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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

miércoles, 17 de febrero de 2010

Indicador Político 17-febrero-10, Miércoles

+ G. Mont: caída de un rebelde
+ PRI fue encuerado por el PAN

Carlos Ramírez

En su caída, Fernando Gómez Mont va a servir para darle una encuerada al PRI: la negociación del apoyo priísta al presupuesto y a la reforma fiscal a cambio de evitar la alianza PAN-PRD en Oaxaca mostró el viejo estilo priísta de las componendas en lo oscurito.
La declaración del agotado secretario de Gobernación a Pascal Beltrán del Río, director de Excelsior, obligó al coordinador priísta en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, a aceptar que el PRI sí buscó detener la alianza oaxaqueña. El PRI también evidenció sus temores hacia el 2012. La próxima votación presidencial no está resuelta a favor de ningún priísta, a pesar de que el PRI, basado encuestas, quiere desde ahora las llaves de Los Pinos.
Ahora lo que queda por aclarar quién chamaqueó a quién. Con la aceptación de la negociación secreta y la afirmación de que no informó al presidente de la república sino hasta después, Gómez Mont le prestó un último servicio al gobierno panista aceptando el sacrificio y la inmolación pero dejando al presidente Calderón y al PAN sin la monserga de compromisos priístas y sobre todo exhibiendo la debilidad del tricolor.
Las alianzas del PAN con el PRD y el sacrificio de Gómez Mont para exhibir al PRI demuestran que el PAN también tiene forma y voluntad para entrarle a la política de juegos maquiavélicos del poder. Algunas fuentes han señalado que los priístas se han quedado pasmados con estos movimientos políticos. La jugada alianzas-caída de Gómez Mont regresó al PAN al terreno político-electoral. Y mostró algunas de las debilidades del PRI, partido que tendrá que dar muchas explicaciones de negociaciones secretas con funcionarios del gobierno de Calderón.
Asimismo, las alianzas y la caída inminente de Gómez Mont fortalecieron la dirección política de César Nava, aunque condicionado no sólo a dar una buena pelea en Oaxaca, Veracruz y Puebla y ganar Durango y Sinaloa --si el senador priísta Mario López Valdez se confirma cono candidato aliancista PAN-PRD--, sino fundamentalmente a mantener las gubernaturas en su poder: Tlaxcala y Aguascalientes, donde por cierto el PRI se ha fortalecido y el PAN se enfila a perder esas posiciones. Algunas fuentes priístas están seguras que el PRI ajustará cuentas por el caso Gómez Mont en esas dos plazas donde el PAN corre el peligro de perder.
En el fondo, lo que más irritó a los priístas fue la habilidad del presidente Calderón para salirse de la esquina del ring donde lo tenía arrinconado la información de que Gómez Mont había negociado con el PRI en nombre del gobierno calderonista. Y la revelación de esas negociaciones dejó muy mal parado al PRI. De ahí la violenta reacción de los priístas de pasarle la factura política a Calderón. Pero el PRI lleva las de perder porque todo indica que efectivamente Gómez Mont negoció por su cuenta.
La situación de Gómez Mont es insostenible y su salida de la Secretaría de Gobernación se presenta como inevitable. Más allá de las pugnas inevitables en el ejercicio del poder, el presidente de la república necesita recuperar la interlocución con un PRI desgastado y una estrategia política para apuntalar las alianzas. El desgaste natural de la oficina política del gabinete es correlativo a la coyuntura: Gómez Mont resultó un espacio de despresurización luego de la derrota electoral del PAN en 2009.
Asimismo, Calderón necesita aceitar de nuevo el triángulo del poder: Los Pinos-Gobernación-PAN. La agenda política presidencial se ha complicado por la crisis económica, el agudizamiento de la inseguridad y la protesta social, el enojo del PRI por las alianzas y la amenaza de desbarrancar la agenda presidencial, las alianzas PAN-PRD por sí mismas y la urgencia del PAN de primero no perder ninguna de sus dos gubernaturas y cuando menos ganar otras dos.
De ahí que necesite un secretario de Gobernación funcional a las alianzas, con experiencia electoral y seguramente con pase de entrada para la candidatura presidencial, pues sigue vigente la lógica priísta de que la fuerza de negociación del titular de la Secretaría de Gobernación no depende del cargo o del discurso de dureza sino de la posibilidad de meterse en las precandidaturas presidenciales.
A ello se agrega el hecho de que las alianzas por sí mismas no han cuajado como suponían y que el PRI nacional y los dos principales precandidatos presidenciales --el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto y el senador Manlio Fabio Beltrones-- van a intervenir directamente en los procesos locales porque el 2012 priísta depende de no perder posiciones, además de que Oaxaca, Veracruz y Puebla son reservas de votos que pueden inclinar la próxima elección presidencial.
A la vuelta de los días, la crisis Gómez Mont-PRI ha ayudado a fortalecer a Calderón al mostrar los titubeos del PRI y sus negociaciones perversas. Eso sí, el presidente de la república necesita un secretario de Gobernación muy fuerte y un PAN ganador para entrarle a la próxima revisión del presupuesto porque el PRI va a cobrar los intereses de su fracaso con Gómez Mont.

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