INDICADOR POLITICO
+ AMLO:
ganar-ganar, no competir
+ Bartlett
como símbolo de la derrota
Carlos
Ramírez
Con la autoridad moral que le da el haber impuesto a
Manuel Bartlett Díaz como candidato del PRD-PT-Movimiento Ciudadano-Morena al
senado, Andrés Manuel López Obrador comenzará hoy su largo y agotador camino
hacia la relección como presidente legítimo y la candidatura presidencial
del 2018.
El simbolismo de Bartlett no podía acomodarse mejor para entender la
lógica de los estilos político-electorales de López Obrador, el candidato del
PRD dos veces derrotado en las urnas a la presidencia de la república. Una
defensa apasionada, diríase que religiosa, del derecho a la libertad de voto,
pero de la mano de personajes que marcaron
la historia electoral del país con conflictos como el fraude de 1988 cuando
Bartlett fue el presidente de la Comisión Federal Electoral.
El contrapunto entre Puebla y la elección nacional ilustra las
contradicciones de la lucha de López Obrador. Lo satírico del asunto radica en
el hecho de que en Puebla durmieron
al velador. El candidato lopezobradorista Bartlett Díaz denunció públicamente
que le hicieron un fraude electoral… exactamente igual al que él operó en 1988 contra Cuauhtémoc Cárdenas para beneficiar a Carlos Salinas de Gortari,
quien de premio lo enviaría por dedazo,
vía la aduana de Joseph-Marie
Córdoba Montoya, de gobernador a Puebla.
En su artículo en El Universal la semana pasada, Bartlett denunció, en un texto que rezuma
indignación e ingenuidad senil, que el fraude en su contra se hizo en las
computadoras, igual a la caída del
sistema de cómputo en 1988 que permitió el acomodo
de votos a favor de su candidato Salinas. Si en política el que no la hace la
paga, el que sí la hace la paga aún más
caro. El párrafo de Bartlett debe ir enmarcado en el muro del humorismo
involuntario político tipo Juan Orol:
“En Puebla, al final de la
votación, se hicieron públicas encuestas de salida y encuestas acreditadas, que
daban el triunfo de AMLO a la Presidencia, el mío al Senado y de diputados de
izquierda en los cuatro distritos de la ciudad de Puebla, Cholula y otros. Al iniciarse la publicación del PREP vía electrónica, a las 12:00 AM, se me
mantuvo en primer lugar, pero al término,
en la madrugada, mediante inexplicable voltereta, se me colocó debajo de la
candidata del PRI y 20 mil votos debajo del candidato del PAN, que se había
reconocido en tercer lugar desde una semana antes; desaparecieron también todos los triunfos acreditados por
encuestas, de antemano, a diputados de la izquierda, apareciendo sin sustento triunfos de PAN, y PRI. Fraude tan evidente que comentaristas
acreditados lo reconocen, e incluso la mayoría de la opinión pública
estupefacta.”
La denuncia de Bartlett contra el
Instituto Estatal Electoral es la misma
que hicieron en 1988 “comentaristas acreditados” e incluso “la mayoría de la
opinión pública” contra la “voltereta”
que dieron las cifras oficiales cuando Bartlett era presidente de la Comisión
Federal Electoral y de pronto “desaparecieron”
votos a favor de Cárdenas. Sólo que en este 2012, a diferencia de 1988, el único estupefacto fue el propio
candidato derrotado en las urnas con el voto libre y no la opinión pública ni la
maniobra electoral en las computadoras.
Lo simpático del asunto es que el Bartlett que se dice víctima del
fraude electoral, es el mismo
Bartlett que seguirá cargando el fraude de 1988 y el fraude en el municipio de Huejotzingo cuando era gobernador y las
autoridades electorales le echaron abajo el triunfo priísta.
Eso sí, Bartlett será un ejemplo más de las perversidades de la
política a la mexicana: fue colocado por el voto libre de los ciudadanos en el
tercer sitio y por tanto sin derecho
a tener una curul por elección popular, pero el dedazo de López Obrador --sí, el hoy apóstol de la
democracia-- lo llevará al Senado porque Bartlett jugó en el número uno de la
lista plurinominal del exsalinista y hoy lopezobradorista PT y tendrá su curul.
Lo bizarro de la política electoral
mexicana permitirá que un candidato derrotado en las urnas pueda tener su lugar
por la vía del dedazo. Y para mayor
confusión en las perversidades políticas, Bartlett será senador del PT por
designación de López Obrador pero sin
renunciar a su militancia priísta.
Por lo pronto, Bartlett no se ha sumado a la demanda de López
Obrador de anular o invalidar las elecciones del pasado primero de julio.
Candidatos ganadores del PRD, PT y MC, así como algunos liderazgos perredistas
forjados al calor del lopezobradorismo, también
se han alejado de la intención de López Obrador de anular la elección presidencial aunque no las federales de
senadores y diputados ni las locales de gobernador y jefe de gobierno.
Por cierto, el fraude operado por Bartlett en 1988 también afectó a López Obrador,
quien compitió ese año como candidato a gobernador por el Frente Democrático
Nacional de Cárdenas y sacó apenas 20% de los votos, contra 78% del candidato
priísta. Como secretario de Gobernación del gobierno de Miguel de la Madrid,
Bartlett fue responsable del proceso
electoral federal y de los estatales.
Lo que viene a partir de hoy jueves
para López Obrador es la lucha mediática
para ocultar su derrota y la manipulación de las hordas lopezobradoristas
movilizadas como turbamultas en contra del proceso electoral institucional. Del
fraude de Bartlett en 1988 al fraude contra Bartlett en el 2012, el PAN, el PRD y aliados
han fracasado en el diseño de un
sistema electoral que evite la compra o la coacción del voto. La única
posibilidad que tiene López Obrador de revertir el resultado es la presentación
personal de cinco millones de
personas que con nombre y apellido denuncien que sus votos fueron comprados.
Pero como las cosas no serán así, a
López Obrador y a Bartlett no les queda más que ensuciar el proceso y presentarse como víctimas de su propia
incompetencia electoral. Al final, todo sistema electoral está organizado para competir, no para ganar-ganar.
@carlosramirezh
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Por cierto, muy buenos textos estos del blog suyo, que se publican también en diarios nacionales... Respecto a lo que dice 'Proceso' y usted de Bartlett, eso de que le aplican “fraude” y pide recuento de votos, no queda más que citar al demasiado perspicaz de Carlos Marx (del comienzo de "El 18 brumario"): "Hegel dice en alguna parte que todos los grandes hechos y personajes de la historia universal aparecen, como si dijéramos, dos veces. Pero se olvidó de agregar: una vez como tragedia y la otra como farsa"... Y aunque Bartlett está a años luz de ser un personaje principal de la historia universal, a lo mucho sería un actor de tercera (edad, por cierto), sí es claro que el del 88 fue un actor algo dramático y el del 12 es un actor muy cómico... En cuanto a nuestra cultura antidemocrática, de que los funcionarios de casilla les valga ser algo incompetentes, de que los politizados hagan las tranzas que hacen (compra de votos reales y descomunales según cierta propaganda, sobretodo) y de que la mayoría de los ciudadanos nos importe un comino nuestro costosísimo y muy poco eficiente sistema electoral y de partidos, esta frasesita también del comienzo de "El 18 brumario" nos sienta de maravilla aquí a nosotros, al pueblo mexicano: "La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos"... ¡A ver cuándo se nos ha de quitar de nuestros cerebros eso!, la querida tradición de distorsionar los procesos electorales, incluyendo nuestra típica apatía política ciudadana... En fin... Para no andarme amargando de más, mejor, le mando saludos... ¡Saludos!
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