INDICADOR POLITICO
+ Peña
pedirá una ¿Iniciativa NY?
+ EU,
compra-venta, no consumo
Carlos
Ramírez
Si el gobierno mexicano se
encuentra bajo presión estadunidense
en el escenario de la Iniciativa Mérida, el nuevo gobierno de Enrique Peña
Nieto bien podría pensar en exigir
una Iniciativa Nueva York para obligar al gobierno de los Estados Unidos a
entrarle en serio a resolver el problema de la demanda de drogas.
Como en todo mercado, la demanda determina la oferta. Pero en lugar de
atacar directamente el rubro de la demanda de drogas para el aproximadamente 10% de la población de la unión
americana que es consumidora consistente de drogas ilícitas, el gobierno de
Barack Obama ha decidido actuar sobre la educación.
Mientras tanto, información de la
oficina antidrogas de la Casa Blanca han establecido el dato de que alrededor
de dos mil ciudades a lo largo de
los EU tienen el mercado de abasto y venta de droga al menudeo controlado por cárteles mexicanos. Inclusive, muchas de las zonas de comercio de
drogas en esas ciudades son zonas francas
de control de las bandas de vendedores en las que la policía no tiene ningún control.
Las investigaciones estadunidenses
ya tienen muy claro el panorama de
la integración de organizaciones transnacionales del crimen organizado. Sin
embargo, el Departamento de Estado se ha dedicado a presionar a México para una mayor intensidad en la lucha contra los
cárteles, aunque sin reconocer que la
fortaleza de las bandas mexicanas se localiza en el lavado de dinero que hasta ahora pasa impunemente por el sistema financiero estadunidense y en el acceso a las armas que se comercian con
facilidad desde los EU.
La Iniciativa Mérida es un mecanismo
de presión sobre México pero sin que
Washington ofrezca la integración de estrategias efectivas que tengan que ver
con el consumo. Para ello, la Casa Blanca debería autorizar una ofensiva para desmantelar los mercados
de venta al menudeo en las ciudades, aunque existe el peligro de que la
respuesta violenta de vendedores y
consumidores como en México que pudiera desatar motines en esas ciudades
estadunidenses.
En este sentido, especialistas en
temas del narcotráfico consideran que la estrategia de los EU ha consistido en trasladar a los países productores o de
trasiego la responsabilidad de combatir a los cárteles de la droga, cuando en realidad esas organizaciones
criminales trasnacionales ya están
presenten en los mercados de venta al menudeo. Los cárteles que ya forman parte de las redes criminales en los EU son Los Zetas, El Chapo y el Cártel del
Golfo; inclusive, Los Zetas ya
participan en la cultura mediática
por su aparición como protagonistas en las principales series policiacas de la
televisión estadunidense.
De ahí que México deba ser más intenso en la exigencia de que el
gobierno de los EU defina un programa similar a la Iniciativa Mérida y se
decida a combatir a los cárteles mexicanos en los mercados de
venta al menudeo de droga en las principales ciudades de la unión americana. Hasta
ahora los cárteles mexicanos no sólo
entregan droga sino que sus sicarios forman parte de las redes criminales del narcotráfico y también controlan el mercado de
la droga desde las prisiones.
En la última reunión bilateral
realizada en Washington a comienzos de esta semana para revisar la Iniciativa
Mérida, la secretaria estadunidense de Estado Hillary Clinton destacó los esfuerzos mexicanos para
profesionalizar las policías y el apoyo
de los EU para acosar a algunos de los capos,
pero nada se dijo del hecho de que el enfoque educativo sobre la demanda en los
EU de hecho no resuelve el problema
del abasto creciente para satisfacer el consumo de los americanos.
México ha sido demasiado débil en insistir en que el problema de
la demanda es el tema central del problema del narcotráfico. Al bajar la
demanda, tendría que disminuir la oferta. Y ahí es donde se debe presionar para
una Iniciativa Nueva York, sin duda
la plaza de mayor demanda y consumo de droga y donde se han instalado los
organismos internacionales sobre temas del narcotráfico.
El cambio de gobierno y de partido
en la presidencia de México se presenta como una oportunidad extraordinaria para replantear el problema del
narcotráfico en México y su articulación a los Estados Unidos, toda vez que la
ofensiva exclusivamente de seguridad dejó de lado el tema de la demanda de drogas, del tráfico de armas y del lavado de dinero.
Hasta ahora el gobierno de Calderón
cumplió con el objetivo de detener
el avance de los cárteles en zonas
territoriales del Estado, de desmantelar
algunas bandas, de encarcelar a más de 60 mil delincuentes y de dificultar el
abasto. Sin embargo, del lado americano sólo hubo recriminaciones y críticas y casi ninguna decisión para disminuir
el consumo con la intención de afectar la demanda de drogas. Peor aún, el
sistema político estadunidense llegó a llevar a Joaquín El Chapo Guzmán al star
system al incorporarlo a la lista
de los más ricos de la revista Forbes,
aunque sin explicar el hecho de que el cálculo de riqueza de la publicación se
hace respecto a la propiedad accionaria y no por venta der producto.
Mientras México no le exija a los EU un mayor esfuerzo
directo sobre en el binomio demanda-consumo, el tráfico de armas y el lavado de dinero en el sistema
financiero estadunidense, el problema del narco permanecerá en la actividad cotidiana y los cárteles podrán renovarse sin desaparecer, México seguirá poniendo los muertos y los EU aportarán
los consumidores.
@carlosramirezh
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