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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

jueves, 11 de febrero de 2010

Indicador Político 10-febrero-10, Miércoles

+ Ejército, lealtad y consenso
+ Mal, las cábalas cronológicas

Carlos Ramírez

En medio de una campaña tendenciosa para alejar a las fuerzas armadas de la lucha contra del narcotráfico como asunto de seguridad nacional, el general secretario Guillermo Galván Galván dejó ayer claro, en el simbolismo de la ceremonia de la Marcha de la Lealtad, los criterios básicos del papel de los militares en el combate contra la delincuencia:
1.- “Continuaremos redoblando esfuerzos para combatir estos desafíos a la seguridad interior”.
2.- Las fuerzas armadas seguirán “dando las batallas, las que sean necesarias, contra viento y marea”.
3.- Y su actuación será “sin la mínima confusión”, porque “nos asiste la confianza social y la razón del Estado para responder a la exigencia de paz y tranquilidad de la población”.
El discurso del general secretario de la Defensa Nacional llegó en un momento clave para fijar la lealtad de las fuerzas armadas con el gobierno constitucional, para reiterar su papel en el mantenimiento de la seguridad interior y por tanto de la seguridad nacional y para fijar el criterio de que no hay paz más duradera y confiable que la que se basa en el consenso nacional.
Discurso claro, marcado por la lealtad, pero también con señalamientos fuertes advirtiendo que la lucha política de corto plazo suele afectar los acuerdos nacionales. El general Galván Galván, por ejemplo, recordó la ruptura del consenso en 1913 que llevó al derrocamiento de Francisco I. Madero:
“El rumor, la intriga y la crítica destructiva, crearon un ambiente de descomposición social que culminó en amargos desenlaces.
“Las fuerzas que obstruían el cambio hacia la democracia, conspiraban para atentar contra la voluntad popular”.
Y a partir de las lecciones de la historia, el secretario de la Defensa Nacional mostró la percepción de quien no es político pero comprende la cohesión nacional como eje de la estabilidad:
“Entendemos que el poder político es complejo y acumula variados intereses propios de su naturaleza, normas y fines.
“No obstante, en todo momento y circunstancia, es necesario anteponer el apego nacionalista”.
El mensaje fue preciso sobre el momento nacional. El razonamiento debe ser leído completo:
“Desde nuestro ámbito miliciano, estimamos que las prioridades del México contemporáneo pueden quedar enmarcadas en dos grandes objetivos: la cohesión social y el acuerdo político; ambos, en aras del interés nacional.
“La cohesión de la sociedad es un factor indispensable e insustituible para concretar el proyecto de país. Transformada en apoyo, hace viable toda estrategia comprometida con el desarrollo, seguridad y bienestar de la población. Su materia prima es la proverbial solidaridad que desde siempre prodigamos y se nos reconoce.
“El acuerdo político es actitud propositiva y virtuosa que conduce al consenso por la vía del respeto, la prudencia y la buena intención para escuchar y comprender las razones de los demás.
“Es expresión de madurez y fino diálogo que permite capitalizar las coyunturas que se nos presentan.
“El gobierno de la república ha sido enfático al plantear la urgencia por alcanzar los cambios que demanda el país.
“Para ello, es necesaria la savia tonificante de todos…de todos sin excepción.”
Los riesgos están a la vista. Pero también las necesidades: Lo dijo el secretario de la Defensa:
“Se requieren ideas creativas, renovadoras y dinámicas, que sincronicen a la nación con la modernidad.
“También es imprescindible fortificar la institucionalidad en todos los ámbitos de poder y órdenes de gobierno, para hacer propicio el orden y asegurar una visión de futuro válida y factible; para capitalizar la grandeza de la república; de su gente, de sus recursos e historia; para generar una mayor calidad de gestión y garantizar un sistema político que de cauce a la resolución de conflictos y para fortalecer los vínculos entre gobernados y autoridades que puedan estimular respuestas ágiles en ambos sentidos.
“Tensar el tejido social, lastima y obstruye el avance.
“Es ésta pues, una oportunidad inmejorable para tomar decisiones, cambiar lo obsoleto o anquilosado e impulsar lo vigente o innovador.
“Sólo mediante reformas integrales, estaremos en condiciones de consolidar ese bienestar colectivo que todos exigen, pero que no todos procuran.
“Ésa es la propuesta; esa es la convocatoria presidencial. No es utopía; se trata de voluntad, de responsabilidad cívica y compromiso histórico.”
El mensaje del general Galván Galván tuvo una tesis central: “tener siempre presente que la coexistencia pacífica es un bien inestimable” y que “mal haríamos en ver nubarrones en el porvenir o hacer cábalas con las coincidencias cronológicas para emplearlas como matriz de nuevas rediciones violentas de la historia”.

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