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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

martes, 9 de noviembre de 2010

9-noviembre-2010.

INDICADOR POLITICO


+ PAN: ¿supo para quién trabajó?
+ Alianza, a favor de PRI y PRD

Carlos Ramírez

Aunque lo advirtieron con anticipación, los altos mandos panistas acaban de ver que con las alianzas electorales estatales con el PRD en realidad no supieron a favor de quién trabajaban: los candidatos ganaron por el apoyo del PAN y del presidente de la república, pero en el 2012 irán contra el PAN.
El oaxaqueño (ex) priísta Gabino Cué pudo ganar las elecciones estatales por el peso del aparato federal del PAN, el apoyo directo del presidente Calderón y el impulso de López Obrador, pero acaba de definir sus verdaderas lealtades: su candidato a la presidencia es Marcelo Ebrard y por su gubernatura tanto será un activo político del PRD, a pesar de que su espacio local decisivo fue del PAN y no del PRD.
El poblano (ex) priísta Rafael Moreno Valle anda en las mismas. El apoyo fundamental que le abrió el espacio partidista fue del PAN, porque el PRD en realidad no contaba en la entidad y el Partido Nueva Alianza carecía de base territorial. Sin embargo, Moreno Valle como gobernador electo ya se alineó a los intereses de la cacique sindical Elba Esther Gordillo, cuyos maestros se olvidaron de la educación y se transformaron en verdaderos mapaches electorales. La señora Gordillo está impulsando a Moreno Valle como precandidato a la presidencia en el 2012 pero fuera del PAN.
Y el (ex) priísta sinaloense Mario López Valdez fue muy reacio a empanizarse y utilizó al PAN local como plataforma de posicionamiento pero su campaña la hizo el líder priísta estatal Juan S. Millán y el senador priísta Manlio Fabio Beltrones. Algunas columnas han comenzado a registrar el lamento de López Valdez por haberse salido del PRI y es el priísmo local el que va a operar el gobierno PAN-PRD. Para el 2012, es obvio que López Valdez va a operar a favor del candidato priísta aunque haya sido gobernador por el PAN.
En este contexto, el PAN se está encontrando con la sorpresa de que los gobernadores en esas tres plazas llegaron al poder por el apoyo y el aval del PAN pero no van a estar con el candidato panista a la presidencia de la república porque sus intereses reales estarán con otros partidos. Por tanto, el PAN habrá malgastado su capital político.
Lo que muchos panistas se preguntan es si el promotor de las alianzas César Nava incluyó un seguro político para las elecciones presidenciales del 2012 o los candidatos aliancistas excluyeron el 2012. La discusión es vital para el PAN porque permitiría saber si el candidato presidencial panista contaría o no con tres plazas que fueron ganadas realmente por el PAN.
Por lo pronto, el oaxaqueño Cué apareció en el inicio de la precampaña formal de Marcelo Ebrard por la candidatura perredista. Ahí pudo detectarse una doble traición de Cué: primero al PAN por su participación en un acto de campaña política presidencial del PRD y luego a López Obrador al preferir a Ebrard cuando en realidad su promotor real en Oaxaca fue el tabasqueño. De acuerdo con algunos círculos cercanos al gobernador electo oaxaqueño, su compromiso con el PAN fue sólo para ganar las elecciones y luego para abrirle algunos espacios a figuras panistas.
Al final y luego de algunos juegos de poder, el verdadero ganador de las elecciones aliancistas en Puebla, Oaxaca y Sinaloa fue el PRI. Por ello, técnicamente no puede hablarse de alternancia porque esas plazas estaban gobernadas por el PRI y los candidatos aliancistas tuvieron una formación política priísta, sus estilos han sido típicamente priístas y sus grupos de poder serán priístas. En Oaxaca ganaron los ex gobernadores priístas Diódoro Carrasco y José Murat, quienes le impondrán a Cué las principales posiciones del gabinete local; en Puebla, la señora Gordillo --en vías de regreso al PRI-- también tendrá prioridad; y en Sinaloa el PAN ha comenzado a ser marginado para dejarle los espacios a los priístas.
Por tanto, hay elementos suficientes para señalar que en esos estados no hubo una verdadera alternancia y menos una transición porque los cuadros de los tres candidatos aliancistas son priístas en activo o a distancia pero definitivamente priístas. Al final, el PRI ganó en esas tres plazas.
En este contexto y con los indicios conocidos, el PAN parece haber perdido para el 2012 tres plazas electorales fundamentales. Por tanto, en círculos panistas estratégicos ha aumentado la preocupación por la inclinación adelantada de los gobernadores aliancistas a favor de candidatos presidenciales que no son del PAN. En el fondo, el PAN le habría apostado a las alianzas con miras al 2012, pero hay indicios de que la dirigencia panista de César Nava no logró acuerdos concretos con los aliancistas ganadores.
Como se han perfilado los posicionamientos locales en las tres plazas aliancistas, el PAN habrá sido derrotado por el PRI y por el PRD. Peor aún: al no establecer compromisos de garantía de apoyo de los gobernadores aliancistas al PAN que los hizo ganar, el PAN habría prohijado espacios electorales a favor de… la oposición. De ahí la cara de felicidad de Marcelo Ebrard el día del inicio de su precampaña por la candidatura presidencial del PRD por la presencia activa de Gabino Cué.
A partir de esos reposicionamientos de los gobernadores aliancistas triunfadores, las posibilidades de una alianza PAN-PRD en el Estado de México se redujeron porque la plaza mexiquense es un activo fundamental para el 2012. Y el PAN y el PRD no van a querer un candidato que gane con el apoyo de uno pero beneficie al otro, a menos que se logre una candidatura aliancista presidencial PAN-PRD para el 2012.


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