al-Qaddafi a París, en diciembre de 2007, Sarkozy le dio al dictador un recibimiento digno de la Corte de Luis XVI, con todo y la Marie-Antoinette del siglo XXI que vive en el Elíseo. La razón del tratamiento monárquico tuvo que ver con el compromiso de negocios favorables a Francia por más de 10 mil millones de euros. Ello hizo que Sarkozy excluyera de la agenda bilateral el tema de los derechos humanos.
El poder de al-Qaddafi proviene de los dólares del petróleo. Por las mismas fechas, el dictador libio visitó España y el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y el rey Juan Carlos I le dieron también su lugar en la historia, pero, como en el caso de Francia, previo el compromiso de compras por Libia de 11 mil 500 millones de euros. Tampoco España hizo algún gesto de contrariedad por la violación de los derechos humanos. Y con Italia --Libia fue una colonia-- sobra decir la extraordinaria relación de al-Qaddafi con Il Cavaliere Silvio Berlusconi.
Pero se trata del al-Qaddafi que financia grupos radicales y su capacidad de convocatoria involucra reuniones abiertas en Trípoli con todos los grupos revolucionarios, desde cubanos, nicaragüenses y venezolanos, hasta italianos, irlandeses y la ETA española. La prensa internacional se impactó apenas a mediados del 2009 cuando en la ceremonia de celebración de los cuarenta años de la toma violenta del poder acompañaron a al-Qaddafi, entre otros, el presidente venezolano Hugo Chávez junto al jefe de los piratas somalíes --secuestran y cobran millonarios rescates-- Mohamed Abdi Hassan y el presidente de Sudán, Omar al-Bashir, sobre quien pende una orden de arresto de la Corte Penal Internacional. En esa ceremonia estuvo el terrorista Amdel Baset al-Megrahi, encarcelado por el atentado de Lockerbie que provocó la muerte de 270 personas en 1988 y hoy liberado por padecer cáncer.
Occidente ha sido cómplice de quien se ha considerado el Saddam Hussein del Norte de Africa por financiar el terrorismo, chantajear con el petróleo y usar esas divisas para apoyar movimientos rupturistas de todas las partes del mundo. A mediados del 2009 al-Qaddafi extorsionó a Suiza usando el petróleo por el arresto de su hijo acusado de violencia doméstica en una visita a Ginebra. Con la complicidad de Europa Occidental, al-Qaddafi arrodilló al gobierno suizo, la obligó a disculparse y anunció su interés por disolver a Suiza y repartirla entre Italia, Alemania y Francia. En venganza por el arresto de su hijo, al-Qaddafi detuvo ilegalmente a dos suizos en Trípoli.
Al momento de su visita a la Francia de Sarkozy, el coronel al-Qaddafi ya le había comprado a los franceses veintiún aviones Airbus y equipamiento militar por 4.5 millones de combate y 35 helicópteros, según revelaciones de la Agencia France Press, además de otros pertrechos. Esas armas francesas son algunas de la que al-Qaddafi ha utilizado contra la población civil en los últimos días para contener la insurrección popular en contra de su dictadura familiar, del coronel y sus hijos, a uno de los cuales ya estaba enfilado a sucederlo en el poder.
Cierto rubor de vergüenza pareció apoderarse del gobierno francés de Sarkozy porque sin ninguna explicación borró del sistema de archivos de internet las fotografías donde aparecen, sonrientes, Sarkozy y el dictador al-Qaddafi. En un artículo publicado el pasado lunes 22 de febrero en El País, el ex director de Le Monde, Jean-Marie Colombani, le dio una sacudida a la real politik con visos de hipocresía de Sarkozy:
“Durante la campaña electoral, el candidato Sarkozy había prometido romper con el exceso de cinismo de su predecesor, que acostumbraba a explicar que la libertad no era un valor cultural en África, por ejemplo, ni tampoco en China o en Rusia. Una vez investido presidente, Nicolas Sarkozy eligió como ministro de Asuntos Exteriores a Bernard Kouchner, encarnación donde las haya, de la defensa de los derechos humanos llevada hasta el derecho o el deber de injerencia. ¿Qué vimos entonces? A un Kouchner cada vez más amordazado y desaprovechado, que, progresivamente, se convirtió también en un apóstol de la real politik. Por ejemplo, durante la inenarrable visita del coronel al-Qaddafi a París --hasta tal punto fue ridícula--, para la cual se desplegaron todas las pompas republicanas en honor del amo y señor de Trípoli --seguramente con la esperanza de venderle algunos aviones de combate--. La secretaria de Estado a cargo de los derechos humanos, Rama Yade, que protestó, primero fue reprendida por su ministro y, luego, mutada por Nicolas Sarkozy.
“Después, llegó el momento de la partida de Bernard Kouchner y de su sustitución por Michèle Alliot-Marie, gaullista pura y dura, además de perfecta encarnación de la real politik. Este abandono oficial de toda ambición en el terreno de los derechos humanos ha colocado a Francia a contracorriente de las revoluciones surgidas en Túnez, luego en Egipto y, mañana, tal vez en otros lugares.”
Queda, también, es esta real politik al estilo francés el aval de la dictadura cubana al dictador libio con el pretexto de una invasión de los EU. Pero se trata del mismo Fidel Castro que en 1968 avaló la entrada de tanques soviéticos a Checoslovaquia para aplastar a sangre y fuego la experiencia del socialismo democrático de Alexander Dubcek.


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viernes, 25 de febrero de 2011

25-Febrero-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO


+ Oaxaca: crisis de facciones
+ Ni transición ni alternancia

Carlos Ramírez

Aún en el caso de que emisarios del pasado hubieran alentado la violencia en Oaxaca la semana pasada, en realidad la violencia magisterial del pasado martes 15  fue producto de una crisis al seno del grupo que llevó a Gabino Cué al gobierno estatal.
Lo que ha estallado violentamente en Oaxaca es la expresión típica de un cambio de facciones en el grupo gobernante: una redistribución del poder conquistado. El gran desafío de Cué no radica en aceptar las humillaciones exigidas por los radicales de la alianza, por la sección 22 de maestros y por los grupos de presión de la APPO, sino en definir su autonomía relativa frente a los verdaderos poderes fácticos en el estado.
La rebelión de 2006 --como quedó asentado en el libro La comuna de Oaxaca, del autor de Indicador Político-- fue una crisis en el seno de las élites priístas diseminadas en todos los grupos de oposición al PRI;  es decir, fue un colapso al interior del priísmo. La 22, la APPO y los radicales quisieron armar una insurrección popular pero fracasaron en su intento de derrocar al gobernador Ulises Ruiz.
Las elecciones de gobernador de julio del 2010 fueron la oportunidad para que todos los priístas en la oposición derrotaran al PRI, con la ayuda vital del PAN. Pero en realidad la derrota del PRI no fue una transición democrática ni una alternancia de grupo sino un cambio de facciones. Cué fue propulsado por la alianza anti Ruiz y ahora ésta le pasa la factura a Cué.
Los tres grupos involucrados en la violencia de la semana pasada definieron bien sus facturas:
1.- López Obrador le mandó a Cué el mensaje de que no quiere en Oaxaca a Felipe Calderón y por eso la violencia se dio durante y contra la visita presidencial.
2.- La 22 quiere más del pastel del poder y exige no sólo el control del Instituto de Educación Pública de Oaxaca sino la secretaría de gobierno. La 22 quiere postrar a Cué.
3.- Y la APPO requiere de reglamentos de seguridad que no impidan las insurrecciones con el uso de la fuerza, por lo que van a acotar cualquier regla sobre las intervenciones policiacas.
En este contexto, el problema en Oaxaca realmente no radica en el PRI o en emisarios del pasado sino que se localiza en el interior de los grupos que llevaron a Cué al gobierno estatal. Aún con Cué como gobernador, los grupos violentos del 2006 van a tratar de instalar en Oaxaca un gobierno subordinado a sus intereses. Si bien ya no será popular y autogestionario de tipo comunal, tratarán de someter al gobierno aliancista a los objetivos radicales.
De ahí que el problema de Oaxaca presente un  cuadro de ingobernabilidad típica por la incapacidad --aún con su buena voluntad-- del gobernador Cué para responder a las incumplibles demandas de los grupos radicales. En Oaxaca la inestabilidad responderá a variables estructurales:
1.- La lucha de Cué por su autonomía relativa de los grupos dominantes que generan la violencia radical.
2.- El establecimiento de una agenda política de riesgos para enfrentar conflictos como el de 2006.
3.- La urgencia de contar con lo que precisamente carece: operadores políticos eficaces, con fuerza para negociar con los radicales.
4.- El reconocimiento del papel estabilizador que juega el PRI en el estado y en el congreso, ante la violencia desbordada de los aliados aliancistas.
5.- El reconocimiento de que en Oaxaca no hubo transición ni alternancia sino una disputa entre facciones políticas tradicionalistas, todas ellas formadas en el PRI.
6.- La definición del papel del gobernador en la disputa por la candidatura presidencial del PRD entre López Obrador y Marcelo Ebrard y la dilucidación del conflicto de lealtades con el PAN y con el presidente Calderón también en el 2012 presidencial.
7.- La solución al conflicto magisterial porque Cué quedó atrapado entre sus lealtades a la 22 de maestros y sus compromisos con Elba Esther Gordillo. La violencia magisterial de la semana pasada no fue promovida por fantasmales “provocadores” --una coartada de Cué que fue desdeñada por la sección 22-- sino por maestros que quisieron mandarle un mensaje a la alianza de Cué con Gordillo.
8.- El establecimiento de un urgente margen de acción de Cué con las élites políticas priístas que controlan las oposiciones y que vienen desde 1977, cuando la caída del gobernador Manuel Zárate Aquino provocó la creación de un grupo de poder articulado para repartirse el poder político.
El primer saldo exhibió a Cué sin un bloque hegemónico local en el centro --su único posible refugio-- y sin capacidad para negociar espacios de poder. Los radicales parecen dispuestos a reanudar su lucha insurreccional contra el gobierno estatal para destituirlo y erigir un gobierno autogestionario, popular y comunal. La idea de la comuna en Oaxaca sigue latente, sin importar que el gobierno actual llegara al poder por el levantamiento del 2006 y, paradójicamente, la alianza con el presidente Calderón.
Y el primer paso que debe dar Cué podría desbordarlo: ante la violencia desbordad y creciente de los grupos radicales, caracterizar la dimensión, profundidad y anchura de la crisis política, sistémica y de élites en Oaxaca. Los tres retos claves de Cué están a la vista: el colapso del modelo de desarrollo, la desarticulación del régimen de gobierno y la ausencia de un pacto constitucional cohesionador. Casi nada y casi todo.


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jueves, 24 de febrero de 2011

24-Febrero-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO


+ Francia: la doctrina Juárez
+ Orgullo de nación ofendida

Carlos Ramírez

Para Eduardo Mejía,
gambusino de los detalles

El presidente francés Nicolás Sarkozy parece decidido a olvidar o a ignorar la historia de las relaciones bilaterales con México. Después de la segunda intervención francesa en el siglo XIX que impuso aquí a un príncipe extranjero, el presidente Benito Juárez decretó contra Francia la doctrina de un país agredido.
En el porfiriato., Vida política exterior. Segunda parte, de la Historia Moderna de México, Daniel Cosío Villegas reconstruye con malicia lo que tuvo que pasar Francia para reanudar relaciones diplomáticas con el país al que invadió y salió derrotado. Más de trece años tardó Francia en encontrar un camino tangencial hasta que tuvo que someterse a la Doctrina Juárez.
En diciembre de 1867, luego de restaurar la república, Juárez abrió las sesiones del Congreso con un discurso en el que estableció las condiciones para reanudar relaciones con los EU, Inglaterra y Francia. Los primeros dos países no tuvieron problemas. Pero a Francia, cuenta Cosío, Juárez prácticamente la humilló como pago a la invasión militar:
“Ellas (las potencias europeas), rompieron voluntariamente sus relaciones con México; unas, porque le hicieron la guerra; y las demás, porque desconocieron a la República (Mexicana) al reconocer al gobierno espurio de Maximiliano. México, ante esta situación, no se niega a reanudar las relaciones, pero lo hará sólo cuando se llenen estos tres requisitos: que esas potencias manifiesten su deseo y su interés en el restablecimiento de relaciones; que admitan la caducidad de todos los tratados y convenciones vigentes antes de la Intervención y que los nuevos (tratados) que los reemplacen se negocien sobre bases justas y convenientes para el país”.
Las relaciones pudieron ser reanudadas hasta 1880 y luego de que Francia tuvo que negar cualquier exigencia para el pago de daños por la guerra y que aceptar que México tenía derecho de hacer reclamaciones por la invasión. La Francia que invadió México fue la de Napoleón III --apodado El Pequeño por Víctor Hugo en una novela paródica-- y la Francia que quiso reanudar relaciones fue la de los republicanos que inclusive apoyaron a México contra la invasión francesa.
Pero a cada intento de Francia, México enarbolaba la Doctrina Juárez de un país agredido militarmente. Las tres condiciones de Juárez fueron aterrizadas en puntos aún más concretos: que Francia le diera a México el grado de nación más favorecida, que le pagara una indemnización por los daños y perjuicios sufridos a causa de la Intervención y que renunciara a sus reclamaciones contra México.
Francia se negó,  buscó caminos a veces extraños y cómicos, ofreció que la reanudación se realizara simultáneamente con precisión horaria. Funcionarios y diplomáticos de las dos naciones decidieron hacer negociaciones por su cuenta y sin autorización oficial y se toparon con la Doctrina Juárez. Y no era para menos: Francia impuso en México a un príncipe extranjero, invadió el país y lo sumó a su imperio. Curiosamente le correspondió al presidente Porfirio Díaz, quien como general juarista había derrotado a Francia en algunas batallas, reanudar relaciones, pero siempre imponiendo las condiciones de Juárez.
El punto que irritó a los franceses fue el que México no buscaba relaciones con Francia, aunque las necesitaba. Intervinieron varios países sudamericanos como negociadores y altos funcionarios de los Estados Unidos, pero México logró imponer su orgullo como principio: era una nación ofendida con la invasión francesa. Ahí se dio la segunda y estrepitosa derrota de Francia: aceptar el argumento de orgullo de México. México nunca dio el primer paso. Y Francia se tragó su orgullo ante México.
La argumentación mexicana era inflexible: “si Francia manifiesta su deseo de reanudar relaciones, México se prestará a ello”. Pero México nunca dio el primer paso. El canciller José María Lafragua lo reafirmó en un cable a Ignacio Mariscal, ministro representante ante el gobierno de Washington: México estaría dispuesto a reanudar, pero “esto no quiere decir que México entre desde luego a formular reclamaciones; pero que tiene que dejar a salvo los derechos que tenga para el caso en caso de que se necesite o se pueda hacerlos valer”.
La clave eran los principios de México: no realizar reclamaciones pero dejar abierto ese derecho. Francia, aún como potencia imperial, quería doblar a México imponiendo sus propias condiciones. El asunto se complica con dos eventos realizados en Francia: la Exposición Universal de París de 1878 y el Congreso de la Unión Postal también de 1878. México estaba invitado a ambos eventos, pero se atravesaba el hecho de que no había relaciones diplomáticas.
Francia quiso usar mañosamente los eventos para dar por sentado que ya había relaciones, pero México fue fiel al orgullo de la Doctrina Juárez. Un par de enviados franceses le fijaron al presidente Díaz las tres condiciones de Francia para reconocer a Díaz: olvido recíproco del pasado, renuncia recíproca a toda reclamación y ningún pago por reclamaciones emanadas de la Intervención. Díaz los despachó con desdén: México no aceptaba más condiciones que las de la Doctrina Juárez. Y México no estuvo oficialmente en ninguno de los dos eventos.
Al final, Francia aceptó las condiciones mexicanas y las relaciones se reanudaron. Frente al peso de la historia con un país que dos veces invadió México, Nicolás Sarkozy es apenas un accidente histórico y Florence Cassez es una delincuente sentenciada.


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miércoles, 23 de febrero de 2011

23-Febrero-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO


+ PRD: cruickshankismo salinista
+ Lucha AMLO-MEC por control DF

Carlos Ramírez

Lo que no pudo conseguir Carlos Salinas en los seis años de su gobierno, al final lo lograron Manuel Camacho Solís y Marcelo Ebrard en unos meses; reventar al PRD como partido progresista, quitarle su base social para poner a un lumpenproletariado y convertirlo en un PPS del estilo de Jorge Cruickshank del pasado priísta.
La disputa López Obrador-Ebrard nada tiene que ver con la definición ideológica o programática del partido, sino que se reduce a una lucha de egos y sobre todo a la propiedad de la base política del DF que definirá quién controlará el gobierno capitalino el próximo sexenio.
Y mientras Camacho y Ebrard buscan vengarse del PRI que no les dio la presidencia en 1994 y para ello utilizan la estrategia de desfondar el PRI jalándose al PRD como candidatos a priístas de dudosa calidad política y moral, López Obrador dio el primero paso para desfondar al PRD al salirse con licencia del partido. En los hechos, López Obrador demostrará quién tiene el control de las base sociales perredistas.
Como nunca antes, la dirección política del PRD está en manos de un grupo colaboracionista sin ideología, quienes se perfilan ya no como los Lombardo Toledano del partido en el poder sino como los Jorge Cruickshank de aquel PPS sometido al poder presidencial priísta en los sesenta y setenta, apéndices del PRI como hoy del PAN.
Como antes, Los Chuchos emulan hoy a Cruickshank. De hecho, Cruickshank fue el primer dirigente de un partido “de izquierda”, el Partido Popular Socialista, que se alió al PRI: en 1976, Porfirio Muñoz Ledo, entonces priísta diazordacista-echeverrista-lopezportillista era presidente del PRI y como tal obligó al PRI a aceptar la primera derrota en una senaduría, la de Oaxaca, para entregarle la curul a Cruickshank pero a cambio de que éste aceptara la derrota --que era victoria del PPS, la primera de izquierda-- de Alejandro Gazcón Mercado para que el PRI de Muñoz Ledo encumbrara como gobernador nada menos que al coronel Rogelio Flores Curiel, jefe de la policía del DF en 1971 y por tanto operador del halconazo contra estudiantes. Y sí, el maquiavélico priísta del juego del poder fue Muñoz Ledo. Y Gazcón fue el símbolo de la izquierda socialista sacrificada.
Sin ideología, sin un programa ideológico, sin base sociales obreras, con un lumpenproletariado dependiente del presupuesto asistencialista del DF, el PRD ha entrado en una zona de fractura inevitable entre dos priístas, López Obrador con sus resabios neopopulistas y de acarreo de masas dependientes del presupuesto regalado y Ebrard con su salinismo a cuestas, con un Jesús Ortega acomodaticio, y un PRD aliado al PAN pero sin coalición de gobierno, ni compromiso histórico, ni programa común, ni acuerdo para la transición democrática.
Asimismo, lo que está en el fondo del conflicto AMLO-Ebrard es la posible alianza PRD-PAN para el 2012, anunciada en esta columna desde hace meses y ya casi reconocida por los protagonistas, pero con intenciones de Ebrard y el PAN de finalmente arrebatarle a López Obrador el manejo político del lumpenproletariado capitalino. Ebrard sí entendió la maniobra del tabasqueño y por eso decidió retirar su propuesta de Mario Delgado como sucesor en la dinastía perredista en el DF.
El otro trasfondo de la disputa AMLO-Ebrard es definir quién de los dos se queda con la franquicia del PRD. Camacho se coló con el apoyo de López Obrador al Frente Amplio, lo cambió a Diálogo Nacional y ahora lo quiere pactando con el PAN para enfilar a Ebrard a la candidatura presidencial PAN-PRD en el 2012 o en el 2018. Pero la alianza Camacho-Ebrard carece de una idea política o alguna propuesta programática. Escuchar a Ebrard o a Camacho asumiéndose de izquierda debería ser tomado como un insulto a la izquierda histórica mexicana que combatió al PRI y al PAN y a lo que esos dos partidos representaban.
Camacho y Ebrard representan al proyecto salinista, con el cual se comprometieron tan a fondo que a finales de 1993 Camacho le prometió a Salinas un lugar en la historia si lo designaba su sucesor en la presidencia de la república. Como arquitectos del salinismo, Camacho y Ebrard formaron parte del primer círculo del poder que tomó la decisión de aplastar al PRD --y ahí están los más de 500 perredistas asesinados en el salinismo--, no concertacesionar con el perredismo en Tabasco y Michoacán y favorecer al PAN. Camacho fue el operador responsable de negociar en lo oscurito con el PAN para legitimar el fraude de 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas.
Sin pasar por un periodo de reflexión pública sobre su papel en el salinismo y sin reconocer que la ruptura con Salinas fue sólo por el dedazo a favor de Luis Donaldo Colosio y no de Camacho, ahora Camacho y Ebrard tomaron el control del PRD, desplazaron a Jesús Ortega y quieren amarrar la alianza con el PT y Convergencia para favorecer a Ebrard desde ahora con un juego típicamente priísta para decidir la candidatura presidencial 2012 del PRD. La lucha AMLO-Ebrard se ha centrado también en el control de PT, hoy bajo el manejo político del tabasqueño.
El destino histórico del PRD no puede ser más patético: o el neopopulismo lopezobradorista de acarreados y de tribus de intereses o el cruickshankismo camachista-ebradista que lo reduciría a un PPS domesticado. En medio queda el fracaso del PRD para convertirse en un verdadero partido de izquierda.


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martes, 22 de febrero de 2011

22-Febrero-2011, Martes.

INDICADOR POLITICO


+ Puebla: espada de Damocles
+ Peligra libertad de expresión

Carlos Ramírez

Como en toda transición, el papel de la prensa es vital en los procesos de democratización. Los medios de comunicación de Puebla hoy enfrentan la estrategia de la zanahoria y el palo: despenalizar acusaciones sobre contenido, pero mantener la espada de Damocles del daño moral con castigo monetario.
Pero en toda transición, la libertad de prensa es o no es. El delito de daño moral fue inventado por Miguel de la Madrid en diciembre de 1982 para acotar a la crítica, pero una durísima respuesta de medios acotó la certeza de que en el ejercicio de la libertad de expresión no hay delito moral. En aquella ocasión, caricaturistas y columnistas publicaron sus espacios en blanco y reventaron la intención censora.
Como ha ocurrido en hechos históricos, Puebla podría ser el inicio de una movilización periodística que evite una legislación a espaldas de los involucrados y posibles afectados y que de una vez por toda haga cumplir el precepto de que la libertad de prensa no puede tener absolutamente algún obstáculo.
En Puebla también podría revivirse el debate que ocurrió en el Constituyente de 1857 cuando se discutió la libertad de prensa y que reconstruye Daniel Cosío Villegas en La Constitución de 1857 y sus críticos. La carta magna garantizó la absoluta libertad de prensa, pero la reforma de 1883, por consejo de Justo Sierra, terminó con los juicios a periodistas por dos jurados, uno que calificaba el hecho y otro que imponía la pena y se pasó a una autoridad judicial ordinaria. Entonces se desató la persecución feroz contra la libertad de prensa --gobernaba el porfirismo-- y, entre muchos otros, Filomeno Mata fue encarcelado por oponerse a la reelección de Díaz.
Entonces se diseñó, agrega Cosío Villegas, lo que en esos años se conoció como “delito sicológico” contra la prensa, “es decir, no por lo que se escribía sino por la intención que la autoridad judicial atribuía a lo escrito”. En una interpretación moderna, el delito de daño moral que quiere mantenerse en las leyes es la reactivación “del delito sicológico” del porfirismo.
Hay que partir de un criterio: la libre crítica necesariamente dañará la moral de los criticados, sobre todo cuando tiene que ver con la política y la empresa. El DF, en tiempos de López Obrador, estableció la Ley para la Responsabilidad Civil para la Protección del Derecho a la Vida Privada, el Honor y la Propia Imagen, en la que se protege a la prensa de acusaciones de daño moral pero se pone un límite de 350 días de salario mínimo como multa. En todo caso, de perder en tribunales, el periodista acusado está obligado a publicar en su espacio la sentencia del juez.
Por el cambio de grupo en el poder y las posibilidades políticas de una alianza PAN-PRD, Puebla aparecía como la gran oportunidad para cambiar las reglas del juego político y entrarle de lleno a la madurez de las instituciones. Pero la iniciativa del gobernador aliancista Rafael Moreno Valle atendió la exigencia de despenalización pero mantuvo el castigo pecuniario que podría operar como un factor inhibitorio de la libertad de prensa.
Lo único cierto es que un gobierno, una clase política y una clase empresarial que no resisten la crítica y que necesitan de leyes punitivas contra la libertad de prensa son élites anti democráticas. Y lo más grave es que la reforma se ha querido hacer sin consulta con los periodistas ni con los abogados. Por tanto, la lucha por la libertad de prensa se da en el territorio de las leyes punitivas.
Hoy martes podría darse el albazo legislativo en Puebla. Ayer por la tarde, legisladores se reunieron con algunos periodistas para escuchar planteamientos, pero el problema no es el derecho de audiencia sino el debate democrático vía una consulta. Ayer mismo el periódico Cambio de Puebla publicó un desplegado firmado por casi una centena de periodistas y editores locales para solicitar algo muy sencillo: “consideramos que debe discutirse la misma (la iniciativa) y tomarse en cuenta la opinión de quienes estamos directamente involucrados antes de que sea sometida al pleno del Congreso del estado de Puebla”.
Puebla puede ser el punto de debate nacional sobre el daño moral como un factor de limitación de la libertad de prensa. A la exigencia de derogar el castigo pecuniario por daño moral debe corresponder también el debate de la deontología periodística o el establecimiento por los medios de códigos éticos de autocontrol. El periodismo crítico de suyo afecta el patrimonio moral de políticos y empresarios, pero se parte del hecho de que lo criticado causa más daño a la sociedad.
El gobierno aliancista de Puebla tiene la oportunidad de definir pasos adelante en la construcción de nuevas reglas democráticas en materia de libertad de prensa o mantener los temores priístas a la crítica y dejar el daño moral con cargos punitivos. Ahora mismo un empresario poblano mantiene demandados a varios periodistas por haberlo señalado como beneficiario de las complicidades del poder y haber cometió irregularidades legales, pero ha esgrimido el daño moral como castigo a la crítica. Lo más grave es que el denunciante es empresario pero usa la propiedad de un medio de comunicación y una falaz organización por la libertad de expresión para invocar el daño moral y castigar a periodistas por escribir sin cortapisas.
El columnista Arturo Rueda, director de Cambio Puebla, resumió el debate con la imagen de la lucha de la espada legislativa contra la pluma periodística. “La experiencia histórica muestra que la espada gana siempre el primer lance, pero a largo plazo la victoria le pertenece a la pluma”.


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lunes, 21 de febrero de 2011

21-Febrero-2011, Lunes.

INDICADOR POLITICO


+ Ejército: de Calderón a Obama
+ Estado y el narco trasnacional

Carlos Ramírez

Celebrado después del ataque contra agentes de migración estadunidenses que se encontraban en territorio mexicano, el Día del Ejército mexicano sirvió para posicionar la dimensión del problema de la delincuencia con cuando menos tres mensajes que debieran ser leídos con cuidado en la Casa Blanca:
1.- El ejército mexicano combate la fase de la trasnacionalización del crimen organizado, por lo que se trata de una labor de seguridad nacional. Es decir, que el problema del narco en México involucra a las mafias de Sudamérica que envían droga a través de México y a los cárteles de los Estados Unidos que manejan distribución y lavado de dinero.
2.- Ante las señalas insidiosas de los EU cuestionando al papel del ejército mexicano en la lucha contra el narco, Calderón fue muy claro en mandar misiles discursivos que deben leerse en Washington sin decodificadores para entender los escenarios de invasión estadunidense a Irak y Afganistán: el mexicano no es un ejército de ocupación de otro país, “no están invadiendo ninguna nación, ni territorio extranjero” y las fuerzas armadas mexicanas “no están visionando apoderarse de recursos naturales”.
3.- La intervención de las fuerzas armadas, que tanto preocupa a Washington porque no han podido penetrar a las instituciones castrenses mexicanas y por ello la campaña de desprestigio del gobierno estadunidense, es más  que legal: “el Estado actúa en defensa propia frente a la criminalidad, que atenta contra la sociedad mexicana; actúa por mandato de la Constitución, que es expresión de la voz de los ciudadanos, que exigen justicia y libertad”.
Los discursos del presidente Calderón y del secretario de la Defensa Nacional, general Guillermo Galván Galván, precisaron las definiciones que diplomáticos estadunidenses en México y la comunidad de los servicios de inteligencia, seguridad nacional y halconismo militar se habían encargado de distorsionar --con declaraciones oficiales y vía revelaciones en Wikileaks-- para beneficiar los intereses expansionistas de Washington, hoy con Barack Obama igual y con la misma lógica que con George W. Bush.
“Nos ha tocado”, dijo Calderón, “enfrentar el desafío contemporáneo mayor, la mayor amenaza a los mexicanos, que es el crimen organizado transnacional. Conocemos ya de sobra su perversa conducta delictiva, amenazas, violencia, secuestros, extorsiones. Quieren asumirse, los criminales, como dueños de los pueblos o ciudades donde operan; y en esa lógica, de no haber actuado a tiempo y con determinación, hubieran pretendido asumirse como dueños de México”.
Por su parte, el general secretario Galván Galván delineó el marco legal e institucional de la intervención de las fuerzas armadas en labores de seguridad pública por la fase de inseguridad que pone en riesgo la seguridad interior y ésta como parte sustancial de la seguridad nacional. “El crimen organizado se ha diversificado de manera inédita, abarcando todo tipo de actividades ilícitas, que ponen en riesgo a la sociedad y su patrimonio. Ante estos óbices facinerosos, que retan al Estado y alteran la seguridad interior, el Instituto Armado, en el marco de la estrategia del Gobierno Federal, participa con gran determinación en la contención de esos alevosos embates y colabora en la restauración de la tranquilidad social”.
Y al interior de México, el Día del Ejército sirvió para recordar el tamaño del problema: la ceremonia oficial en el territorio de Tamaulipas recuperado por las fuerzas armadas después de que la pasividad y miedos del anterior gobierno priísta estatal de Eugenio Hernández entregó la plaza a las mafias y permitió con su negligencia el asesinato del candidato priísta al gobierno estatal Rodolfo Torre.
El otro mensaje fue también claro: sin someter a las fuerzas armadas mexicanas a los caprichos del ejército estadunidense, el Estado mexicano logró recuperar territorios de Tamaulipas. Ahora falta la labor social y política --que ya no le corresponde al ejército sino a la clase gobernante-- para reconstruir los espacios sociales y políticos que la negligencia gubernamental estatal y municipal perdió por incapacidad para gobernar.
La parte política de los discursos del Día del Ejército fijó las coordenadas del problema del narcotráfico: no soldados policías combatiendo delincuentes, sino el ejército recuperando soberanía del Estado. Con el ánimo de mostrar que México no puede con la delincuencia y se requieren tropas estadunidenses, la intención de los EU ha sido la de dibujar un escenario de ingobernabilidad y Estado fallido ahí donde más bien la incapacidad política de gobernantes priístas entregó el estado a las bandas criminales. Lo dijo el general secretario Galván Galván: “tenemos la delicada y honrosa encomienda de salvaguardar a la Nación, frente a quienes desafían la ley y pretenden amedrentar a familias, o las afligen con luto y tribulación”.
Por lo demás, el presidente Calderón dejó otro mensaje reiterado para enfrentar la campaña de derechos humanos: el ejército entró al combate a la delincuencia porque las policías fueron rebasadas y por las fuerzas armadas “estamos recuperando las libertades que los delincuentes querían arrebatarnos”. Y precisó: “la violencia no proviene de las instituciones. La violencia proviene de los violentos, ahí está su origen, no en la acción del Estado, que los combate para defender a los ciudadanos. El crimen, no pude olvidarse, lo comenten los criminales, no las fuerzas del orden que combaten a los criminales con valentía”.


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viernes, 18 de febrero de 2011

18-Febrero-2011, Viernes.

INDICADOR POLITICO


+ Aristegui: peón en guerra Slim
+ Corral, desquite contra Televisa

Carlos Ramírez

En el programa Tercer Grado de Televisa del pasado miércoles, el conductor Carlos Loret de Mola destapó la parte desconocida del conflicto de Carmen Aristegui con datos que podrían ayudar a entender por qué MVS dio marcha atrás al cese de la conductora y pagó un costo político y por qué ella decidió regresar aún con las manos atadas del acuerdo ético.
El trasfondo del problema se localiza en la guerra de posiciones entre Televisa y Carlos Slim por parte del espectro televisivo y la lucha de Slim para conseguir la tercera cadena de televisión. Slim está asociado a MVS en la televisión satelital Dish y Televisa y Slim han entrado ya en una beligerancia de desplegados periodísticos.
Los primeros datos fueron expuestos por Loret de Mola en Tercer Grado al colocar el conflicto no visible en un pleito de las grandes ligas, dejando también en claro que Aristegui, su problema con el tema del alcoholismo, la libertad de expresión y el análisis de los comentaristas de la mesa --Joaquín López Dóriga, Denise Maerker, Ciro Gómez Leyva y Carlos Marín-- eran de “ligas menores”.
El tema tocó temas sensibles de la empresa Televisa, sobre todo porque Loret de Mola fue claro al decir que el único que puede dar la pelea al hombre más rico del mundo, Carlos Slim, es el consorcio Televisa. Con ello, Loret de Mola abrió el debate oculto en el caso Aristegui: Slim, la tercera cadena que el gobierno quiere abrir, el poder de Televisa, el conflicto Televisa-Dish, el PAN y el 2012. Apresurado, el conductor Leopoldo Gómez, vicepresidente de Noticias de Televisa, acortó la intervención de Loret de Mola y regresó el tema de Aristegui y la libertad de expresión.
Pero la concha se abrió y en el territorio de Televisa. La pugna por la tercera  cadena tiene dos variantes: el 2012 al cual Televisa apunta ya con varios precandidatos priístas y sobre todo la incorporación del PAN a la “guerra de las pantallas”. Por ello no fue gratuita la incorporación  del diputado panista Javier Corral como el “árbitro” de ética entre MVS y Aristegui, tomando en cuenta el hecho de que Corral tiene cuentas pendientes con Televisa: Corral tenía un pasivo de pago de publicidad a Televisa por las elecciones a gobernador de 2004. Televisa demandó a Corral, ganó la demanda y obligó a Corral a vender una casa para pagar el adeudo; por ello Corral es uno de los enemigos --que no contrincante o adversario-- de Televisa por asuntos personales.
En este contexto, el regreso de Aristegui a MVS estuvo enmarcado no sólo en el tema del acuerdo ético ni en el otorgamiento de la razón, sino en el hecho que Aristegui --al margen de la libertad de expresión-- es sólo un peón del diferendo Slim-Televisa. Al aire, Loret de Mola habló de “choque de titanes” y colocó a Emilio Azcárraga como el único que puede hacerle contrapeso al hombre más rico del mundo.
MVS-Dish-Slim han estado haciéndole competencia a Televisa-Sky en televisión satelital sobre todo por el costo más bajo. Un análisis de Mediatelecom Consulting --www.mediatelecom.com.mx--  reveló el modelo empresarial de Dish para poder ofrecer precios bajos: cobranza outsourcing, uso de la infraestructura de Telmex y Sanborns para cobros y puntos de venta, arrendamiento de vehículos de Inbursa, decodificador para no comprar el paquete de Televisa de televisión abierta y venta de servicios adicionales en Telmex, además del uso de las economías a escala.
MVS-Dish, con el apoyo estratégico de Slim, se enfilaba a un fortalecimiento con posibilidades de transformarse en la tercera cadena. Al defenderse por sí misma, Aristegui destapó el apoyo del gobierno a MVS para el espectro de 2.5 ghz, al denunciar que la habían cambiado por la concesión; esta concesión estaría en la lógica de la ampliación de cobertura de MVS con miras a la tercera cadena. Aristegui, sin saberlo, confrontó a MVS con el gobierno de Calderón; por ello, su regreso a su programa el próximo lunes no fue una victoria de la libertad de expresión sino una reconsideración con miras a no debilitar la alianza MVS-Dish-Slim contra Televisa, y de paso permitir que Aristegui siguiera su guerra nada ética contra Televisa.
El contexto abarca otros puntos de reposicionamiento en la “guerra de las pantallas”: el desplazamiento de la radiodifusora Karen Sánchez como presidenta de la Cámara de la Industria de la Radio y Televisión antes de terminar su periodo, el ascenso del experimentado Tristán Canales, vicepresidente de Noticias de TV Azteca, a esa posición justo en el agudizamiento de la lucha por el espacio televisivo, las demandas de TV Azteca contra Televisa por la Licitación 21; además, está la confrontación de Televisa con Reforma --que aspira a participar en una tercera cadena-- y los reacomodos de las televisoras con aspirantes presidenciales priístas y ahora panistas por la presencia de Corral en el grupo MVS-Dish-Slim.
Loret de Mola no escatimó referencias al asunto ante la mirada de pasmo del conductor Leopoldo Gómez y de los otros integrantes de la mesa, el miércoles, en Tercer Grado: “Aristegui era la mejor arma de Slim contra Televisa” y ayudaba a confrontar al principal adversario de Slim: Televisa. Ahí aventuró la cantidad de 4 mil 500 millones de dólares de la nueva concesión de 2.5 ghz que parece estar ya perfilada para MVS y que Aristegui de forma imprudente y por su defensa personal estuvo a punto de reventar. Al final, el regreso de Aristegui y la firma de la pipa de la paz habría de ser el costo de retomar el esquema de uso de Aristegui en su campaña constante, permanente, contra Televisa, y hoy asesorada por Corral.
Por tanto, el retorno de Aristegui a su programa el lunes no fue una victoria de la sociedad sino del reencarrilamiento de un negocio de televisoras y de evitar el debilitamiento de los adversarios de Televisa.


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jueves, 17 de febrero de 2011

17-Febrero-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO


+ Aristegui: ganaron Los Pinos
+ Fin a periodismo de oposición

Carlos Ramírez

Como la política nunca obedece a la lectura lineal de los hechos, el regreso de Carmen Aristegui fue al final una victoria política para el presidente de la república. Asimismo, la aplicación del código de ética en MVS a la conductora será el fin del periodismo de oposición, de causa y lopezobradorista.
Por lo pronto, MVS y Aristegui tienen como primera tarea del “árbitro particular de buena voluntad” concluir si la conductora violó o no el código de ética al preguntar al aire y de manera agresiva si el presidente de la república era alcohólico. Y no será una tarea menor porque el árbitro es Javier Corral, diputado panista y promotor de leyes de censura de la opinión editorial en la televisión.
La clave para entender la victoria de Los Pinos, la derrota de Aristegui y la salida tangencial de MVS la dio el secretario particular del presidente de la república, Roberto Gil Zuarth, el miércoles 9 de febrero. Como uno de los políticos más astutos del gobierno, Gil respondió a la pregunta el miércoles 9, después del comunicado-berrinche de Aristegui de denunciar sin pruebas que Los Pinos había provocado su salida y de acusar a MVS de negociarla a ella por una nueva frecuencia radial. La respuesta fue simple: el presidente no tiene problemas de alcoholismo.
Gil alivió las conversaciones de Aristegui con MVS para regresar a su programa. Sólo que de ahora en adelante Aristegui tendrá que ajustarse estrictamente al “Acuerdo general de política editorial y reglas de conducta ética” --texto íntegro en www.grupotransicion.com.mx--, firmado por Aristegui el jueves 1 de enero de 2009, y que la propia conductora se dedicó a violar con su periodismo de oposición, excluyente, militante, de causa y acosador anti sistema, como se vio con claridad en su cobertura parcial de la crisis de Oaxaca en 2006 y en la ofensiva contra el gobernador de Puebla vía una grabación que violaba la Constitución, con la intención de contribuir al derrocamiento de ambos mandatarios.
Con toda impunidad Aristegui violó en el caso del alcoholismo la parte del Acuerdo referente a “Respeto a la privacidad”. El Acuerdo estableció: “el programa (de radio) y las personas que en él intervienen se oponen a invadir o perturbar el derecho de los individuos a la vida privada, aún en el caso de ciudadanos con actividad o función pública. Este precepto sólo estará limitado por el grado en el cual la conducta o el comportamiento privado de estos ciudadanos afecte su desempeño público”.
Al lanzar por el micrófono la pregunta a la casa presidencial de Los Pinos de si el presidente era o no alcohólico y basada sólo en el juego político y de escarnio de la manta del diputado del PT, Fernández Noroña, Aristegui no presentó pruebas de que esa enfermedad --que no delito-- podría estar afectando el desempeño público presidencial, como establecía el Acuerdo de ética. Por tanto, Aristegui violó el código de ética por ella firmado.
La empresa MVS fue acosada por la estridencia de fascios callejeros PT-Aristegui, sin entender que Aristegui violó impunemente el código y por tanto había razones legales para suspender su programa. De ahora en adelante Aristegui tendrá que respetar el Acuerdo de ética y con ello terminar con su programa lleno de censuras, exclusiones, campañas difamatorias y militancias a favor de López Obrador.
Por ejemplo, Aristegui tendrá que ajustarse a un programa eminentemente informativo para cumplir con el capítulo de “Tratamiento informativo”: “los hechos que se informen en el Programa deberán presentarse sin distorsiones”, cuando Aristegui es muy dada a largas parrafadas verbales llenas de insidias, insinuaciones, especulaciones sin datos y siempre terminar con el “ya veremos”. Este estilo está permitido en espacios de opinión, no de información.
En sus programas, Aristegui se percató siempre que el cumplimiento del Acuerdo ético limitaba su estilo de periodismo de oposición y por eso lo violaba. En su regreso, Aristegui tendrá que practicar exclusivamente un periodismo informativo acotado por el Acuerdo ético. Por lo pronto, cabe esperar algún posicionamiento de Aristegui ante el caso del alcoholismo: ella preguntó si el presidente era alcohólico, la presidencia le respondió que no, ahora ella el próximo lunes tendrá que presentar pruebas de que sí o, en función del Acuerdo ético, disculparse con el presidente por darle tratamiento de noticia a una mentira difundida por el diputado petista Fernández Noroña.
La prueba de fuego de Aristegui en su regreso a la radio será atender una opción simple: o pruebas o disculpa. De ahí la victoria de Los Pinos al eludir el debate sobre la censura. La declaración del secretario particular de Los Pinos fue la vara muy alta que le puso el gobierno a Aristegui, luego de que ella acusó a MVS de negociar su puesto por una concesión y de acusar a Calderón: “mi cese de MVS se debió a un berrinche presidencial, sólo imaginable en las dictaduras que nadie desea para México. Castigar por opinar o por cuestionar a los gobernantes”. Este lunes Aristegui tendrá que presentar pruebas de que Calderón se emberrinchó o tendrá que decir que el berrinche fue de ella o de plano ofrecer a su auditorio una disculpa por sus exabruptos, todo ello en el marco de los compromisos firmados por ella y MVS el primero de enero de 2009.
El caso Aristegui exhibió la capacidad de la política presidencial para resolver diferencias. Con brevedad y puntualidad, el secretario particular de Los Pinos --un político con experiencia legislativa y gran capacidad para la negociación-- regresó la política al poder presidencial.


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miércoles, 16 de febrero de 2011

16-Febrero-2011, Miércoles.

INDICADOR POLITICO


+ Cassez: los engaños de Sarkozy
+ Plagios: delitos no equiparables

Carlos Ramírez

A finales de 2009 y como muestra de voluntad de fiestas de fin de año, el gobierno de República Dominicana entregó al gobierno de Francia a dos francesas sentenciadas a ocho años de prisión por traficar seis kilos de cocaína para que cumplieran su condena en cárceles francesas. Las acusadas fueron tratadas como heroínas.
Las francesas narcotraficantes Celine Fayé y Sarah Zaknoun buscaron a la esposa del presidente de Francia, Carla Bruni, para que República Dominicana y Francia firmaran el Convenio de Estrasburgo. Como los deseos de la primera dama francesa son órdenes para el gobierno francés, el mecanismo se operó en menos de dos meses. Pero presiones de Sarkozy llevaron al presidente dominicano a indultar antes a las traficantes y fueron liberadas y recibidas con fiestas en París.
Exactamente lo mismo busca Sarkozy en México con Florence Cassez: el indulto; si no en México, lo haría en Francia apelando al artículo 12 del Convenio de Estrasburgo. La furia del presidente de Francia es del tamaño de la negativa de México de liberar a una secuestradora y del incumplimiento de una petición de su esposa Bruni. Por lo pronto, Sarkozy abrió su juego y dijo que quiere liberar a Cassez, no que cumpla su sentencia en París.
En el caso de la secuestradora Cassez, por presión de Carla Bruni, el presidente francés ha convertido al Convenio de Estrasburgo en una ley divina. Sin embargo, ese convenio de 1983 establece varias condicionantes y candados para evitar que un país recupere a nacionales para reducirles la pena o liberarlos por delitos juzgados.
Lo malo del asunto es que Sarkozy parece estar fuera de control, ha convertido a Cassez en una especie de Jeanne d´Arc, la legendaria Juana de Arco que ayudó en la primera mitad del siglo XV a derrotar a los ingleses. El problema central del caso SarkoCassez ya no radica en el sentido jurídico del Convenio de Estrasburgo de facilitar que encarcelados en prisiones extranjeras cumplan su condena en prisiones de su país, sino en la determinación del presidente francés --abogado de profesión-- de considerar inocente a su paisana y víctima de los mexicanos.
En una declaración el lunes pasado, Sarkozy afirmó que “Francia no puede aceptar que una convención internacional no sea respetada”. Lo grave de esta afirmación no es sólo que haya sido dicha por el presidente de la república de Francia sino por un abogado. La letra f de la fracción 1 del artículo 3 del Convenio de Estrasburgo establece claramente que “el Estado de condena (México, en este caso) y el Estado de cumplimiento (Francia), deberán estar de acuerdo en ese traslado” de un prisionero.
Por tanto, México no está violando un convenio internacional que le da derecho a aceptar o no la entrega de una delincuente. Y el asunto tiene que ver con el hecho de que el abogado Sarkozy considera a Cassez víctima de los mexicanos pero antes de cumplir con el contenido del Convenio para que la prisionera cumpla en Francia la sentencia decidida en tribunales mexicanos. De llegar a Francia, Cassez sería tratada como una heroína, no una delincuente sentenciada.
Más aún, el abogado Sarkozy declaró que “no dejaremos 60 años a esta joven en la cárcel”. Por tanto, no se necesita ser adivino para considerar que el abogado Sarkozy se pasará la sentencia mexicana por el Arco del Triunfo francés, localizado en la Plaza Charles de Gaulle, en el mero Champs-Élysées. Por ello, el presidente de Francia ha anunciado que violará los postulados del Convenio de Estrasburgo de cumplir sentencia en su país y liberará en París a la secuestradora Cassez.
El artículo 8 del Convenio le da más espacio al Estado donde se debe cumplir la condena. La fracción 1 señala que “el hecho de que las autoridades del Estado de cumplimiento (Francia) tomen a su cargo al condenado tendrá como efecto suspender el cumplimiento de la condena en el Estado de condena (México)”. Y la 2 es aún más laxa: “el Estado de condena no podrá hacer que se cumpla la condena cuando el Estado de cumplimiento considere el cumplimiento de la condena como terminado”. Por ello México no aceptó acatar, con permisividad de ley, el Convenio.
Y la fracción 3 del artículo 9 del Convenio establece que “el cumplimiento de la condena se regirá por la ley del Estado de cumplimiento y este Estado será el único competente para tomar todas las decisiones convenientes”. En materia de delincuentes franceses, el abogado Sarkozy ha revivido al absolutista Luis XIV y su “el Estado soy yo”.
  El problema con los delitos equiparables radica en el hecho de que Cassez fue sentenciada por secuestro, asociación delictuosa y portación de arma de uso exclusivo del ejército, El delito de secuestro se encuentra en el código penal de Francia, en tanto que en México se expidió, por la gravedad y persistencia del delito, una Ley General para Prevenir y Sancionar los delitos en Materia de secuestro, reglamentaria de la fracción XXI del artículo 73 de la Constitución. La frivolidad del abogado Sarkozy respecto a Cassez revela la incomprensión de Francia hacia el problema del secuestro en México.
Furioso por la decisión de tribunales mexicanos de negarle el amparo a  Cassez y por quedar mal con su esposa, el presidente de Francia --la cuna de los derechos del hombre y del ciudadano pero también la cuna del terror revolucionario de Robespierre-- sencillamente ha decidido proteger a una delincuente como heroína.


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