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Periodista, escritor, Lic. en Periodismo, Mtro. En Ciencias Políticas, oaxaqueño. Autor de la columna "Indicador Político" en El Financiero.

jueves, 3 de marzo de 2011

3-Marzo-2011, Jueves.

INDICADOR POLITICO


+ ¿Ahora sí ya entendió Obama?
+ EU: consumo y narcorredadas

Carlos Ramírez

El asesinato del agente estadunidense de migración en las carreteras de San Luis Potosí finalmente despertó al presidente Barack Obama del letargo en que lo tenían sus agencias de seguridad y comprendió que el problema del narco en México está directamente relacionado con el consumo en los EU.
Por ello, las dos redadas en territorio estadunidense para arrestar a traficantes de drogas representan un cambio estratégico en la política antidrogas de la Casa Blanca. Y no era para menos. La secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, reaccionó al incidente en San Luis como si formara parte del gabinete del conservador Ronald Reagan. Pero Obama la ya corrigió: el problema también es de los EU.
Las redadas internas autorizadas por Obama implican el hecho de que finalmente los EU hicieron caso de las constantes quejas de las autoridades mexicanas: habrá producción y trasiego en México mientras exista la demanda tolerada de droga en los EU. Y ahí había cuando menos tres realidades que la Casa Blanca había ignorado:
--Cifras oficiales revelan que el 8% de los estadunidenses son consumidores de drogas, una cifra cercana a los veinte millones de personas. Esa demanda determinó la oferta.
--Reportes de la oficina de inteligencia antidrogas de la Casa Blanca han reportado que los mercados estadunidenses de venta de droga al menudeo en decenas de ciudades en todo el país están controladas por cárteles mexicanos a través de las pandillas.
--La clave de una verdadera estrategia internacional de lucha contra el mercado internacional de droga estaba en operaciones conjuntas. Después de las redadas, ahora a los EU les falta la decisión más importante: atacar el lavado de dólares del narco en el sistema estadunidense empresarial y financiero.
Las redadas de narcos en los EU --dos masivas en las últimas semanas-- se habían tardado. La evaluación de inteligencia sobre pandillas de carácter nacional de 2005, realizada por el FBI, el Centro Nacional de Inteligencia sobre Drogas de la Casa Blanca y la Oficina de Alcohol, Tabaco y Armas --ATF por sus siglas en inglés-- había descubierto que el 78.4% de las agencias de la ley en los EU habían reportado una alianza entre pandillas y cárteles mexicanos de drogas. Asimismo, la encuesta nacional de pandillas juveniles de 2001 reveló que el 49% de los miembros de esos grupos delictivos eran de origen latino.
La evaluación del 2009 mostró el crecimiento de la penetración del narcotráfico mexicano en el interior de los Estados Unidos, sin que la autoridad realizara alguna operación en contra de ellas. Del 2004 al 2008, la proliferación de pandillas vinculadas al narco aumentó en los EU en tres puntos porcentuales. Y le actividad de las pandillas en las escuelas también subió, ante la apatía gubernamental, de 20% a 24% de denuncias por parte de estudiantes. El aumento de la presencia de pandillas reveló cifras preocupantes: el número de miembros de pandillas por cada 100 mil habitantes fue de entre 4 y 11 en prácticamente cuarenta estados, con Illinois como la que tiene mayor número de pandilleros, seguida de Colorado, Nuevo México, California y Nevada.
Las evaluaciones sobre pandillas han mostrado también el dato de que desde 2005 la organización Mexikanemi, también conocida como Texas Mexican Mafia o Emi, fue formada al comienzo de los ochenta y tiene cuando menos dos mil miembros. “Mexikanemi representa una significativa amenaza a las comunidades del suroeste de los Estados Unidos, particularmente Texas”, dice el reporte de 2009. Esta pandilla trafica cocaína, heroína y metanfetaminas, además de marihuana y éxtasis, todas estas drogas provenientes de México. Su mercado de consumo también se localiza dentro de las prisiones. La droga de esta pandilla la suministran los cárteles de Jaime Herrera Herrera, Osiel Cárdenas y Vicente Carrillo. “Adicionalmente, los Mexikanemi mantienen una relación con Los Zetas”.
A pesar de ser considerados una amenaza contra la seguridad nacional, las pandillas nunca fueron combatidas… al menos hasta los dos operativos de los últimos días. Los datos oficiales de los EU señalan que existen cuando menos un millón de pandilleros en más de 20 mil pandillas con actividad criminal en los cincuenta estados y la capital federal de Washington.
Las denuncias de actividades criminales han aumentado. De acuerdo con el reporte de 2009, las denuncias contra las pandillas han aumentado de 45% a 58% en el periodo 2004-2008. Las pandillas criminales han cometido alrededor del 80% de los siguientes delitos: tráfico de extranjeros, robos a mano armada, asaltos robo de autos, tráfico de drogas, extorsión, fraude, invasión de propiedades, robo de identidades, asesinatos y tráfico de armas.
El reporte reconoce desde 2005 la existencia de bases de traficantes mexicanos en el territorio de los EU y las pandillas sirven para la distribución nacional de drogas. Asimismo, revela que los pandilleros cruzan rápidamente la frontera para traficar personas y drogas. En el 2005 una encuesta entre policías reveló que el 5.7% de las pandillas estaban vinculados con organizaciones terroristas asentadas en los EU.
La conclusión desde 2005 era de peligro inminente:
“La omnipresencia de las pandillas en toda la sociedad es innegable. Incitan al miedo y la violencia en nuestras comunidades. Las pandillas amenazan a nuestras escuelas, nuestros niños y nuestros hogares. Las pandillas de hoy son más sofisticadas y flagrantes en el uso de tácticas de violencia e intimidación. A medida que emigran a todo el país, llevan consigo las drogas, las armas y la actividad delictiva”.
Obama finalmente dio el primer paso previo a la visita del presidente Calderón: atacar al narco en la fase de distribución de la droga en las calles.

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