Datos personales

Mi foto
Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

viernes, 27 de abril de 2012

27-Abril-2012, Viernes.


INDICADOR POLITICO




+ Francia: crisis ayuda a derecha

+ Alponte: votos, ira de los pueblos



Carlos Ramírez



A pesar del efecto geoestratégico en el mundo, la elección de la primera vuelta francesa fue desdeñada por la sociedad y las élites mexicanas. Pero las votaciones fueron un ejemplo, como en España, de las elecciones como escenario de la ira de los pueblos afectados por la crisis.

Por su importancia, Indicador Político reproduce el comentario del profesor Juan María Alponte, sin duda una de las mentes más lúcidas para la interpretación de la geopolítica, publicado en su sitio http://juanmariaalponte.blogspot.mx/.

Como de costumbre, enarbolando la tradicional y lamentable tradición de “qué bien se vive de espaldas al mundo”, las noticias de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia han sido enterradas en las páginas interiores de nuestros periódicos. Se siente, a la vez, un gran rubor y, al tiempo, una prueba de arcaísmo nacionalista paralizante y reaccionario.

Se trataba de una elección, en el seno de la crisis del euro y del mundo, en la segunda economía europea, cuyo presidente, Nicolás Sarkozy, había vivido, en los últimos meses, una alianza global con la Alemania de Ángela Merkel que había tomado las riendas de las decisiones en la Europa del euro. Esa decisión histórica --un “matrimonio morganático”-- no impidió que Francia perdiera la “triple A” y que, por tanto, el país pasara de la “primera división económica a la segunda”.

Ello a unos meses --el 13 de enero-- de las elecciones en su primera vuelta. Le Monde, en su editorial, no dudó en señalar, el día 15, que se trataba de “un verdadero electrochoque político” sin ser, necesariamente --la pérdida de las tres “A”-- una catástrofe económica. Era un dato que pesaría sobre las elecciones. El candidato del Partido Socialista, Francois Hollande, se apresuró a decir, inmediatamente, que la decisión adoptada por las tres Agencias mundiales de mensuración era, sin más, “el signo del fracaso del quinquenio del presidente Nicolás Sarkozy”. La frase era electoral, exagerada, pero el Eje París-Berlín no ha resucitado a Sarkozy que tuvo, al revés, que tomar medidas rigurosas en el presupuesto que la Sociedad resintió inmediatamente.

Así se ha ido a las elecciones con un desempleo que afectaba, en la Francia metropolitana (sin los territorios del exterior) a 4 millones103 mil 700 personas según los datos de Le Monde. En suma, larga y pesada deuda pública y doloroso desempleo que afectaba, sobre todo, a los jóvenes y con un presidente de la República muy discutido. Sobre todo, por él mismo.

El Partido Socialista, principal adversario, utilizaba todos esos elementos de la vida real para acelerar la condena de Sarkozy, hijo de emigrantes --notable y valiosa apertura de la Francia revolucionaria-- que ha sido más cercano a los magnates que al pueblo.

Los antecedentes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, como se ve, no eran propicios a Sarkozy. Los resultados, sin embargo, invitan a la meditación. En efecto, Sarkozy ha obtenido el 26.9% del voto y Francois Hollande --los dos de 57 años-- el 28%. Lo extraordinario del voto electoral no es esa estrecha ventaja del líder socialista --que seguro esperaba más-- sino dos acontecimientos en las urnas.

Uno de ellos ha desconcertado a Francia. En efecto, Marina Le Pen, sucesora de su padre al frente del ultraderechista Frente Nacional --varias veces condenado por sus arrebatos nazis-- ha obtenido un porcentaje histórico: el 19% de los votos. Ello quiere decir que el descontento social ha penetrado en los votantes a un nivel alto de desesperación.

Esa palabra --desesperación-- no es exagerada porque se ha producido, a su vera, otro anuncio de ira. En efecto, Jean-Luc Malenchon, enarbolando las banderas rojas, que parecían desaparecidas en el Estado-Bienestar, ha logrado, a su vez, un 10.8% de los votos con la vieja gesta de comunistas y marxistas despertados por la avidez y la estulticia de financieros y banqueros.

Como se ve la segunda vuelta será ríspida porque Sarkozy intentará ganar votos del Frente Nacional de Marine Le Pen y Hollande, a su vez, de la extrema izquierda resurrecta y que, en principio, no tiene otra opción lógica que votar en favor de Hollande.

El partido de Sarkozy --Unión por un Movimiento Popular-- ha acusado las debilidades de su líder que no ha logrado establecer una política coherente ni una vida familiar no chocante para el votante medio. Esa doble desilusión dialéctica ha sido notoria, pero, de todas formas, la segunda vuelta, con una extrema derecha alzada y una extrema izquierda resurrecta (que se creía ya enterrada) revela que la exasperación de los votantes contra los partidos tradicionales, en una crisis, desgarradora, donde financieros y banqueros han forjado el caos, la desesperanza y el diluvio.

En España generó un voto aplastante por la derecha --Partido Popular de Rajoy-- y en la Francia, cartesiana, ha generado una votación del 19% de los votantes --decisivos en la segunda vuelta-- en favor de lo impensable: la extrema derecha y un 10.8% en pro de la extrema izquierda. Ese casi 30% de protesta ardiente y agresiva merece atención y meditación. En efecto, los “indignados” crecen en todas partes y justamente. Lo que ocurre es que no tienen, aún, salida política. ¿Se producirá en el futuro?

Lo único que sabemos es que la ira de los pueblos es seria, pero no existe, aún, el ordenamiento político de ese movimiento de protesta. En suma, Hollande y Sarkozy se medirán en la segunda vuelta. Pero, como en España, ninguno de los dos representa, aún, la gran tercera vía, pendiente, de un Partido de los Indignados que proponga, en serio, la revolución del siglo XXI, es decir, la proposición de una reforma que libere al Estado --hoy prisionero de los intereses financieros-- de una cadena de acero que ha permitido que el capital controle el Estado y que los primeros “salvados” --los bancos-- han sido los primeros en asumir el desorden, la especulación y la desvergüenza. Mientras eso no esté claro en las conciencias se vivirá el desvivir y, con Unamuno, el sentimiento trágico de la vida.



- - 0 - -

jueves, 26 de abril de 2012

26-Abril-2012, Jueves.


INDICADOR POLITICO




+ La traición de Obama (3) en EU

+ Un Estado de seguridad nacional



Carlos Ramírez



Sin tener experiencia ni formación estratégica en asuntos geopolíticos, el presidente Barack Obama ha visto estallar escándalos que lo revelan como un presidente de estilos republicanos en cuanto a violación grave de derechos humanos y garantías constitucionales.

En los últimos días, Obama ha enfrentado revelaciones que lo ubican en el espacio político e ideológico del republicano George W. Bush, sin duda el mandatario de los EU más violador de los derechos sociales de la ciudadanía en nombre de la lucha contra el terrorismo, y, peor aún, autorizando a continuar con la violación sistemática de derechos contra sospechosos de terrorismo:

1.- En diciembre firmó la ley de seguridad nacional para refrendar el modelo de seguridad de George W. Bush, por lo que se siguen violando los derechos humanos en nombre del terrorismo.

2.- Esta semana dio a conocer la nueva estrategia contra las drogas y Obama abandonó la lucha en aras de evitar reacciones de violencia de los cárteles de aquí a su presunta relección, aunque el crimen organizado mexicano ya controla el mercado de venta al menudeo de mil ciudades de los EU.

3.- Esta semana la actriz Susan Sarandon, que fue una activista a favor de Obama en las elecciones del 2008, denunció que su teléfono estaba intervenido y que el gobierno la estaba espiando, además de que reveló que la Casa Blanca le negó una autorización de seguridad. Sarandon ha sido simpatizante de movimientos sociales dentro de los EU y de países que suelen luchar contra el dominio hegemónico estadunidense. Asimismo, Sarabndon ha apoyado al movimiento de ocupación de Wall Street. (http://www.dailymail.co.uk/news/article-2133940/Susan-Sarandon-Ive-phone-tapped.html)

4.- Esta semana el periodista Larry Siems logró la autorización para acceder a 140 mil documentos clasificados sobre la lucha estadunidense contra el terrorismo y se encontró con pruebas documentales de que las torturas contra presuntos terroristas fueron instrucciones presidenciales del presidente Bush y del equipo de abogados del Departamento de Justicia y además logró establecer la ruta de algunos detenidos que fueron sumidos en cárceles clandestinas de la CIA --“sitios negros”, se llamaban-- para evitar más denuncias. (http://www.slate.com/articles/news_and_politics/politics/2012/04/george_w_bush_and_torture_america_s_highest_officials_are_responsible_for_the_enhanced_interrogation_of_prisoners_.html)

5.- Esta semana se dieron a conocer evidencias de que el gobierno de Obama ha estado realizando vuelos no tripulados de naves espías sobre territorio estadunidense y se publicó un mapa sobre las ciudades vigiladas. Estos vuelos han tenido la autorización de jefes policiacos locales para espiar ilegalmente a ciudadanos. (http://www.dailyinspirenews.com/slideshow/is-there-a-drone-in-your-neighborhood-rise-of-spy-planes-exposed-after-faa-is-forced-to-reveal-63-launch-sites-across-u-s/)

6.- La semana pasada el periódico Los Angeles Times mostró fotografías de paracaidistas estadunidenses manipulando groseramente el cadáver de un terrorista suicida y burlándose de los restos. Como en el caso del militar que asesinó arteramente a civiles en Afganistán, el Pentágono y el Departamento de Justicia se mostraron consternados y anunciaron investigaciones, pero se negaron a modificar el fuero militar que les permite el ejercicio absolutista del poder del ejército estadunidense sin rendir cuentas a nadie. (http://www.latimes.com/news/nationworld/nation/la-na-afghan-photos-20120418,0,5032601.story)

7.- Dentro de las leyes patrióticas de Bush que Obama ha ratificado se encuentran las que permiten el arresto sin orden de aprehensión, el envío de detenido a cárceles secretas en cualquier parte del mundo, la negativa a un abogado para los acusados mucho más horas de las permitidas por los derechos humanos reconocidos en todo el mundo y sobre todo el juicio a civiles por tribunales militares, sin que organizaciones de derechos humanos --como Amnistía Internacional o Human Rights Watch-- levante la voz para exigirle a Obama el respeto a las garantías individuales.

8.- A pesar de haber sido una de sus tantas promesas de campaña, Obama no ha podido cerrar la prisión de Guantánamo pese a las revelaciones de la violación escandalosa de los derechos humanos, incluyendo a menores de edad; hasta ahora, ningún alto mando militar o judicial ha sido condenado por el abuso contra los derechos de los detenidos; lo peor es que algunos de los encarcelados lograron probar su inocencia. Siems le siguió la pista a un detenido y probó, con documentos oficiales desclasificados, cómo la CIA lo fue escondiendo en prisiones secretas en el mundo. El asunto reventó porque el prisionero Abu Zubaydah llegó a una prisión polaca de la CIA pero los propios polacos prefirieron denunciar las irregularidades.

9.- La investigación de Siems encontró un documento de doce páginas --el Memorándum de Notificación del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca--, fechado el 17 de septiembre de 2001, apenas siete días después de los ataques terroristas contra las Torres Gemelas, en el que Bush autorizaba a la CIA a crear prisiones secretas para torturar a sospechosos de terrorismo. A ello se agregó la anotación manuscrita de aprobación del secretario de Defensa de Bush, Donald Rumsfeld, para torturar a prisioneros con técnicas extremas, como sumergirles la cabeza en agua para simular ahogamiento.

10.- En el fondo, Obama --como Bush y antes Clinton-- ha diseñado un Estado de seguridad nacional --tesis de Gore Vidal-- para imponer la hegemonía de los Estados Unidos sobre otras naciones del mundo por encima de los derechos humanos.





- - 0 - -

lunes, 23 de abril de 2012

23-Abril-2012, Lunes.


INDICADOR POLITICO




+ Habrá continuidad macroeconómica

+ Neoliberalismo con más costo social



Carlos Ramírez



Si las evidencias son más que suficientes para probar el agotamiento del modelo de desarrollo dependiente de la estabilidad macroeconómica y su patrón de crecimiento económico que no da más para crecer a 3% promedio anual, los candidatos presidenciales están más preocupados por ganar las elecciones que por ofrecer una alternativa a la crisis.

La declaración formal del candidato neopopulista Andrés Manuel López Obrador de que mantendrá la actual política macroeconómica cerró las posibilidades de vislumbrar el rediseño de la estrategia neoliberal de desarrollo que impuso Carlos Salinas de Gortari en sus tres tiempos de hegemonía en el pensamiento económico del gobierno: como secretario de Programación y Presupuesto de Miguel de la Madrid, como presidente de la república y como el dedo de oro que impuso a Ernesto Zedillo para sustituir al Luis Donaldo Colosio que quería cambar el rumbo del neoliberalismo.

La política económica neoliberal se sustenta en el objetivo de las cifras macroeconómicas, sobre todo la inflación como el pivote de cualquier crisis; con el control del alza de los precios se mantiene estable la economía, pero esa meta condiciona a las demás: salarios, tipo de cambio, gasto presupuestal y crecimiento económico. Así, el modelo neoliberal salinista endiosó a la inflación baja como el centro de la política económica.

Lo que le ha faltado al modelo neoliberal ha sido el paquete de reformas estructurales. Los neokeynesianos trasnochados --como Paul Krugman-- insisten en centrar las posibilidades del desarrollo en el gasto público, aunque se trata de un modelo funcional en economías altamente capitalistas como la estadunidense donde no existen los cuellos de botella de las economías de dominio estatista. En México el aumento de gasto público, sin dinamismo productivo privado y control estatal de instancias de la estructura productiva, ha conducido al aumento del déficit presupuestal y éste a la inflación y ésta a las devaluaciones y todas a las crisis generales.

El dilema de modelo de desarrollo mexicano radica en seguir por el mismo camino neoliberal de colocar el objetivo de la estabilidad macroeconómica como meta en sí misma o en reorganizar la política del desarrollo en función de reformas estructurales en el sistema productivo para estabilizar la economía con un realineamiento de las variables de la crisis. La victoria conceptual del neoliberalismo se basa en la derrota política de los gobernantes.

La continuidad del modelo de desarrollo quitó a las elecciones una de las tres variables del ejercicio del voto: la salida de la crisis económica; las otras dos han sido escondidas también los tres principales candidatos: la reorganización de las bases de legitimidad del Estado con la reforma política para la instauración de la democracia y el nuevo pacto constitucional que permita la liberalización de la dinámica social.

Con Enrique Peña Nieto y Josefina Vázquez Mota se había descontado la continuidad del modelo económico --el salinista Guillermo Ortiz Martínez como asesor económico del primero y el los fondomonetaristas Ernesto Cordero y su aliado Agustín Carstens con la segunda--, pero ahora ya el neopopulista López Obrador ya se comprometió con los barones de la riqueza que mantendrá la política macroeconómica salinista.

De ahí que en materia de oferta económica los electores van a tener que optar limitadamente entre el neoliberalismo populista --PAN y PRI-- o el neopopulismo neoliberal --PRD y aliados--, los dos hijos del pensamiento económico del Fondo Monetario Internacional. Con candados macroeconómicos en la inflación --salarios, gasto público y crecimiento económico--, de nueva cuenta se impondrá la doctrina Miguel de La Madrid del ciclo neoliberal en los gobernantes: “un país no crece como debe sino como puede”. De ahí que el próximo secretario de Hacienda de México, quien quiera que gane las elecciones, será conocido como el Dr. Pangloss del Cándido de Voltaire: hay que vivir en el “mejor de los mundos posible”, no el mejor mundo deseable.

La política social del modelo neoliberal no se preocupa por el bienestar de la sociedad sino tan sólo por la atención asistencialista de los más pobres, aunque sin modificar la estrategia del desarrollo y permitiendo la existencia de una estructura productiva antigua y con limitaciones en su funcionamiento. El objetivo endiosado de la inflación en una estructura disfuncional como la mexicana limitará el gasto público, el salario y el PIB y las posibilidades de programas asistencialistas dependerá del ahorro en otros rubros y no en la multiplicación de la riqueza productiva.

La diferencia entre el populismo y la economía productiva radica en que el populismo gasta improductivamente el presupuesto público y por tanto no lo convierte en multiplicador de la actividad económica y la economía productiva usa el gasto para dinamizar la producción y por tanto multiplicar el empleo; así, el primero crea dependientes y el segundo detona el mercado interno.

El modelo neoliberal se impuso en 1989 con el arribo del grupo de economistas comandados por Carlos Salinas de Gortari  y cumplirá casi un cuarto de siglo en el poder con el saldo que padece el país: el modelo de desarrollo sólo alcanza para el 55% de la población, el 45% de los mexicanos viven en condiciones de pobreza extrema, el salario mínimo hoy tiene el poder de compra de apenas 25% del de 1976, un tercio de la economía está dominada por el subempleo, la desaparición de la economía agrícola, la ruptura del ciclo capitalista de demanda-oferta y la inexistencia de una clase media con su papel de pivote de la producción.

En este sentido y por el continuismo del neoliberalismo macroeconómico, en realidad ya no importa quién gane las elecciones porque seguirá la misma política económica que truncó las posibilidades del desarrollo mexicano.





- - 0 - -

jueves, 19 de abril de 2012

19-Abril-2012, Jueves.

INDICADOR POLITICO




+ Kirchner: la geopolítica Irán

+ Ni Malvinas ni Evita ni crisis



Carlos Ramírez



Aunque puedan existir indicios de un neopopulismo peronista rancio y datos de que se quiere tapar la crisis creciente, la decisión de la presidenta argentina Cristina Fernández Kirchner de nacionalizar el 51% de la empresa petrolera YPF tiene que ver con la geopolítica y una jugada maestra de Irán.

En este sentido, el posicionamiento de México ante la crisis de propiedad de YPF (Yacimientos Petrolíferos Fiscales), del cual tiene casi el 10% de acciones, debe eludir las trampas del neoliberalismo o de la inversión extranjera y asumir el perfil geopolítico de una decisión que tiene que ver con la guerra de posiciones entre Irán y los Estados Unidos como consecuencia del avance nuclear iraní.

Luego de que Irán se negó a aceptar las presiones de los EU para abandonar la carrera nuclear --que por cierto comenzaron los EU en su guerra fría con la antigua Unión Soviética--, los países europeos siguieron la instrucción de Washington de declarar la sanción a Irán de no comprarle petróleo. España se confío con el hecho de que su posesión del petróleo argentino vía la YPF le daba una ventaja frente a otras naciones.

A favor de España estuvo el “histórico” hallazgo de una reserva petrolera en Argentina en noviembre del año pasado en la zona de Vaca Muerta, calificada como “el mayor descubrimiento de petróleo” en la historia de la española Repsol-YPF. De acuerdo con las cifras preliminares, el campo petrolero podría albergar casi mil millones de barriles, dato que puede compararse con los 2.5 millones de barriles diarios de exportación de Irán. De acuerdo con los cálculos oficiales, el volumen de petróleo hallado era similar a las actuales reservas de YPF.

En este contexto, la crisis de propiedad de YPF se agudizó porque Argentina estaba perdiendo el control sobre el petróleo descubierto justo en momentos de crisis de ingresos de divisas. Inclusive, la negativa de España para que México ampliara su intervención accionaria en Repsol y por tanto en YPF formó parte de la disputa por el petróleo. En este sentido, la decisión de Argentina fue ciertamente populista, pero también de interés nacional porque el recurso petrolero iba a beneficiar a accionistas privados.

El embargo petrolero de los EU y sus aliados europeos a Irán es otro de los componentes de la crisis por la propiedad de la empresa petrolera privada argentina. El embargo a Irán fue calificado “sin precedente” por el The New York Times porque implicó también congelamiento de cuentas del banco central iraní como una medida de presión contra el presidente Mahmoud Ahmadinejad para revertir su programa nuclear. Los países europeos dependientes del petróleo iraní son España, Italia y Grecia, justamente los tres que se encuentran hundidos en crisis económicas sin precedentes y necesitan del apoyo estadunidense para flotar, sobrevivir y eventualmente salir del hoyo. Por el embargo a Irán, agrega el NYT, esos países han debido de buscar fuentes alternativas para el petróleo.

La nacionalización de la propiedad de YPF fue un duro golpe contra la economía española; de ahí el enojo del gobierno español por la tibia reacción de los Estados Unidos y la escurridiza declaración de la secretaria estadunidense de Estado, Hillary Clinton, sobre la decisión de Argentina filtrada con suficiente anticipación como para prever reacciones de la Casa Blanca. España siguió la demanda de los EU de castigar a Irán con el embargo petrolero y ahora el gobierno español se siente abandonado por el gobierno de Obama.

La geopolítica de la decisión tiene que ver con el triángulo del poder iraní en América Latina: Venezuela, Cuba y Argentina, además de apoyo de Bolivia como país petrolero y cierto beneplácito del Brasil de Inácio Lula Da Silva. El presidente iraní Ahmadinejad ha estado recientemente en América Latina vía Venezuela. La alianza Venezuela-Argentina se vio en la reciente cumbre de presidentes americanos, cuando la presidenta Fernández abandonó la reunión al no tratarse el asunto de Las Malvinas. Pero el problema en realidad no fue Las Malvinas sino la crisis petrolera por YPF. En este sentido, siguen latentes las denuncias de que dinero de Hugo Chávez estuvo en la última campaña presidencial de la presidenta argentina. Y a este escenario se va a unir China como aliado de Venezuela, Argentina, Cuba y Bolivia.

En este contexto, la decisión de nacionalizar la mayoría de las acciones de YPF realmente no tuvo el motor principal en el nacionalismo y el neopopulismo argentino, aunque la presidenta Fernández aprovechó hábilmente la oportunidad para anunciar la decisión teniendo detrás un retrato del ícono de Evita Perón, esposa del populista Juan Domingo Perón, y para imitar algunos gestos de agitación de masas de ella en el pasado.

El punto fino radica en la inserción de la decisión en el escenario geopolítico, geoestratégico, de reacomodo de nuevos polos de poder, de revalidación del petróleo como instrumento desestabilizador de gobiernos y de seguridad nacional para los países. Como en los años setenta del siglo pasado, el petróleo se convierte de nueva cuenta en el principal factor de (in)estabilidad económica y geopolítica mundial. El menor de los problemas es el de la inversión extranjera o la seguridad en las inversiones.

El principal efecto será la explosión de un nuevo problema de estabilidad política de los Estados Unidos en la era Obama y en lo que la Casa Blanca considera, a veces con desprecio, su patio trasero, América Latina, pero justo en el arranque político de la campaña por las elecciones presidenciales de noviembre próximo y cuando los republicanos acusen a Obama no sólo de la crisis, sino de debilitar el escudo de seguridad nacional de los EU.

En plena elección presidencial mexicana, la crisis YPF exige posicionamientos más claros del presidente de la república, de los candidatos, de los partidos y del poder legislativo. Poseedor de petróleo, México tiene la oportunidad de regresar al juego geopolítico que necesita para revalidar sus posibilidades de desarrollo o seguir subordinado al juego de poder de los EU.



- - 0 - -

miércoles, 18 de abril de 2012

18-Abril-2012, Miércoles.

INDICADOR POLITICO




+ PAN: fracaso en sistema político

+ No supo ser partido en el poder



Carlos Ramírez



Nacido como oposición leal y con un discurso de confrontación ética y moral al Partido cardenista de la Revolución Mexicana, el PAN no supo convertirse en partido en el poder en doce años de poder presidencial y en casi veinticinco años de ascender en la estructura política.

La candidata panista Josefina Vázquez Mota está pagando el error estratégico del partido. El PAN perdió de foco la función principal de un partido político: ganar el poder, transformarse para convertirse en poder y mantener el poder. En cambo, el PRI nació desde el poder, perdió el poder pero se reconstruyó para reconquistar el poder.

Como una de las piezas clave del sistema político, el partido en el poder asume la función primordial de convertirse en el espacio por excelencia de la intermediación entre las demandas ciudadanas y las decisiones de la autoridad. El PRI lo entendió tan bien que creó una estructura corporativa para primero organizar a los grupos sociales, luego para usar el partido como el camino de las demandas y finalmente para regresar decisiones de poder a través del partido.

Cuando comprendió que el PRI se había enmohecido y ya no cumplía con sus funciones de intermediación social, Carlos Salinas creó los comités de solidaridad para encauzar la obra pública y pretendió imponerlos como sustitutos de los tradicionales seccionales del PRI, pero se lo impidieron la crisis de 1994 y la estructura jurásica del PRI. Hacia el 2000, el PRI ya no operaba como mecanismo de intermediación de la política de inversiones asistencialistas. En cambio, en el DF, el PRD copió al PRI, utilizó el presupuesto para fomentar nuevas estructuras corporativas y con ello se asentó en el control de masas en la ciudad de México.

Los dos gobiernos panistas no supieron qué hacer con el partido y por tanto el PAN no supo convertirse en la estructura de poder de la administración federal. Lo malo de todo fue que tampoco construyó un partido diferente, sino que tan solo se conformó con afiliar a los nuevos funcionarios. El saldo está a la vista: el PAN es un partido, no el partido en el poder. No existe una correlación entre el ejercicio del gobierno con el PAN como estructura de organización de masas porque el PAN se conformó con seguir siendo un partido de ideales y de pronunciamientos y se negó a ser un partido de masas.

Salinas inventó la Secretaría de Desarrollo Social para enfilar desde ahí a Luis Donaldo Colosio en el modelo de la reorganización de la relación programas sociales-organización de masas. Josefina Vázquez Mota fue secretaria de Desarrollo Social, creó nuevos programas de apoyo a sectores marginados y dinamizó el gasto social, pero no convirtió esos programas en instrumento de organización de masas. La lección es clara: el partido que crea ingenuamente en que los beneficiarios del gasto social no deben ser cooptados como aliados partidistas pagará en las urnas sus errores estratégicos.

Un partido político es un aparato de organización de masas para garantizar votaciones a sus candidatos, no es un seminario para la reflexión teológica. La razón es simple: sin masas organizadas, tampoco hay votos. La campaña presidencial del PAN se ha encontrado que el PAN se olvidó de organizar a los electores; el incidente en la fonda de Tres Marías fue un error de organización, pues con tres horas de ventaja se hubiera preparado un evento político positivo. A lo largo de las primeras semanas de campaña, Josefina se ha encontrado que carece de partido político.

En los dos sexenios en el poder presidencial, al PAN le faltó un proyecto de reorganización como partido en el poder. Al parecer la tesis fue evitar la repetición del modelo PRI; sin embargo, el PRI no inventó el partido-aparato sino que solamente lo refinó. En este sentido, el espacio por excelencia del funcionamiento del sistema político es precisamente el que ocupa el partido en el poder. Ninguno de los cinco presidentes nacionales del PAN supo entender la lógica de un partido en el poder. Lo peor de todo es que el PAN tuvo tres llamadas de atención: las elecciones intermedias de 2003 cuando el PRI recuperó puntos, las presidenciales del 2006 cuando enfrentó el aparato social-electoral del PRD y las legislativas del 2009 cuando perdió nuevamente posiciones por confundir el mensaje de campaña.

El PAN fue ingenuo al racionalizar la conformación de la estructura social del país; un partido de ideas requiere de una sociedad de electores de alto nivel y de bienestar asegurado de antemano; pero una sociedad marcada por la pobreza mayoritaria y con electores demandantes de beneficios que la vieja política social del Estado ya no satisface busca un partido que le garantice programas de bienestar, así sean asistencialistas y no modifiquen la estructura de la pobreza nacional. El PRD en el DF se ha dedicado a regalar dinero, no a facilitar el escalafón social, con programas asistencialistas e improductivos, pero eficaces para organizar a una parte de las masas necesitadas.

En este contexto, el PAN carece de votantes, como se revela en las encuestas. En el 2000 la gente votó contra el PAN por el fracaso en la política social y la desarticulación de las corporaciones de masas, además de que los candidatos del 2000 y del 2006 no supieron vender imagen ni los programas sociales. Además de imagen, Enrique Peña Nieto construyó su candidatura sobre los programas sociales, asumiendo al votante como beneficiario de algún programa. López Obrador desdibujó su imagen cuando la orientó a la confrontación o al amor y no a los beneficios de sus programas sociales.

El desafío de Josefina es grande y carece de tiempo: relanzar el papel del PAN como partido de masas, construir un discurso sobre programas sociales, promover la organización de masas en torno al presupuesto público y aprovechar su experiencia en la Sedeso para entender al votante. Pero la clave de su victoria o su derrota estará en lo que ella pueda hacer con el PAN.





- - 0 - -

martes, 17 de abril de 2012

17-Abril-2012, Martes.

INDICADOR POLITICO




+ PAN: descomposición lógica

+ Es el principal reto de Josefina



Carlos Ramírez



Sin carrera partidista, Josefina Vázquez Mota carga la crisis de partido del PAN como un fardo y un peso que le quita movilidad electoral. De la ahí la oportunidad de campaña presidencial para redefinir el papel del PAN no sólo en la campaña sino en la conformación de un nuevo sistema político.

El gobierno de Vicente Fox no se preocupó por el PAN en la alternancia, pero su decisión de pactar con el PRI lo llevo a aprovechar la oportunidad para repetir a su favor los vicios del modelo priísta del partido-gobierno. Con escaso margen político de maniobra, el presidente Calderón no le dio prioridad a la reconstrucción del partido.

En desventaja, sin una decisión de reformulación del sistema político y con las estructuras corporativas del pasado priísta en manos del gobierno, las dos administraciones panistas oscilaron entre un PAN tipo PRI y un PAN apenas parecido a los criterios políticos de sus fundadores, sobre todo de Manuel Gómez Morín. Al final, el PAN tipo PRI fue soslayado por el presidente Calderón a la hora de la designación del candidato presidencial pero se encontró que era demasiado tarde y que la conformación de militantes y adherentes había perdido la identidad original del PAN.

Detrás de la crisis del PAN se encuentran las varias etapas: la original de Gómez Morín, la activista del ciclo derechista que se alió a los EU de John Gavin, la iglesia y los empresarios, la de los bárbaros del norte, la de la crisis de identidad, la del Yunque más como grupo de poder interno que como perfil ideológico y la de los neopanistas que ganaron posiciones de poder en el sector públicos en los dos sexenios panistas.

Nacido como oposición leal y moral que no aspiraba a ejercer el poder en los altos niveles, el PAN realmente se encontró con la presidencia de la república en el 2000 por el activismo de Vicente Fox, de escasa militancia panista. La alternancia se dio a la derecha con Fox, cuando la larga tradición de lucha contra el autoritarismo priísta se dio desde la izquierda socialista y el priísmo progresista. Sin embargo, la coalición progresista no supo ofertarle a la ciudadanía una alternancia diferente.

El PAN ha sufrido una descomposición lógica  por tres razones:

1.- El ejercicio del poder sin cambiar el sistema político.

2.- La decisión de no completar el ciclo político de alternancia-transición con la construcción de un nuevo sistema político.

3.- La ausencia de un liderazgo ideológico del partido que sometiera a los legisladores y funcionarios a un proyecto político de verdadera alternancia.

Como partido en la presidencia, el PAN se convirtió en una agencia de colocaciones, como en el viejo PRI; ahí están las candidaturas de ex priístas y ex perredistas que accedieron a espacios panista sin pasar por la reflexión de partido. A ello contribuyó el deslavamiento de su propuesta ideológica, más de tipo moral que de política y mucho más de nominaciones que ganaran candidaturas al estilo PRI que la consolidación de una nueva clase política.

La candidata del PAN a la presidencia de la república tiene que arrastrar ahora con el lastre de un partido sin movilidad política, sin dirección ni liderazgo y sin una propuesta de construcción de un proceso de alternancia-transición-instauración democrática. Las cinco direcciones nacionales panistas de la alternancia --Luis Felipe Bravo Mena, Manuel Espino, Germán Martínez Cazares, César Nava y ahora Gustavo Madero-- fueron de coyuntura, sin objetivos de largo plazos y dependientes del presidente de la república en turno. Ninguno de los cinco hizo un esfuerzo real para dotar al PAN de una ideología política para el ejercicio del poder, a lo que contribuyó el hecho de que Fox prefiero pactar con el PRI y Calderón decidió transitar sin cambios políticos ni ideológicos.

Ahora Josefina ha quedado atrapada en una maraña de poder que significa un PAN cruzado por diferentes hilos de intereses: el calderonismo, los gobernadores, los burócratas, los ex priístas, los pro-perredistas, los grupos de poder como el Yunque y similares, los autonomistas, los oportunistas… y los que nazcan al calor de la campaña.

Lo paradójico es que Josefina fue votada como candidata presidencial en una elección sin interferencias de grupos, pero carece de movilidad porque quedó enredada en una telaraña pegajosa que le ha impedido movilidad y que le ha exigido atender más los conflictos internos que la campaña. Ello explicaría, por ejemplo, la decisión de Josefina de aferrarse a Roberto Gil como su operador de confianza, pero dejando latente el problema del nudo gordiano de las corrientes panistas que funcionan de manera similar que las tribus perredistas.

La gran decisión que tiene frente a sí Josefina para verdaderamente relanzar su campaña se localiza en la toma del control total del partido, de las candidaturas y de los grupos de poder; si no lo consigue, entonces difícilmente podrá avanzar por el lastre de grupos que se mueven para mismos y no para el objetivo de ganar de nuevo la presidencia de la república. De hecho, Josefina padece el mismo problema de Enrique Peña Nieto en el PRI y Andrés Manuel López Obrador en el PRD, aunque los dos, con todo, han logrado tomar el control de sus partidos políticos.

Pero Josefina tiene a su favor el hecho de que es la oportunidad de que el PAN mantenga la presidencia de la república un sexenio más. Pero para ello requiere, inevitablemente, tres cosas: tomar el control del PAN, definir un proyecto propio de gobierno que incluya la variable alternancia-transición-instauración democrática y consolidar urgentemente un liderazgo personal indiscutible. Si no lo consigue en el corto plazo y si el presidente Calderón no se lo facilita, la victoria presidencial se irá alejando y el PAN podría tardar en recuperar el poder presidencial.



- - 0 - -

viernes, 13 de abril de 2012

13-Abtil-2012, Viernes.

INDICADOR POLITICO




+ Fuero militar a capricho de EU

+ Entre Kennedy y el Pentágono



Carlos Ramírez



En diciembre del 2011, el presidente Barack Obama refrendó la validez de las leyes patrióticas de Bush para militarizar la lucha contra el terrorismo, manteniendo no sólo los arrestos sin orden y las torturas, sino la posibilidad de que civiles sean juzgados en tribunales militares.

En México, a lo largo de estos seis años, el fuero militar se ha ido ajustando a las necesidades de defensa de los derechos humanos, pero a partir de los intereses nacionales. Sin embargo, ahora la activista Kerry Kennedy, a partir de un incidente contado unilateralmente, quiere que el papel de los militares en la seguridad nacional y en la seguridad interior se ajuste a las exigencias de los EU: que militares mexicanos sean juzgados en tribunales civiles, mientras en los EU civiles son juzgados en tribunales militares.

Lo de menos es percibir el hecho de que las fuerzas armadas de los EU desdeñan tribunales civiles y desde luego que no reconocen tribunales y cortes internacionales, aunque toda su estrategia de dominación geopolítica-militar se base en la utilización de esos espacios pero contra adversarios que no se ajusten a la supremacía militar de Washington.

De ahí que los pronunciamientos de Kerry Kennedy tengan que matizarse en el escenario de los avances mexicanos para modernizar el fuero militar o de guerra que es la columna vertebral de la disciplina militar y por tanto el punto central de la seguridad nacional. México ya avanzó en la transformación de la Constitución de una de derechos a una de dogmas jurídicos, centralmente el de los derechos humanos. Ahora mismo se debaten ajustes en la ley de fuero militar como parte de algunas sentencias de la Corte Interamericana de DH que México acata sin pretextos.

Kerry Kennedy es presidenta del Centro para la Justicia y Derechos Humanos “Robert F. Kennedy”, por razones de ser una de las hijas del hermano de John F. Kennedy. Robert Kennedy fue procurador de justicia durante el periodo presidencial de su hermano y en 1968 se presentó como candidato presidencial pero fue asesinado en aquel aciago año que salpicó de sangre política a los EU. Robert Kennedy, por cierto, fue uno de los operadores de intentos de asesinato político ilegal de Fidel Castro, de acuerdo con una conversación liberada en los EU que sostuvieron el presidente Gerald Ford y su secretario de Estado Henry Kissinger, en base a una confidencia del director de la CIA Richard Helms.

También como secretario de Justicia del gobierno de John F. Kennedy, Robert Kennedy fue uno de los responsables de la aprobación del plan secreto para el envío de tropas de combate a Vietnam bajo la cobertura de “asesores militares” y también tuvo que ver con algunos de esos “asesores militares” que no enseñaban a los sudvientamitas tácticas de combate sino tortura a civiles para atacar a los comunistas de Vietnam del Norte. El asesinato de Robert Kennedy lo convirtió en mártir pero arrastrando las leyendas negras de decisiones de los EU con carácter imperial.

A partir de un incidente en un puesto militar cercano a Acapulco, Kerry Kennedy hace una serie de exigencias sin entender que están en camino de salida desde hace tiempo y que se han estado tomando en función de los intereses mexicanos. En su texto, publicado en Reforma, Kerry Kennedy no explica que los retenes se han colocado legalmente para romper con el tráfico de drogas para el consumo casi libre de los adictos estadunidenses, a través de los mercados al menudeo que existen en casi todas las ciudades de los EU.

En México militares acusados de violaciones a derechos humanos han sido juzgados en tribunales civiles, aunque la señora Kerry Kennedy exige lo que ya funciona. La ley de fuero militar está en el congreso mexicano y la decisión depende de los legisladores, no de las exigencias de organismos estadunidenses que están en la mismas sintonía de los objetivos del Pentágono de los EU para desmantelar o cuando menos subordinar a las fuerzas armadas de otros países. Extraña, en todo caso, que la presidenta de una ONG ignore los avances mexicanos.

El texto de la señora Kennedy en Reforma es producto de un incidente en un puesto militar en Acapulco, en donde la presencia militar ha logrado desarticular a cárteles del narco y ha recuperado territorio en manos de la delincuencia. De acuerdo con el relato, la señora no vio afectados sus derechos sino que se le trató de acuerdo a las acciones permitidas por la ley. Lamentablemente, la señora Kennedy se permite ofender a las fuerzas armadas titulando su texto con una frase que induce una lectura de opresión de los derechos humanos: “¡Quita tu bota de mi cuello!” Sin embargo, se trata de un titular tramposo porque en ninguna parte del texto acredita información que tenga que ver con el título. Así, la señora Kennedy engaña a sus lectores inflando un incidente que no violentó sus derechos humanos porque después de una revisión legal pudo seguir su camino.

La intención de la ONG´s estadunidenses se localizan en la intención de desarticular las estructuras de defensa de países como México generalizando incidentes que responden a hechos aislados que, por lo demás, están en tribunales civiles. Paradójicamente, la señora Kennedy quiere que el ejército mexicano no ejerza los mecanismos de defensa que le permite la ley. Varias denuncias de presuntas violaciones se han diluido por haber sido acusaciones sin fundamento y algunas de ellas alentadas por el propio crimen organizado.

Lo que el Estado mexicano ha hecho para ajustarse a la doctrina de los derechos humanos no ocurre en los EU, donde los militares juzgan a civiles por acusaciones no fundamentadas de terrorismo y tropas estadunidenses no son juzgadas por los 450 mil civiles inocentes asesinados en la ocupación de Irak y Afganistán. Como buena Kennedy, la señora Kerry ve la paja en el ojo de México para ocultar la viga militar estadunidense en el propio.





- - 0 - -

jueves, 12 de abril de 2012

12-Abril-2012, Jueves.

INDICADOR POLITICO




+ Obama-Romney, en México 2012

+ Crisis, terrorismo, drogas, migración



Carlos Ramírez



Las elecciones presidenciales en Los Estados Unidos para noviembre próximo ya resolvieron las nominaciones: el retiro del senador Rick Santorum dejó la candidatura presidencial republicana al conservador Mitt Romney, hecho que se convirtió en un factor inesperado en las elecciones presidenciales de México.

Aunque ni Romney ni Barack Obama tienen a México en alguna parte de su agenda propositiva, la crisis de seguridad en México se está convirtiendo en tema de referencia: los republicanos podrían obligar al candidato Obama a endurecer su posición sobre México. Por tanto, los candidatos presidenciales mexicanos están ya obligados a incluir la elección presidencial en los EU y el factor Casa Blanca en la agenda de sus campañas, pronunciamientos y políticas exteriores.

La nominación de Romney se convirtió en una cuña a la candidatura presidencial de Obama por los temas de la polarización política local; pero esa polarización no debe asustar sino que incluye el gran debate acelerado por la estrategia social de Obama: convertir al Estado en un factor de poder político y presupuestal para atender a la pobreza, pero en un sistema capitalista donde la pobreza no se toma en cuenta o forma parte de los elementos dinamizadores de la riqueza. De ahí que Obama haya sido acusado de socialista, cuando en realidad se trata de un modesto populista con tentaciones estatistas pero en una economía dominada por los intereses privados.

A pesar de que la elección presidencial estadunidense se va a decidir por factores internos, los temas de política exterior tendrán su propio espacio: la imposición de los valores capitalistas políticos y económicos en Irak y Afganistán, la violencia de resistencia de los nacionales, la crisis Israel-Irán, el expansionismo iraní en América Latina vía Venezuela y Cuba, el colapso previsible en Cuba por la desaparición pronta de Fidel Castro; y de los temas mexicanos, cuando menos cinco tendrán cabida en el debate Romney-Obama: el tratado de comercio libre, el petróleo, la migración, el terrorismo y la crisis de violencia por el narcotráfico.

Arrinconado por la crisis, el desempleo y la recuperación que no llega, además con la carga de compromisos no cumplidos con las minorías hispana y afroamericana, Obama va a estar arrinconado por Romney y tendrá que correrse hacia el centro-derecha ante la imposibilidad de radicalizarse a la izquierda. En las próximas semanas la Corte Suprema podría dar marcha atrás a la reforma de salud que preveía un sector público estatal en salud por el peso de los lobby de los consorcios de salud, lo cual sería el indicio de una mayoría dominante conservadora que limitaría el discurso progresista-populista de Obama.

El tema mexicano saltó con fuerza en las precampañas de los republicanos con críticas a la violencia por el narco y a la crisis económica que aumentó el flujo de migrantes mexicanos a los EU en busca de empleo y salarios, así como el tema de la reforma migratoria y las iniciativas antimigrantes del gobierno de Arizona. En contra, y con un oportunismo sin rubor, el equipo de Obama quiere de nueva cuenta explotar las necesidades de los afectados por el conservadurismo para comprometer a su favor el voto hispano y afroamericano, pero con la ausencia de compromisos reales para atender las necesidades de esos sectores.

Como parte de las decisiones de campaña, Obama está tratando de meter el asunto del narco por el lado de iniciativas de campañas contra el consumo de drogas en zonas urbanas dominadas por el mercado al menudeo e intensificará acciones policiales contra pandillas que controlan el narco en más de mil ciudades de los EU y que tienen conexiones de dependencia con los principales cárteles mexicanos. Como Obama tiene el problema de que el consumo de droga es un asunto de derechos civiles, entonces se prevén acusaciones contra México.

Romney fue gobernador republicano en uno de los territorios demócratas y progresistas por excelencia, el estado de Massachusetts, y su padre nació en México. Lo interesante es que estudió en Harvard, como Obama, aunque de Obama han comenzado a circular algunas evidencias de vinculación con grupos radicales marxistas de esa escuela, aunque con el dato de que en Harvard se unió al grupo marxista de la Escuela de los Derechos, es decir, la inclusión en las leyes de derechos sociales a los pobres para luego convertirlos en obligaciones de los gobernantes; en esa lógica se ubicó su iniciativa de salud: garantizar legalmente el derecho a la salud, y como los hospitales privados no pueden dar atención gratuita y el gasto médico crecería para garantizar atención privada, entonces vendrían los hospitales públicos y el seguro médico gratuito garantizado por el Estado.

Como estrategia de campaña, Obama estaría alentando la protesta pública de sectores marginados, pobres o ajenos a la dinámica de enriquecimiento del sistema capitalista, con lo que ha contribuido a la polarización ideológica vis a vis los sectores conservadores que no quieren al Estado en actividades privadas. El problema es que Obama, de relegirse, también incumpliría sus compromisos porque apenas contaría con dos años de gobierno y los dos restantes estarían dominados por la siguiente elección presidencial; se trataría del espacio político y de gobierno en el que el presidente de los EU es caracterizado como un pato cojo --lame duck-- porque carece de instrumentos de poder y de horizonte político.

La definición del candidato presidencial republicano adelantó la fase de las campañas porque ya no se realizarán primarias. Por tanto, se espera que Romney también adelante puntos de debate y de confrontación con un Obama agobiado por los problemas sin solución y por las protestas callejeras contra el sistema capitalista --no sólo contra la crisis-- que ha tratado de salvar en sus cuatro años de su primera administración.

Y no tardarán muchas las semanas en que la campaña presidencial de los EU se meta en la campaña presidencial de México, pero con candidatos mexicanos que han excluido al factor Casa Blanca y con temas de violencia criminal que serán también temas en la campaña estadunidense.



- - 0 - -

miércoles, 11 de abril de 2012

11-Abril-2012, Miércoles.

INDICADOR POLITICO




+ Elección 2012: sólo continuismo

+ AMLO y Peña ya no preocupan



Carlos Ramírez



Luego de desorientar a la sociedad con mensajes de precampaña de que todo estaba mal y que había que cambiar todo, ahora resulta que los tres principales candidatos a la presidencia de la república sólo ofrecen la continuidad del modelo político, económico y social.

La muerte del ex presidente Miguel de la Madrid vino a reposicionar en el espacio político-electoral el tema fundamental: el agotamiento --por no decir que fracaso-- del modelo de desarrollo neoliberal que impuso el delamadridismo comandado por Carlos Salinas de Gortari y avalado por la sumisión del PRI.

Con Guillermo Ortiz Martínez y Agustín Carstens como comandantes del proyecto económico, el priísta Enrique Peña Nieto ni siquiera tendrá que preocuparse por restaurar el priísmo económico porque los dos gobiernos panistas mantuvieron la misma política económica: Vicente Fox traicionó al PAN y el voto del cambio y mantuvo el mismo rumbo económico neoliberal con Francisco Gil Díaz, jefe de los Chicago boys mexicanos, en Hacienda y luego Felipe Calderón tampoco viró la nave al operar con Agustín Carstens, segundo de a bordo del Fondo Monetario Internacional.

En la lógica de la continuidad natural de un mismo partido en el poder, el equipo económico de Josefina Vázquez Mota estaría jefaturado por Ernesto Cordero, sucesor de Carstens en Hacienda y por tanto del mantenimiento del mismo rumbo económico.

Y en el equipo económico de Andrés Manuel López Obrador tiene a Rogelio Ramírez de la O, un asesor económico de empresas trasnacionales, aunque en realidad es el propio candidato el que ha decidido mantener la misma política económica para no ahuyentar a los capitales ni poner nerviosos a los empresarios. En todo caso, la propuesta de López Obrador --que no llega a nivel de estrategia-- radica en gastar más en apoyo social improductivo con el ahorro en el control del gasto. Los discursos y documentos del tabasqueño no definen un nuevo rumbo.

De ahí que en lo económico el país tenga en la elección presidencial el continuismo neoliberal en sus diferentes versiones: el neoliberalismo populista del PRI y del PAN y el populismo neoliberal del PRD; el neoliberalismo se identifica en el mantenimiento del equilibrio macroeconómico y en el gasto que permita el presupuesto pero sin aumentar el déficit presupuestal ni la deuda. En todo caso, los programas sociales se agotan en la atención a grupos pobres con programas asistencialistas que no modifican el modelo de desarrollo ni potencian las posibilidades de desarrollo que tiene el Estado.

En el tema de la seguridad, los tres candidatos criticaron durante la precampaña la estrategia del presidente Calderón y los tres prometieron “cambios”, pero al final se han tenido que rendir ante las evidencias de la esencia de la estrategia de lucha contra el crimen organizado: o se combatía a los cárteles en sus madrigueras o se cedía soberanía de territorio del Estado a bandas que dominaban zonas territoriales importantes. Peña ha prometido mantener al ejército y a la marina en las calles, a pesar de que criticó a Calderón por esa decisión; López Obrador dice un día una cosa y otro día dice otra pero con el afán de confundir sus mensajes y no aceptar lo inevitable: la única fuerza capaz de resistir y replegar a los criminales es la fuerza armada. Y Josefina habla de una “nueva” estrategia pero ante el clamor ciudadano de que los militares y marinos no ser retiren de las calles.

Ninguno de los candidatos habla de nueva estrategia de desarrollo, de redefinición de objetivos de desarrollo del Estado, de las grandes reformas al modelo populista-estatista del viejo PRI, de la manera de aflojar los controles macroeconómicos para convertir al mercado interno y al gasto público en el detonador de la reactivación, de la aceptación de que el actual modelo de desarrollo sólo puede garantizar el bienestar del 45% de los mexicanos y la necesidad de que el país crezca a tasas de 6% anual sin inflación ni desequilibrios macroeconómicos.

La muerte de De la Madrid recordó que el país tuvo el quiebre en modelo de desarrollo y política económica en el sexenio 1982-1988 con Carlos Salinas como el estratega económico y que el costo social del inicio del ciclo neoliberal convirtió al sexenio de De la Madrid en el “sexenio del crecimiento 0%” porque el PIB real de 1988 fue igual al de 1982, seis años perdidos. De la Madrid le apostó al continuismo con la candidatura de Salinas y ahí jugó un papel clave Manuel Bartlett como el secretario de Gobernación encargado de la elección presidencial: el objetivo fue contener a Cuauhtémoc Cárdenas porque representaba en ese entonces la revalidación del modelo populista tradicional priísta.

El modelo neoliberal De la Madrid-Salinas estuvo a punto de naufragar en 1994 con el discurso de Luis Dolando Colosio de regresar al populismo social pero el asesinato impidió ese retorno; su sucesor fue Ernesto Zedillo, el operador económico del neoliberalismo salinista y candidato de Joseph Marie Córdoba Montoya, el arquitecto del viraje a la derecha económica de Salinas. Zedillo mantuvo el rumbo neoliberal y ayudó a la llegada de Fox a la presidencia porque la candidatura priísta de Francisco Labastida Ochoa iba a dar por terminado el ciclo neoliberal.

El problema del neoliberalismo no es ideológico sino de política económica vis a vis política social. El neoliberalismo cerró el ciclo del populismo del gasto público sin política de ingresos --un “desarrollo estabilizador vergonzante”, afirmó Carlos Tello Macías-- y se ha aferrado al poder con el saldo del equilibrio macroeconómico aunque aumentando la pobreza social. Ante este escenario, los candidatos presidenciales han preferido mantener el continuismo y no explorar alguna alternativa de nueva política de desarrollo.

Por ello en lo económico y social no importa quién gane, porque el país seguirá el rumbo neoliberal que fijaron De la Madrid, Salinas y la élite financiera internacional comandada por el FMI.



- - 0 - -