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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

jueves, 31 de mayo de 2012

31-Mayo-2012, Jueves.


INDICADOR POLITICO




+ Iglesia y Yunque a PRI con Espino

+ Caballo de Troya, horizonte de atrás



Carlos Ramírez



De todas las incorporaciones de los extremos ideológicos al PRI, la que está causando estragos al interior del partido es la de Manuel Espino Barrientos, justo cuando priístas históricos tratan de regresar al tricolor a la vanguardia laica.

Y si bien es cierto que Espino tuvo que abjurar de sus ideas religiosas con tal de subirse al furgón de cola del PRI y alcanzar alguna chamba en el próximo gobierno, de todos modos dentro del partido hay desconfianza por lo que significa el papel de Espino en el Yunque, una organización ultraderecha y religiosa que opera como sociedad secreta para tomar el poder, además de que Espino sigue representando las ideas de la democracia cristiana totalmente contrarias al papel del PRI en la Internacional Socialista.

En el PRI hay algunos que creen que Espino tuvo que negar su participación en el Yunque y aceptar mantenerse en las goteras del tricolor con tal de garantizar un empleo, pero de todos modos existen temores de que Espino sea el caballo de Troya del Yunque y la derecha cristiana en un PRI que poco a poco ha ido perdiendo su filiación laica y cuyos jacobinos de la vieja guardia consideran que el discurso laico del partido se ha ido ocultando por las relaciones con la derecha cristiana

El papel de Espino en el Yunque fue revelado por el periodista Alvaro Delgado en Proceso en su libro El Yunque. La ultraderecha en el poder y luego en El engaño. Prédica y práctica del PAN. En sus páginas se registran los vaivenes de Espino aliándose con gobernadores del PRI para que apoyaran a Calderón en el 2006, como hoy hay indicios de que está moviendo sus hilos con panistas de varios estados donde el Yunque tiene influencia para llevarle votos al candidato priísta Enrique Peña Nieto.

Por lo pronto, entre priístas circulan algunas páginas del expediente negro de Espino --igual a como él manejó el de Manlio Fabio Beltrones en su libro Señal de alerta-- donde se consignan testimonios de que el gobernador panista chihuahuense Francisco Barrio Terrazas, destituyó en 1993 a Espino como jefe de la oficina desconcentrada de gobernación en esa plaza por la protección que daba a giros negros y negocios oscuros en la venta clandestina de licores. Inclusive, en medios locales se publicaron los nombres de los giros protegidos: Gilberto, Fiesta y Rapiditos Bip Bip, Cactus, Porto Alegre y El Elegantes. La información apareció el 24 de septiembre de 1993 en El Diario de Juárez.

Lo paradójico del ahora neopriísta Manuel Espino Barrientos, entusiasta promotor de la candidatura presidencial del PRI, no radica sólo en su versión de trapecista de la política sino en que en su haber tiene lo mismo compra de priístas para que se pasaran al PAN que su apoyo a la alianza con el PRI hace seis años en la candidatura tricolor en Chiapas y a las imágenes como presidente del PAN repartiendo propaganda del candidato priísta a gobernador.

Asimismo, en sectores priístas han acumulado datos del currículum incómodo de Espino Barrientos:

--Dice que rompió con Felipe Calderón porque se negaba a convertir al PAN en un partido de Estado, aunque ahora ya se sumó al PRI que es, ha sido y seguirá siendo un partido de Estado.

--El sonorense Adalberto El Pelón Rosas acusó a Espino de haberse coludido con Manlio Fabio Beltrones en 1997 para entorpecer su candidatura panista al gobierno estatal. Así que antes de romper con Beltrones con su libro,. Espino fue aliado.

--Espino operó el apoyo de diputados panistas al Fobaproa.

--En el 2006, Espino fue uno de los principales operadores de la alianza del PAN y él mismo con Elba Esther Gordillo y los dos fueron los encargados de convencer o amenazar a los gobernadores priístas con represalias si el PAN perdía las elecciones presidenciales. Por cierto, Alvaro Delgado recoge una conversación de Gordillo con el entonces gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, para que llevara votos al PAN. Hoy Hernández aparece en expedientes vinculados al narcotráfico en Tamaulipas.

--Como presidente del PAN, Espino pactó con todos; inclusive, tuvo como operadores políticos a comisionados del entonces gobernador Mario Marín Torres.

--Al final, la ruptura de Espino con Calderón se dio porque Calderón se opuso a que Espino se apropiara del PAN y preparara su candidatura presidencial para el 2006. El espacio político que tuvo Espino en el PAN derivó del apoyo de Vicente Fox y su pareja presidencial Marta Sahagún.

Pero el fondo del asunto radica en el perfil de Espino como pivote del Yunque y todavía contacto de la democracia cristiana internacional. De ahí que Espino haya encontrado resistencias en los sectores laicos y progresistas del PRI, a pesar de la facilidad con que Espino se ha transformado en un priísta de tiempo completo. Por encima de su pasado, Espino apela hoy a los argumentos que esgrimió antes cuando se jaló a priístas al PAN y que repitió ahora en su adhesión a la candidatura del PRI a la presidencia de la república:

“Las personas de recta intención que con esa conducta se suman a un proyecto viable para el bien de México, como el de Felipe Calderón, no necesitan ser revisados en sus expedientes personales. Estamos coincidiendo en el camino para servir a México con la vista puesta en el horizonte de enfrente, no el horizonte de atrás (sic).”

Y si Espino quisiera que no le revisaran sus expedientes personales porque desdeña el “horizonte de atrás (sic)”, de todos modos, los laicistas del PRI están preocupados por la entrada del Yunque al PRI precisamente por la puerta de atrás porque pudiera convertirse en el caballo de roya de la derecha religiosa que paradójicamente fue echada del PAN.



@carlosramirezh



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miércoles, 30 de mayo de 2012

30-Mayo-2012, Miércoles.


INDICADOR POLITICO




+ Sicilia y sus besos de Judas

+ ¿Cuándo contra Chapo y el Lazca?



Carlos Ramírez



La reunión del movimiento del poeta Javier Sicilia con los cuatro candidatos presidenciales tuvo tres perfiles significativos:

1.- El silencio del movimiento de Sicilia sobre los capos de los cárteles de la droga, cuya violencia criminal obligó al gobierno a desarrollar la estrategia de combate contra el crimen organizado que se había apropiado de espacios territoriales de la soberanía del Estado.

2.- La negativa caprichosa de Sicilia a reconocer que el 90% de los miles de muertos corresponden a delincuentes y todos ellos caídos en enfrentamientos entre ellos, por lo que sólo la arrogancia de la intolerancia permite seguir refiriéndose a los muertos de Calderón. Sicilia sigue culpando al gobierno de la muerte de su hijo, cuando en realidad fue asesinado por miembros del cártel del pacífico Sur de los Beltrán Leyva.

3.- La reunión en el alcázar del Castillo fue una celada: luego del beso de Judas, Sicilia sentó a cada candidato para regañarlo, insultarlo, reclamarle obligarlos autoritariamente a asumir los criterios de Sicilia. Al final, Sicilia ha exigido a los candidatos y a los funcionarios que ofrezcan disculpas a las víctimas, pero de nuevo nada, pero absolutamente nada, le pide a  los capos que asesinan para vender droga en México.

Las reuniones del movimiento de Sicilia con funcionarios y candidatos no conducen a lugar alguno porque al final de cuentas el poeta practica la ideología del anarquismo católico, es decir, pugna por la desaparición del Estado. Por eso es que su discurso político --que ya no religioso ni de dolor-- se basa en la intención de doblegar al Estado, de cercenarle su tarea obligatoria de ejercicio del monopolio de la fuerza y de poner los sentimientos de ciudadanos individuales por encima de las tareas de gobierno. Por eso Sicilia llevó a miembros de Atenco, el grupo que rompió la estabilidad de la ciudad con sus marchas y sus machetes amenazantes y por eso Sicilia y los de Atenco reaccionaron como víctimas del uso de la fuerza.

Las intenciones del movimiento de Sicilia nada tienen que ver con la paz y la justicia sino que se reducen a detener la acción del gobierno en contra de las organizaciones del crimen organizado que han escalado situaciones de violencia entre sí. La violencia real de estos años ha sido primordialmente por la disputa de territorios entre cárteles de la droga; ahora mismo, por ejemplo, la zona noreste del país ha recalentado la violencia por la guerra --ahí sí-- entre el cártel de Sinaloa de Joaquín El Chapo Guzmán y sus aliados contra Los Zetas de Heriberto Lazcano El Lazca.

Y si en consecuencia los llamados a la paz debieran hacerse contra los cárteles que se protegen en la impunidad de la corrupción y usan los derechos humanos como escudos institucionales, el movimiento de Sicilia tiene el objetivo de detener la acción del Estado que, irónicamente, permitiría que los narcos regresaran a controlar las plazas con la complicidad de las policías, los funcionarios y la propia sociedad que prefiere la riqueza criminal a la crisis de empleo institucional.

Sicilia ha logrado organizar a familiares de afectados por la violencia del narcotráfico, algunos ellos por abusos gubernamentales; para ellos, la salida no sería la investigación y el castigo sino la finalización de la ofensiva estatal contra los cárteles; en cambio, son mucho mayores los ciudadanos y comunidades enteras que estaban bajo el yugo territorial de los cárteles y que fueron liberados con la intervención de las fuerzas federales de seguridad y de las fuerzas armadas y que no merecen el consuelo del Sicilia anarquista.

El silencio de Sicilia ante la violencia criminal de los cárteles y los capos y su conducta arrogante, intolerante y hasta ofensiva contra algunos funcionarios ha convertido al poeta en un fundamentalista de la paz que beneficia a los criminales y su movimiento lo ha llevado a buscar el estado de anarquía sin autoridad gubernamental. Al final, pareciera que la ideología de anarquista católico lleva a Sicilia a apelar a una situación en la que prefiere la presencia de los narcos que la de la autoridad. De ahí, por ejemplo, que el movimiento de Sicilia sea minoritario y no tenga el apoyo de los miles de ciudadanos cuyas comunidades han sido liberadas por la acción de seguridad del Estado y que piden la permanencia del ejército en sus comunidades.

El debate de fondo no radica en el autoritarismo con el que Sicilia quiere imponer sus puntos de vista y a partir de ahí, vía su discurso de reclamos irracionales, obligar a los candidatos a comprometerse con los postulados de su movimiento, sin preocuparse por las comunidades que aún siguen padeciendo la violencia criminal de los cárteles. El silencio de Sicilia ante la impunidad de los grandes capos del crimen organizado no significa un ejemplo de caridad cristiana sino, al final de cuentas, una complicidad por omisión, sin reconocer que justamente esa complicidad por omisión permitió el auge de las bandas criminales y los asesinatos como el de su hijo y sus amigos.

Sicilia no anda en busca de soluciones, sino de oportunidades para descargar con violencia verbal la bipolaridad de su propia corresponsabilidad en el asesinato de su hijo. Porque sólo ese crimen lo obligó a mirar la violencia criminal.

Además, opino que Javier Sicilia, su movimiento, el rector de la UNAM José Narro y los periodistas deben responsabilizar a los narcos de la violencia y los muertos, exigir sin dobleces la rendición incondicional de Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada, Heriberto Lazcano El Lazca, Servando Gómez La Tuta, Juan José El Azul Esparragoza, Vicente Carrillo Fuentes y otros capos y demandar la entrega de su arsenal de armas para ser juzgados como responsables de la violencia criminal en el tráfico de drogas y de varios de miles de muertos.



@carlosramirezh



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martes, 29 de mayo de 2012

29-Mayo-2012, Martes.


INDICADOR POLITICO




+ La realidad detrás de la pantalla

+ Allende 72 y la prole Poltergeist



Carlos Ramírez



Tienen razón los que dicen que no hay que exigirles demasiado a los estudiantes de universidades privadas porque están apenas descubriendo la realidad y porque  al final de cuentas son la generación Poltergeist que está reduciendo el mundo y sus relaciones sociales a la televisión.

La generación Poltergeist es la que reproduce la película producida por Steven Spilberg en 1982: la niña Caroline comienza a escuchar sonidos raros en la televisión y de pronto la pantalla la secuestra, la hunde dentro del monitor diabólico lleno de monstruos y sonidos espeluznantes y todo se resuelve cuando la madre lucha contra los malos, la rescata, la familia se sale de la casa embrujada, se va a un hotel y el padre --en uno de los gags geniales de Spilberg-- saca el aparato la televisión de la habitación y lo arrumba en el pasillo.

Ante un país con 54 millones de pobres, con un modelo de desarrollo que sólo alcanza bienestar para el 45% de los mexicanos, con un desempleo y subempleo de casi la mitad de la población, los jóvenes de las universidades privadas acaban de descubrir que el responsable de todo ello es… ¡la televisión! Y en lugar de ser audaces y pedir la expropiación de las empresas y la entrega de equipos a sectores sociales, los estudiantes estallan la Primavera Mexicana pidiendo… ¡la transmisión del próximo debate en cadena nacional!

Tienen razón, pues, los que piden ser indulgentes con los jóvenes porque todos lo fuimos y todos nos llenamos la cabeza de sueños. Y la tienen porque ahora resulta que en un país que agotó ya el modelo de desarrollo y que necesita de una inteligencia juvenil para cambiar el mundo, el pliego petitorio se reduce a la democratización de la información. Ahora resulta que el grito de “proletarios de todos los países del mundo, uníos” se cambió a “tuiteros del mundo, uníos”, que la historia ya no se forja por la lucha de clases sino por la competencia entre canales de televisión, que la hoz y el martillo se ha sustituido por el control remoto y que la plusvalía --el gran descubrimiento de Marx-- es hoy… el rating.

Por eso los estudiantes de universidades privadas atacan a Peña Nieto y no al PRI ni al PAN ni al PRD, los tres partidos que se han comprometido en sus propuestas a mantener el modelo macroeconómico neoliberal responsable de la desigualdad social; por eso atacan a la televisión no a la estructura de clases; por eso piden libertad informativa y no igualdad social. Y con esa agenda, politólogos progresistas y de pasado de izquierda se desvelan tratando de encontrar la forma de apoyar a los jóvenes en su lucha contra… el rating.

De ahí la importancia de recordar el discurso del presidente socialista Salvador Allende en Guadalajara en 1972 y su mensaje ideológico a los jóvenes:

--No hay querella de generaciones, y eso es importante que yo lo diga. La juventud debe entender su obligación de ser joven, y si es estudiante, (es) darse cuenta que hay otros jóvenes que, como él, tienen los mismos años, pero que no son estudiantes. Y si es universitario con mayor razón mirar al joven campesino o al joven obrero, y tener un lenguaje de juventud, no un lenguaje sólo de estudiante universitario, para universitarios.

--La revolución no pasa por la universidad, y esto hay que entenderlo; la revolución pasa por las grandes masas; la revolución la hacen los pueblos; la revolución la hacen, esencialmente, los trabajadores.

--De allí, entonces, que es útil que la juventud, y sobre todo la juventud universitaria, que no puede pasar por la universidad al margen de los problemas de su pueblo, entienda que no puede hacerse del balbuceo doctrinario, la enseñanza doctrinaria, entender que el denso pensamiento de los teóricos de las corrientes sociológicas o económicas requieren un serio estudio; que si es cierto que no hay acción revolucionaria sin teoría revolucionaria, no puede haber la aplicación voluntaria o la interpretación de la teoría adecuándola a lo que la juventud o el joven quiere. Que tiene que mirar lo que pasa dentro de su país y más allá de la frontera, y comprender que hay realidades que deben ser meditadas y analizadas.

--Uno se encuentra a veces con jóvenes, y los que han leído el Manifiesto Comunista, o lo han llevado largo rato debajo del brazo, creen que lo han asimilado y dictan cátedra y exigen actitudes y critican a hombres, que por lo menos, tienen consecuencia en su vida. Y ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica; pero ir avanzando en los caminos de la vida y mantenerse como revolucionario, en una sociedad burguesa, es difícil.

--Por eso, el dogmatismo, el sectarismo, debe ser combatido; la lucha ideológica debe llevarse a niveles superiores, pero la discusión para esclarecer, no para imponer determinadas posiciones. Y, además, el estudiante universitario tiene una postura doctrinaria y política, tiene, fundamentalmente, no olvidarse que precisamente la revolución necesita los técnicos y los profesionales.

--He vivido una politización en la universidad, llevada a extremos tales que el estudiante olvida su responsabilidad fundamental; pero una sociedad donde la técnica y la ciencia adquieren los niveles que ha adquirido la sociedad contemporánea, ¿cómo no requerir precisamente capacidad y capacitación a los revolucionarios? Por lo tanto, el dirigente político universitario tendrá más autoridad moral, si acaso es también un buen estudiante universitario.

--Ser agitador universitario y mal estudiante, es fácil; ser dirigente revolucionario y buen estudiante, es más difícil. Pero el maestro universitario respeta al buen alumno, y tendrá que respetar sus ideas, cualesquiera que sean.

--El joven debe ir a la empresa, a la industria o a la tierra; porque ustedes deben hacer trabajos voluntarios; porque es bueno que sepa el estudiante de medicina cuánto pesa un fardo que se echa a la espalda el campesino que tiene que llevarlo a veces, a largas distancias; porque es bueno que el que va a ser ingeniero se meta en el calor de la máquina, donde el obrero a veces, en una atmósfera inhóspita, pasa largos y largos años de su oscura existencia; porque la juventud debe estudiar y debe trabajar; porque el trabajo voluntario vincula, amarra, acerca, hace que se compenetre el que va a ser profesional con aquel que tuvo por herencia las manos callosas de los que, por generaciones, trabajaron la tierra.



@carlosramirezh

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lunes, 28 de mayo de 2012

28-Mayio-2012, Lunes.


INDICADOR POLITICO




+ UIA-132, Teleguía, no política

+ Criticar realidad, no el noticiero



Carlos Ramírez



1.- Lo paradójico: el movimiento de estudiantes de universidades privadas se ha enfocado contra la televisión, pero su sustento es mediático porque depende de la cobertura de la televisión.

2.- El Movimiento Ibero 132 parece más una crítica de la vieja revista Teleguía contra un noticiero de televisión, que una postura de cuestionamiento de la estructura del modelo de televisión como aparato de control ideológico y cultural.

3.- Los estudiantes de la Ibero llegaron cuarenta años tarde: en 1972 el presidente Echeverría criticó a la televisión porque decía que su programación destruía en las noches lo que la educación construía por las mañanas. Ello llevó a que el Estado censurara la televisión en su afán por controlarla.

4.- Existen dos aparatos de control ideológico y cultural de masas: la televisión y la educación. Por eso extraña que los estudiantes de las universidades privadas se movilicen en las calles con expresiones radicales contra la televisión y guarden sospechoso silencio respecto a los programas de estudios que los están preparando para servir, irónicamente, al sistema social que también ayuda a apuntalar la televisión.

5.- Lo que los estudiantes de universidades privadas no han reflexionado es, por tanto, la simetría entre la educación privada y su conjunto de valores para la acumulación privada de la riqueza social y la televisión sirviendo a los mismos propósitos. En este contexto, los valores ideológicos y culturales de la educación privada se convierten en --diría Paul Nizan, compañero de batallas de Jean Paul Sartre-- los perros guardianes del stablishment.

6.- De ahí que la distancia ideológica del movimiento Ibero 132 se centre en la personalidad de Enrique Peña Nieto y en la versión de su alianza con Televisa que el analista Jenaro Villamil denunció desde 2005, y no le entre al tema de fondo: el sistema político, social, cultural, ideológico y corporativo del PRI y sus aliados en el sistema de partidos --incluido el PRD como partido neopopulista y no de izquierda--, incluyendo al aparato educativo de nivel superior que diseña y prepara recursos humanos para la consolidación de la dominación de un sistema productivo privado.

7.- Si los estudiantes de las universidades privadas quisieran hacer una verdadera revolución de primavera, deberían comenzar por criticar el programa de estudios de sus instituciones, la privatización de la educación que debiera ser un bien social y exigir una universidad crítica hacia la realidad que comienza hacia dentro de los límites de sus centros de estudios.

8.- ¿Se atreverán los de la Ibero a criticar las posturas conservadoras de los sacerdotes jesuitas que se han alejado de la realidad social, en tanto que los dominicos son los que construyen comunidades sociales de base y denunciar al salinismo que sigue dominando la ideología educativa de la universidad? ¿Tardarán mucho los estudiantes de la Anáhuac en arremeter contra los Legionarios de Cristo --dueños de esa universidad-- por las trapacerías de abuso sexual del Padre Maciel? ¿Cuándo los estudiantes del Tec de Monterrey se van a rebelar contra el formato educativo de esa institución que busca formar empresarios para el sistema de distribución inequitativa de la riqueza? ¿Y exigirán los estudiantes de economía del ITAM cambiar la doctrina neoliberal que les enseñan como reproducción de la Universidad de Chicago de Milton Friedman y que los convierten en Chicago boys mexicanos por una economía social?

9.- Al final de cuentas, el sistema educativo privado y el sistema educativo del Estado priísta --correspondientes entre sí-- administran un modelo de educación que sólo perpetúa la estructura de desigualdades. Por eso José Revueltas, el escritor comunista que le dio contenido ideológico al movimiento estudiantil del 68, consideraba a la educación como un “instrumento de opresión” del sistema de dominación del Estado priísta. Y de ahí su insistencia en las dos metas de todo movimiento estudiantil: la autogestión educativa y la universidad crítica: quitarle la educación a la clase dominante privada y pública. Existe una continuidad entre la educación privada y el modelo económico neoliberal.

10.- En 1972, el presidente socialista Salvador Allende dijo a los estudiantes de la Universidad de Guadalajara que “ser joven y no ser revolucionario es hasta una contradicción biológica”, que la revolución la hacen los trabajadores y que los estudiantes tienen que prepararse para cambiar la realidad antisocial.

11.- La educación, y no la televisión, debe ser la prioridad de un gran cambio social. Y ahí la responsabilidad es de los estudiantes hacia mismos y hacia sus instituciones, donde sorprendentemente ellos pagan para que los eduquen y encima les imponen programas educativos que reproducen la ideología de la desigualdad social. La educación forma parte, diría Gramsci, un autor que en las universidades privadas ni siquiera saben que existe, forma parte del sistema hegemónico de dominación: dirección política, moral e ideológica.

12.- El Movimiento 132 se reduce a exigir --con entusiasmo, gritos, movilizaciones, dedicación y alegría juvenil-- un espacio en el noticiero de Televisa; nada más. Lo grave es que causan más daño las telenovelas, los programas cómicos de degradación social y moral y la programación en general. Y los estudiantes deberían comenzar por encontrar la interrelación entre el modelo de contenido de la televisión privada y el modelo educativo de nivel superior.

Si al Movimiento 132 le molestan los noticieros de Televisa, hay opciones que no existían en el 68: Ciro Gómez Leyva en Milenio TV, Hannia Novell en el 40, Adriana Pérez Cañedo en Canal 11. En realidad, lo que molesta a los estudiantes es la relación Televisa-Estado priísta pero no se atreven a decirlo o a lo mejor la educación en las universidades privadas les impide razonar con pensamiento crítico y desenajenado porque forma parte de la misma dominación.

 (Hoy lunes, a las 10 de la noche, en Canal 40, el programa “Política Incómoda”, conducido por Carlos Ramírez, con el tema: “Movimiento 132: ¿indignados o berrinchudos”.)



@carlosramirezh

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viernes, 25 de mayo de 2012

25-Mayo-2012, Viernes.


INDICADOR POLITICO




+ Movimiento Ibero, reaccionario

+ Autogestión y universidad crítica



Carlos Ramírez



El 15 de mayo del 2011, miles de jóvenes españoles se indignaron contra la profundización de la crisis española por responsabilidad del gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero y su efecto electoral fue muy claro: la victoria de la derecha del Partido Popular en las autonómicas y presidenciales.

Hace unos días, el 15-M celebró su primer año de existencia sin tener ningún efecto en la vida política española.

Los indignados mexicanos encabezados por estudiantes de la Universidad Iberoamericana parecen una calca del movimiento español: la irritación contra… la realidad, pero sin ofrecer salidas. Algún analista español hizo el cálculo del efecto en la economía si los indignados hubieran creado empresas comunitarias o juveniles, en lugar de seguir a la espera de que Papa Gobierno saque al país de la crisis y les devuelva a los jóvenes el bienestar perdido.

El movimiento estudiantil de jóvenes de universidades privadas mexicanas es una muestra de la confusión de ideas políticas de la protesta: mucha gente para tan poca agenda del verdadero cambio social. En el fondo, la movilización de estudiantes de universidades privadas carece de contenido y refleja más bien la frustración por la crisis y el miedo al desempleo o subempleo. Por tanto, su protesta debiera enfocarse antes que otra cosa contra sus universidades, comenzando con sus planes de estudio y la carestía de sus propios estudios.

Los estudiantes de universidades privadas tienen ya determinados sus espacios de mercado de trabajo en función de las definiciones de sus programas de estudio: el ITAM prepara recursos humanos para el sector financiero del gobierno, la Ibero se orienta a la capacitación de personal ejecutivo de empresas privadas aunque sin llegar a la propiedad, el Tec de Monterrey entrena a los jóvenes para los negocios como propietarios o muy bien pagados CEO y la Anáhuac se mueve primero en la formación religiosa de ejecutivos empresariales.

Los movimientos estudiantiles en el mundo carecen de enfoque político racional. Los chilenos, encabezados por la carismática Camila Vallejo enarbola la bandera del Partido Comunista al que pertenece y exige educación gratuita para un mercado de trabajo empresarial; los de España plantean la huelga para impedir recortes en salarios y subsidios, pero sin entender que el PSOE dejó quebradas las finanzas públicas por el populismo y que la derecha quiere primero salvar a las empresas para mantener el empleo y no subsidiar al empleo sin posibilidades de oferta de trabajo.

De ahí que los indignados mexicanos que quieren convertir la minúscula plaza de la Estela de Luz en su Plaza del Sol basen su militancia en jóvenes de universidades privadas donde reciben preparación para la élite, es decir, para la dirección de empresas privadas, de empresas fuera del país y de posiciones altas de gobierno o la perpetuación de vicios del sistema capitalista para el cual son entrenados para mantener.

En el 68 mexicano, el movimiento estudiantil se movió entre la protesta antisistémica y, por iniciativa del escritor José Revueltas, la conformación de un nuevo modelo de educación; marxista al fin, Revueltas tuvo la certeza de que el cambio de estructuras sociales y productivas sólo podría hacerlo la clase obrera y los estudiantes --pese a su entusiasmo-- no iban a cambiar el mundo y por tanto le dio contenido realista a la protesta estudiantil con el objetivo de reformar el modelo de educación y buscar la autogestión universitaria y la universidad crítica, pero crítica hacia sí mismas para poder tener coherencia en la crítica hacia el sistema político.

Si la movilización de jóvenes de universidades privadas se agota --como parece ser-- en la protesta contra la política de control informativo de Televisa, entonces se trata de demasiada protesta para objetivos menores, más aún si muchos de sus profesores trabajan en programas de Televisa.

La verdadera lucha no ni el voto ni por la transformación de los subsistemas que pululan alrededor de vigente sistema político priísta; y entre ellos, ocupa un lugar primordial el subsistema educativo, sin duda una de las herencias del viejo PRI que diseñó la educación como un aparato de control político, ideológico y conductual de las masas, lo mismo en la educación pública que en la privada.

Lo malo para los jóvenes indignados mexicanos es que sobrevive funcionalmente el subsistema educativo en la educación priísta (UNAM), que en la perredista (UNAM y Universidad de la Ciudad e México) y en la privada (educación al servicio de la ideología política, social y financiera dominante). Y que el sistema político priísta que domina relaciones sociales, de producción y políticas es el que prohíja las deficiencias democráticas que no gustan; así, el modelo de televisión vigente no es responsabilidad de las televisoras sino del sistema político al que se encuentran articulados, y dentro del cual se localiza el subsistema educativo de adoctrinamiento de los jóvenes.

De poco servirá que se cumpla el “pliego petitorio” de política abierta de comunicación que exigen a gritos los jóvenes indignados de universidades privadas, si al final de cuentas la formación intelectual de los jóvenes se orienta a apuntalar el sistema dominante. Extraña que los jóvenes sigan cometiendo el error de concepción teórica de querer cambiar el mundo en el subsistema educativo, sin modificar el sistema ideológico de la dominación política. Por eso Revueltas hablaba que “la autogestión académica es, ante todo, una toma de conciencia” y señalaba que la verdadera revolución educativa y de conciencias era la desenajenación vía la modificación de los programas de estudio y de los mecanismos de propiedad de los centros educativos.

Si deveras los indignados quieren cambiar el papel de los jóvenes, deben comenzar por sus programas académicos y por la estructura de propiedad de las universidades privadas.



@carlosramirezh

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jueves, 24 de mayo de 2012

24-Mayo-2012, Jueves.


INDICADOR POLITICO




+ DEA y Obama, en caso Angeles

+ Sedena, al margen de expediente



Carlos Ramírez



El arraigo del general Tomás Ángeles Dauahare es ajeno a la sucesión presidencial y a la designación del secretario de la Defensa Nacional del próximo gobierno y bastante vinculado a una ofensiva de la DEA y de los Estados Unidos hacia México en el escenario de la campaña presidencial de Barack Obama.

Hacia el interior del ejército las opiniones sobre Ángeles son más buenas que malas, aunque en todos los niveles existe la certeza de que la justicia civil debe ir hasta el fondo de las acusaciones. Por tanto, se descarta algún ajuste de cuentas en los mandos castrenses.

La designación del secretario de la Defensa es diferente a los mecanismos civiles. El general secretario saliente siempre es consultado por el presidente electo sobre los mandos posibles a sucederlo y la lista es amplia y sin vetos, sobre todo porque los altos mandos son pocos y todos obedecen a las relaciones derivadas de la disciplina militar. Por tanto, son irreales las versiones de que el arraigo del general Ángeles estaría en la disputa de la cartera de Sedena.

Más aún, la verdadera lista de aspirantes a la titularidad de la Sedena se conoce hasta después de las elecciones presidenciales, a partir del 2000 en que se dio la alternancia. Y hasta donde se tienen datos, nunca se ha registrado alguna confrontación entre generales para posicionarse por la cartera de general secretario. Y más aún, Ángeles es retirado y hasta ahora no ha habido un general secretario regresado del retiro, además de que mantiene relaciones estrechas con los generales que estarían enfilados hacia la titularidad de la Sedena.

De ahí que la decisión de la PGR de solicitarle la presentación del general Ángeles y otros dos generales tiene escenarios ajenos al próximo gabinete:

1.- El momento político: la proximidad de la elección presidencial, la información que relaciona al ex gobernador priísta tamaulipeco Tomás Yarrington con el narcotráfico, el cerco que se cierra en torno a Joaquín El Chapo Guzmán, el debate sobre la continuidad o reformas el próximo sexenio de la estrategia del gobierno de Calderón contra el crimen organizado, el escalamiento en la violencia entre los cárteles usando a los medios como caja de resonancia y el debate el próximo 10 de junio entre candidatos presidenciales donde tocarán el tema de seguridad forman el contexto del corto plazo mexicano.

2.- El momento sucesorio. Después del arraigo de los generales por datos de presunta vinculación con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, el presidente Calderón lanzó un reto significativo a los candidatos: ¿continuará el próximo gobierno o interrumpirá la lucha contra los cárteles? La continuidad o desviación de la estrategia es sin duda una de las más importantes preguntas en las sociedades que viven en los estados contaminados por el narcotráfico. Y queda también el dato de que el arraigo de tres generales antecedió la información sobre las relaciones del ex gobernador tamaulipeco Tomás Yarrington con el narco, estallada en tribunales de los EU. De esta manera, la lucha contra el crimen organizado volvió a asumir su posición central en las campañas presidenciales.

3.- El factor Estados Unidos. Días después del arraigo de tres generales bajo información filtrada de haber tenido relaciones con el cártel de los Hermanos Beltrán Leyva se dieron tres hechos vinculados: la información proveniente de los EU sobre Yarrington, la versión de que la DEA tiene información de funcionarios y políticos vinculados al narco y la extradición el martes pasado de La Barbie a los Estados Unidos a pesar de ser la fuente de datos sobre corrupción de militares, políticos y periodistas. Por alguna razón La Barbie pasó a manos de la DEA, oficina antidrogas donde se manejan muchos expedientes de presuntos involucrados con el narco en México.

En este contexto, el arraigo de tres generales se localizó en tres escenarios ajenos a la composición del ejército, donde los dos mensajes principales fueron enviados con claridad: los militares no protegen la impunidad de altos mandos y la confianza social en el ejército ha crecido a pesar de estos incidentes; después del arraigo de tres generales, una encuesta del Gabinete de Comunicación Estratégica reveló que la confianza social en el ejército creció de 35% a 50% y una encuesta de Pedro Ferriz también registró el dato de que el 64% de su auditorio tenía más confianza en el ejército.

Lo que queda es, entre todos, el caso del general Ángeles por sus buenas relaciones mediáticas, políticas y estadunidenses. Por lo pronto, Ángeles no fue despedido de la subsecretaría de la Defensa Nacional sino que abandonó las funciones por haber cumplido la edad de retiro de 65 años; recientemente el general Roberto Miranda, inspector general con nivel de reconocimiento a nivel de subsecretario, también pasó a retiro por edad. De ahí que sea falsa la versión de supuestos enojos de Ángeles en su contra o de él con algún otro mando.Los dos subsecretarios posteriores a Ángeles --Armando Meza Castro y Humberto Alfonso Guillermo Aguilar-- también dejaron el cargo por edad.

En cuanto a las críticas del general Ángeles contra la estrategia de combate al crimen organizado vertidas en una reunión del PRI en campaña presidencial, en la Defensa Nacional tienen la percepción de que al propio general debería de dar explicaciones porque a él le tocó, en el tiempo que fungió como subsecretario de la Sedena 1 Diciembre 2006 a 29 de Febrero 2008, participar en la decisión estratégica de mover a los militares a labores de seguridad interior --la seguridad pública como seguridad nacional--, y más cuando la estrategia no ha tenido variantes. Y a ello se agrega que los militares en retiro tienen libertad de criterio y de expresión.

Por lo pronto, el arraigo de tres generales fue una decisión de la PGR que encontró a un ejército dispuesto a no apelar al fuero de guerra en casos de presuntas irregularidades de mandos, mientras todos los días se ven casos de políticos y funcionarios involucrados con el narco que se burlan de la ley.



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miércoles, 23 de mayo de 2012

23-Mayo-2012, Miércoles.


INDICADOR POLITICO




+ Ejército no pacta con criminales

+ ¿Proteger a generales sucios?



Carlos Ramírez



Los casos de los generales Tomás Ángeles Dauahare, Roberto Dawe González y Ricardo Escorcia entraron en la zona del absurdo: a pesar de que la PGR cuenta con elementos que los involucran en actividades criminales y que el ejército tomó la decisión de no protegerlos, ahora resulta que cierto sector de la opinión pública ha criticado a las fuerzas armadas que entregó a los acusados y no a los generales que se dejaron seducir por el dinero criminal.

Pero el asunto es menos tenebroso: la decisión del alto mando de no entorpecer una indagatoria de la PGR que involucraba a élites castrenses, entre ellas un ex agregado militar en Washington, contacto con la embajada de los EU y con los servicios de inteligencia y seguridad nacional y ex subsecretario de la Defensa Nacional habla de la decisión de no cubrir ilegalidades como suele ocurrir en los sectores civiles y políticos.

A ello se agrega el hecho de que la disciplina militar es muy estricta: los mandos acusados de ilegalidades tienen que cumplir con los procesos civiles, en lugar de hacerlo, como antes, dentro de la justicia militar. Pocos han sabido leer en el caso de Angeles, Dawe y Escorcia el debate ya resuelto en las fuerzas armadas: la jurisdicción militar no tapará actividades criminales, a diferencia, por ejemplo, de los políticos perredistas que le dieron fuero a Julio César Godoy y luego tuvieron que desaforarlo ante el cúmulo de pruebas.

Los señalamientos contra los generales son de seriedad: relaciones peligrosas con el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, una derivación del cártel de Sinaloa del peligroso Joaquín El Chapo Guzmán aunque luego lo acusaron de traición por el arresto militar de Alfredo Beltrán Leyva y entraron en una criminal guerra de pandillas. El paso estratégico de los Beltrán Leyva fue asociarse a Los Zetas, el grupo criminal más cruel, dirigido por Heriberto Lazcano El Lazca, autor por cierto del asesinato de más de cuarenta personas en Cadereyta, Nuevo León. La acción de las fuerzas de seguridad logró el arresto de Edgar Valdez Villarreal La Barbie y la muerte en combate de Arturo Beltrán Leyva, El Jefe de Jefes. Los Beltrán Leyva fundaron el cártel del Pacífico Sur, responsable también del asesinato del hijo del poeta Javier Sicilia y varios amigos.

De ahí que la decisión de la PGR de citar a los generales Angeles, Dawe y Escorcia en la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada para declarar sobre presuntas relaciones peligrosas haya sido un paso significativo en el combate de la impunidad del poder. Pero los medios de comunicación se han quedado en la superficie del asunto: el nivel de mando de los generales citados, sin analizar el fondo del asunto: el blindaje institucional que tiene el ejército para contener y no solapar irregularidades.

La decisión del alto mando militar de entregar a los tres generales a las autoridades de la PGR fue una decisión estratégica que revela que la institución militar no va a proteger a presuntos involucrados en relaciones peligrosas con cárteles del crimen organizado y representó un mensaje a los demás mandos de que la responsabilidad del ejército es con la institución y no con los mandos.

El asunto central se localiza en la PGR, no en el ejército, con lo que el arresto de tres generales no manchó a las fuerzas armadas ni generó sobresaltos internos. Al final, los generales investigados por la PGR tendrán que aclarar las acusaciones sin protegerse debajo del uniforme, aunque los tres buscaron inmediatamente la protección de mecanismos civiles usualmente utilizados para proteger la impunidad y detener el curso de la ley. Además, seguramente van a reciclarse algunas revelaciones de La Barbie de que varios periodistas con presencia en medios nacionales han estado en las nóminas de los cárteles.

La protección del ejército de la contaminación de la corrupción del crimen organizado debería ser una prioridad de la sociedad porque las fuerzas armadas son la última línea de defensa en la lucha contra el crimen organizado que ha aumentado la intensidad de la criminalidad en la lucha entre diferentes bandas por el control territorial de zonas de la república. Pero en lugar de reconocer el profesionalismo del ejército, algunos medios presentan los casos extirpados como el fin de las fuerzas armadas, cuando en la realidad la situación es diferente: las fuerzas armadas han resistido hasta ahora la corrupción criminal. Asimismo, el mensaje de los generales arraigados indicaría una profundización de las investigaciones al interior del ejército para llegar hasta las últimas consecuencias.

Pero buena parte de los medios, con los cuales el general Ángeles había establecido relaciones públicas, ni siquiera se preocupan por ahondar en las pistas hasta ahora reveladas y se han dedicado a defender al general arraigado. Lo grave del asunto es los generales detenidos presuntamente mantenían relaciones con los cárteles de Sinaloa y luego con Los Zetas, este último responsabilizado de la desaparición y asesinato de periodistas en Veracruz. Por “cuidar” a un amigo se olvidan que los carteles son los responsables directos del asesinato de decenas de periodistas.

Si se lee bien la información, el caso de los generales arraigados ya se salió del sector militar, se localiza en expedientes de la PGR y el ejército nada tiene que ver ya con los cargos.

Además, opino que Javier Sicilia, su movimiento y el rector de la UNAM José Narro y los periodistas deben responsabilizar a los narcos de la violencia y los muertos, exigir sin dobleces la rendición incondicional de Joaquín El Chapo Guzmán, Ismael El Mayo Zambada, Heriberto Lazcano El Lazca, Servando Gómez La Tuta, Juan José El Azul Esparragoza, Vicente Carrillo Fuentes y otros capos y demandar la entrega de su arsenal de armas, para ser juzgados como responsables de la violencia criminal en el tráfico de drogas y de varios de miles de muertos.





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martes, 22 de mayo de 2012

22-Mayo-2012, Martes.


INDICADOR POLITICO




+ Volver a empezar… en el PRI

+ Espino contra Beltrones en PRI



Carlos Ramírez



Mientras nuevas fuerzas sociales plantean límites a los espacios del PRI, algunas otras fuerzas no tan recientes regresan sin rubor al redil del viejo sistema político priísta.

La ex perredista y ex maoísta Rosario Robles Berlanga forma parte de la campaña de Enrique Peña Nieto y su hija Mariana Moguel Robles es nada menos que candidata priísta a diputada; y el ex presidente panista salido del Yunque Manuel Espino Barrientos quiere volver a empezar su carrera política al lado de Peña Nieto y del PRI.

Hoy martes se reunirá Espino con Peña. Y no será una reunión de información o de búsqueda de contactos sino que será el primer paso para la incorporación de Espino y militantes panistas a la campaña del priísta. El movimiento “Volver a Empezar” que organizó Espino cuando fue repudiado y expulsado del PAN se pondrá al servicio de la campaña priísta de Peña Nieto; el objetivo es anunciar bajas en el PAN de Vázquez Mota y apoyos al PRI.

El asunto de Espino sería parte de la picaresca de la vieja política priísta que remite a los tiempos del sistema controlado de partidos --PRI apadrinando al PPR y al PARM, con un PAN entonces como oposición moral y leal sin aspiraciones a la alternancia-- si no fuera por el significado de que el presidente del PAN durante la campaña presidencial de 2006 ande buscando alianzas exculpatorias con el PRD y con el PRI: Espino le entregó al grupo de López Obrador información sobre el 2006 y en el PRI buscará huecos para los panistas disidentes.

El tema tendría también un escenario peculiar que obligaría al PRI y a Peña Nieto, de aceptar el acuerdo con Espino, a dar algunas explicaciones incómodas. Como presidente del PAN, Espino presidió la Organización Demócrata Cristiana de América (ODCA), su agenda social conservadora y su representación del grupo opositor a la socialdemocracia europea, además de representar en los últimos meses una pieza del tablero político de Vicente Fox contra el PAN, contra Felipe Calderón y contra la candidata presidencial Vázquez Mota. La intención de Espino es bastante clara: hacer ostentosa su ruptura con el PAN con la incorporación de panistas a la campaña de Peña Nieto y el PRI.

Y habrá otro punto central que tendrán que explicar Espino, Peña Nieto y el PAN: en el 2008 Espino publicó el libro Señal de alerta. Advertencia de una regresión política, en el que dedicó páginas y páginas a atacar y cuestionar al senador priísta Manlio Fabio Beltrones, quien por esas fechas se había convertido en la pieza de la gobernabilidad de la presidencia de Calderón por los acuerdos aterrizados en el legislativo. De hecho, el libro fue leído entonces en el PAN y en el PRI como parte de la campaña de un grupo político panista para comenzar a dinamitar las posibilidades de Beltrones para la candidatura presidencial del 2012.

Por tanto, el candidato Peña Nieto, de recibir hoy en su seno a Espino y a su grupo de panistas en proceso de priízación, tendrá que explicar si en aquel entonces el libro de Espino tenía una intención favorable al posicionamiento de su propia precandidatura y si hoy Espino podría ser una pieza de confrontación peñista en contra de Beltrones, candidato a diputado federal y desde hoy enfilado hacia la coordinador de la bancada priísta en la cámara baja. En este sentido, en algunos pasillos del poder se está leyendo el apoyo de Espino como el inicio de la campaña priísta para ir desplazando a Beltrones de los espacios decisivos de poder del próximo sexenio.

El libro de Espino estaba explícitamente enfilado a cumplir una función política, a pesar de contener parte de reposicionamiento de algunos panistas. Pero la portada fue más que directa: una foto de Beltrones saludando al presidente Calderón. Y el libro estaba fijado, de acuerdo con Espino en la Presentación, “en la ruta hacia la sucesión presidencial de 2012”. En su momento, el libro se leyó como una contribución del grupo panista de Espino al cuestionamiento del que muchos panistas consideraban el peor peligro para la alternancia electoral y la consolidación del PAN en el poder, pero hoy, con la suma de Espino a la campaña priísta de Peña Nieto, tiene una lectura de confrontación contra Beltrones y su grupo priísta.

Espino perdió la brújula política desde que fue echado del PAN y comenzó a violar las reglas del juego político con la revelación de algunos secretillos del poder y a ser usado como delator de intimidades chismosas de la casa presidencial. El desdén de Los Pinos hacia Espino lo llevó a entregarle a una revista información confidencial de la campaña del 2006 que por cierto lo convertía en cómplice de lo que quería denunciar y ahora a echarse a los brazos del PRI.

Porque en el fondo, como en el caso de Rosario Robles Berlanga, el acuerdo de Espino con el candidato presidencial priísta Peña Nieto es sólo coyuntural porque en las dos figuras políticas --de la izquierda y de la derecha-- se trata de un compromiso con el PRI, partido al que combatieron desde el PRD y el PAN y al que hoy se alínean en busca de espacios burocráticos, a menos que se trate en ambas situaciones de una derrota ideológica.

El enfoque de los casos de Robles y Espino no hace más que revivir el modelo del viejo PRI en el que convivían en su interior las posiciones de izquierda y de derecha y con cargos burocráticos, cuando el PRD nació de una ruptura con ese PRI en 1987-1989 y el PAN decidió en 1984 pasar de la oposición leal a oposición en busca de la alternancia. Y justo cuando el PRD y el PAN se encuentran en una disputa electoral para mantener la alternancia, figuras de ambos partidos se alínean al PRI para regresar a los tiempos de la hegemonía de un partido.

Lo malo es que Robles y Espino participaron en su momento en la alternancia opositora en niveles de gobierno y hoy pasan a ser piezas para la restauración priísta.





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lunes, 21 de mayo de 2012

21-Mayo-2012, Lunes.


INDICADOR POLITICO




+ UIA, Peña Nieto y el viejo PRI

+ Poselectoral como preelectoral



Carlos Ramírez



Mientras la juventud organizada del PRI ha sorprendido con pelucas del copete de su candidato Enrique Peña Nieto como expresión de politización, los jóvenes de las universidades privadas han comenzado una ofensiva de indignación contra el PRI.

El incidente de Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana tiene, entre otras, cinco lecturas estratégicas:

1.- El descubrimiento de la potencialidad activista de estudiantes de universidades privadas y públicas la posibilidad de movilizarlos a favor o en contra de candidatos. Los candidatos han padecido confrontaciones en centros de educación superior que hasta ahora parecían estar pasivos ante hechos políticos y electorales.

2.- El descubrimiento de que la Universidad Iberoamericana abandonó finalmente su penetración salinista, dejó de ser el espacio de los pirruris y regresó a su pasado comunitario y jesuita, con formación crítica a los estudiantes.

3.- Los indicios de que el candidato Andrés Manuel López Obrador pudiera estar armando el conflicto poselectoral como actividad preelectoral. En el contexto de las críticas a la presencia de Peña Nieto en la Ibero se debe colocar la organización vía twitter de una marcha contra el candidato priísta mañana sábado 19 de mayo. Se trata de construir un ambiente de rechazo público al PRI para demostrar que los votos a favor del PRI no reflejan a la sociedad.

4.- Ante las dificultades para que el PRD y el PAN para subir en las encuestas por campañas propias, la estrategia se ha trasladado a organizar contracampañas contra el candidato puntero, ya sea como marchas o con énfasis en discursos y spots. El propósito es dinamizar el voto anti PRI.

5.- La incomprensión del PRI a las nuevas formas de organización social y de participación política. El problema no radica en saber quién estuvo detrás del incidente en la Ibero o quién promueve la marcha, sino en reconocer que el PRI y su candidato carecen de comunicación política dentro del PRI, que han perdido a los jóvenes y que la dirigencia del PRI también parece la incomprensión de la nueva realidad de los jóvenes.

Los candidatos han aparecido sin capacidad de interlocución con los jóvenes universitarios, aún si hubieran sido manipulados. La reacción del PRI al incidente en la Ibero evidenció que el priísmo sigue siendo el mismo del pasado: el de la incomprensión hacia los universitarios, el de la represión a los jóvenes, el que exige adhesión acrítica. Los candidatos revelan su incomprensión hacia los jóvenes al politizar las protestas: los repudian, no dialogan.

El problema no radica en los comportamientos de los universitarios, sino en la mala planeación de las campañas al llevar a los candidatos a espacios políticos que han cambiado sus actitudes y comportamientos. Al final de cuentas, los estudiantes universitarios son los que más han resentido las políticas neoliberales priístas de disminución de posibilidades de empleo y los que se han frustrado con la alternancia panista porque se mantuvieron las estrategias de estabilización sin trabajos en el sector formal.

Los cuatro candidatos presidenciales han desarrollado campañas improvisadas, sin sentido real de conformación de redes políticas y han asumido el twitter como espacio de difusión y no de diálogo con una ciudadanía sin partidos. En el pasado priísta, una campaña presidencial iba antecedida por monografías políticas de estados y ciudades y de información sobre estados de ánimo y conformación de nuevos espacios de poder. Hoy las campañas presidenciales se organizan sin orden político ni enfoques estratégicos.

En el caso de la UIA, el candidato presidencial priísta y el PRI ignoraron la percepción de lo que ocurre en las universidades privadas y demostraron que usan el twitter como bocina y no como espacio de percepción de estados de ánimo de la sociedad, porque la movilización contra Peña fue abierta en twitter. Asimismo, el PRI perdió el sentido de información sobre la UIA, una universidad hasta hace poco controlada por personeros del salinismo: José Carreño Carlón, vocero y hoy operador político de Carlos Salinas de Gortari fue director del departamento de Comunicación de la Universidad y hoy dirige un área de periodismo pero ya sin el poder del pasado, cuando llegó a ser asesor político del rectorado de Enrique González Torres y creó un muro antisalinista; el colmo fue que los detonadores de la movilización contra el PRI fue de estudiantes de comunicación. Para colmo, el presidente del PRI Pedro Joaquín Coldwell es egresado de la UIA y estuvo, en la visita de Peña, en la primera fila junto con la nomenklatura tricolor.

Asimismo, por su origen jesuítico progresista y sus rectores sacerdotes jesuitas, la Ibero ha desarrollado una práctica comunitaria en poblaciones indígenas y campesinas. De ahí que su caracterización como una universidad pirruris fue producto de la publicidad cómica, cuando en realidad ha tenido contacto directo con la realidad social compleja desde tiempo atrás como casi ninguna universidad privada. En este contexto, tampoco debió haber sido una sorpresa para Peña encontrarse con estudiantes en estado de agitación política, a pesar inclusive de filiaciones definidas hacia corrientes de centro-izquierda.

Las respuestas del dirigente Joaquín Coldwell y del propio Peña culpando a la izquierda de los comportamientos radicales de estudiantes azuzaron más la movilización, como si a ambos les hubieran pasado algunas de las “tarjetas” informativas de la Federal de Seguridad del pasado priísta. El problema no fue el comportamiento radical de estudiantes sino la desorganización del evento por parte del equipo de campaña del candidato presidencial del PRI.

Los candidatos presidenciales han esperado auditorios universitarios pasivos, acríticos, propios de los viejos modelos del acarreo de campaña del pasado, pero se han encontrado con jóvenes con estado de ánimo irritable, con definiciones políticas concretas y con ánimos de participación en el debate político. Si detrás de esos comportamientos se ven los fantasmas de la guerra fría mexicana, entonces los candidatos no están entendiendo la reorganización política de los grupos sociales.





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