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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

martes, 16 de febrero de 2010

Indicador Político 16-febrero-10, Martes

+ Sinaloa: PRI apostó fractura
+ Hay huellas de narcoelección

Carlos Ramírez

Si algo ha beneficiado algunas coaliciones del PAN-PRD, sin duda que ha sido la fractura interna del PRI. En Sinaloa, el gobernador Jesús Aguilar Padilla optó por una sucesión personal: su compadre y socio Jesús Vizcarra, a costa de dividir al PRI.
La decisión del gobernador Aguilar Padilla de resolver la sucesión local en función de sus intereses empresariales y políticos podría haberle dejado al PAN la gubernatura en charola de plata. El candidato mejor posicionado es el senador Mario López Valdez --Malova--, quien podría salirse del PRI, ser el candidato de la alianza PAN-PRD y aprovechar su ventaja de 2-1 en encuestas sobre Vizcarra.
Sinaloa se perfila como la repetición del caso Zacatecas 1998: el gobernador saliente Arturo Romo obstaculizó a Ricardo Monreal y éste se hizo candidato por el PRD y ganó las elecciones. En Sinaloa, Aguilar Padilla estaría incubando una derrota priísta.
Lo peor de todo fue que la decisión del gobernador sinaloense puso en el tapete de las discusiones electorales el tema del narcotráfico, por el cúmulo de señalamientos y pruebas de que Vizcarra estaría vinculado al capo de la droga Ismael El Mayo zambada, a quien le une el compadrazgo, además de cuando menos dos averiguaciones previas en la Procuraduría General de la República por presunto lavado de dinero.
La candidatura de Vizcarra pinta la sucesión local con los colores de una narcoelección, justo en momentos en que la prioridad federal y estatal se asienta en una ofensiva política y social para recuperar plazas ahora en manos del crimen organizado. Sinaloa regresó a la nota roja de crímenes vinculados a la droga en el sexenio de Aguilar Padilla. De ahí que el PRI estuviera obligado a mandar un mensaje de sensibilidad política con candidatos fuera de toda sospecha de relaciones con alguna de las bandas del crimen organizado. Además, la violencia del narco en Culiacán aumentó durante la gestión de Vizcarra como alcalde.
Además del gobernador Aguilar Padilla, el PRI nacional se metió en un problema. Si cuaja la alianza PAN-PRD con el senador Malova, las posibilidades de que el PRI mantenga el gobierno de Sinaloa se reducen sustancialmente por el posicionamiento ventajoso de Malova en las encuestas. El problema del PRI nacional es bastante serio, debido a que está obligado a mantener sus gubernaturas y, si se puede, agregar alguna más.
La alianza PAN-PRD en Sinaloa con el senador Malova sería una alianza ganadora, a diferencia de las de Oaxaca y Puebla que se ven en desventaja. Por errores del gobernador saliente, el PRI perdió Sonora. Chihuahua comienza a enredarse justamente por el tema del narcotráfico. El conflicto del PRI nacional en Sinaloa consiste en defender la candidatura de Vizcarra que va en desventaja y con sospechosas relaciones con el narco ya se llevaron a tema de debate nacional.
Sin embargo, el gobernador Aguilar Padilla exigió el cumplimiento del compromiso pactado con la dirigente nacional priísta Beatriz Paredes en el sentido de que el PRI nacional designaría a los diputados federales y los gobernadores salientes a sus candidatos a gobernador. Sólo que ahora el PRI nacional está tratando de revisar ese pacto porque los gobernadores salientes no están atendiendo la situación de sus preferidos ni su posicionamiento en encuestas, sino a su control político sobre la plaza.
El gobernador Aguilar Padilla ha metido en serios predicamentos a Paredes. En Sinaloa podría naufragar la intención de Paredes de colarse a la candidatura presidencial por haber hecho un acuerdo con los gobernadores como virreyes: los intereses locales de los mandatarios salientes han diferido de la prioridad del PRI nacional de mantener el dominio en los estados de la república. Paredes habría sentado las bases de una balcanización del PRI y probablemente alguna derrota. Y el PRI no está para perder gubernaturas.
La elección de gobernador en Sinaloa se ha convertido en una prioridad para el PRI nacional. Lo más grave fue que Aguilar Padilla se incorporó como socio minoritario a las empresas de Vizcarra, lo que ha introducido sospechas de asociaciones empresariales en la designación del candidato a gobernador. Nunca se había dado en alguna sucesión priísta esta relación articulada a consejos de administración de empresas privadas o de acciones de propiedad.
La decisión de lanzar a Malova como candidato de la alianza PAN-PRD ha sido prácticamente tomada por la dirección nacional panista. De hecho, en ciertos niveles panistas la ven como adecuada para proteger con esa posible victoria las eventuales derrotas en Oaxaca y Puebla donde los candidatos aliancistas están severamente cuestionados y han partido de tendencias bajas en las encuestas.
En Sinaloa, los periódicos de la cadena El Debate han realizado encuestas minuciosas que han marcado la ventaja del senador Malova. Por tanto, la alianza PAN-PRD en Sinaloa con el senador Malova podría tranquilizar las preocupaciones del dirigente nacional panista César Nava, a quien sacudió la renuncia al partido de Fernando Gómez Mont por la alianza en Oaxaca.

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