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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

miércoles, 27 de enero de 2010

Indicador Político 27-enero-2010, miércoles

+ PRI: 2010 sólo para el 2012
+ Roberto Borge, candidato QR

Carlos Ramírez

Las certezas que tenía el PRI sobre la recuperación de la presidencia de la república en el 2012 se han convertido en caminos llenos de sobresaltos: desde los problemas para resolver nominaciones internas, hasta la definición de la lista de aspirantes presidenciales, pasando la posible alianza PAN-PRD no en gubernaturas sino en la candidatura presidencial.
Las piedritas en el camino del PRI rumbo al 2012 no son pocas ni inofensivas:
1.- Las alianzas PAN-PRD en algunas entidades podrían generar errores de percepción en los gobernadores priístas salientes y en aquellas entidades donde los mandatarios estatales tienen imágenes débiles. Más que la alianza en sí, el conflicto se percibe en la construcción de un ambiente adverso al PRI para quitarle la imagen de un partido que sí sabe gobernar. Asimismo, ha crecido el escenario de que se trata del viejo PRI.
2.- Divisiones en el PRI local para definir candidaturas. La facilidad que existe hoy para el trapecismo electoral ha permitido que militantes de un partido cambien de caballo a la mitad del río y fracturen el voto. En Sinaloa se cocina una imposición que dividirá y debilitará al PRI por el dedazo del gobernador saliente Jesús Aguilar Padilla a favor de su compadre y socio Jesús Vizcarra, a pesar del mejor posicionamiento del senador Mario López Valdez Malova. Ese problema podría fortalecer la nominación panista de Manuel Clouthier para repetir el fenómeno político de Michoacán con Lázaro Cárdenas, en donde el nombre garantice votos adelantados.
3.- El futurismo adelantado de los precandidatos arrancó con el destape de precandidatos oficializados del PRI que hizo el ex diputado Emilio Gamboa Patrón hace un par de semanas y alimentó el alineamiento de priístas. Y nada ha dañado más al PRI que la organización de grupos a favor de varios candidatos de entre los cuales sólo llegará uno. En el pasado hubo listas de aspirantes pero bajo el control del presidente saliente de la república. El PRI aún no está preparado para un juego democrático interno.
4.- La posición en aventajada del gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto ha comenzado a registrar el fuego amigo. Asimismo, de nueva cuenta se ha puesto en acción el modelo Arturo Montiel del grupo Fuerza Mexiquense en todas las plazas del país para consolidar la ventaja de Peña. Y también afecta el hecho de que haya una posición tan adelantada porque ha convertido a Peña en el objetivo de los ataques políticos.
5.- La reforma política ha sido asumida por el PRI como misil a la estructura del tricolor. Lo de menos es que el priísmo aproveche su mayoría para reventarla, aunque dejaría la imagen de un partido del pasado. Este punto ha desatado una competencia entre Beatriz Paredes y Manlio Fabio Beltrones, porque el legislativo es su único espacio de movilidad y de posicionamiento político. La ausencia de una iniciativa priísta de reforma política dejaría el punto explotable para la oposición de que va a regresar a Los Pinos el viejo PRI. Hasta ahora, el dinosaurio de Monterroso --“y cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí”-- es una amenaza para la credibilidad priísta. Así se lee la negativa del PRI a cambiar estructura de Estado.
6.- La tendencia al bipartidismo no tanto en plazas estatales con alianzas coyunturales que poco importan al PAN y al PRD, sino la posibilidad de que pueda darse una coalición PAN-PRD en la candidatura presidencial, algo similar a la que se frustró con Vicente Fox y Felipe Calderón. La iniciativa de una segunda vuelta en las presidenciales fue un guiño del PAN al PRD como el único camino para impedir el regreso del PRI a la presidencia de la república. Las alianzas son parte de un juego político de largo plazo, aunque con el problema de fondo en el sentido de que el PAN y el PRD carecen de posibilidades de un acuerdo de transición a la democracia por las ambiciones de poder.
En este contexto, las soluciones a las candidaturas estatales se han convertido en un serio problema para el PRI en algunas plazas. Por lo pronto, ya se resolvió, sin problemas, Quintana Roo. El candidato será Roberto Borge, luego de una competencia con Carlos Joaquín González. Borge se formó como un cuadro del gobernador saliente Félix González Canto: secretario particular, tesorero estatal, presidente estatal del PRI y hoy diputado federal. La competencia final fue entre dos familias: la del ex gobernador Miguel Borge Martín (1987-1993) y la de Pedro Joaquín Coldwell (1981-1987). Decidida la nominación, Borge ha emprendido ya giras estatales para recibir las adhesiones al viejo estilo de las cargadas del PRI.
Las alianzas PAN-PRD desbalancearon la estrategia del PRI rumbo al 2012, no tanto por la pérdida de algunos de los estados en disputa sino por el mensaje de que podría revivirse la experiencia frustrada Fox-Cárdenas para una alianzas entre los dos partidos contra el PRI. Aunque en el fondo, el PRI ha comenzado a evaluar la extraña alianza PRI-PT en Zacatecas para sacar al PRD de la gubernatura.
El saldo electoral del 2010 va a definir la candidatura presidencial del PRI para el 2012.

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