NDICADOR POLITICO
+ Gobernador de Tamaulipas a 2012
+PRI: ¿ tamaulipatizar la república?
Carlos Ramírez
En una muestra más del mundo bizarro en el que habitan y se mueven los políticos, el gobernador de Tamaulipas, Eugenio Hernández, “no descarta” buscar la candidatura presidencial del PRI para el 2012. De conseguir la nominación y vencer en las elecciones, entonces la república podría terminar como Tamaulipas: un estado sin poderes y dominado por el crimen organizado.
Por tanto, los ciudadanos de la república debieran de ponerse a… gozar: uno de los gobernadores más apáticos en materia de seguridad y con el peor saldo de criminalidad --asesinaron a su candidato priísta a sucesor en el gobierno estatal-- se prepara ya para lanzar su aspiración a la candidatura presidencial del tricolor. Y para lograrlo, sin duda que sus credenciales en seguridad podrían potenciarlo como la mejor carta del PRI para sacar al PAN de Los Pinos.
Lo más grave de todo es que el gobernador Eugenio Hernández hizo muy en serio su declaración de que en enero del 2012 decidirá si compite en el PRI por la candidatura presidencial del 2012. Para él, por cierto, la inseguridad en Tamaulipas es responsabilidad y culpa del gobierno federal, aunque hayas sido el gobierno federal quien fue a rescatar a Tamaulipas del dominio absoluto de los cárteles de la droga. Eso sí, sin duda que como presidente de la república en el 2012-2018 --si, claro, el voto del pueblo lo lleva en hombros a la casa presidencial--, podría, ahora sí, recuperar el dominio de su entidad que perdió ante los nacos como gobernador.
El gobernador tamaulipeco ofrece la imagen de los políticos priístas ajenos a la realidad. Durante su gestión Tamaulipas fue invadido por los cárteles de la droga, las bandas del crimen organizado se han ido apropiando por la violencia de propiedades y negocios, la venta de protección de delincuentes a ciudadanos se hace ante la pasividad de las policías y las policías estatales y municipales están al servicio de las mafias.
Tamaulipas, con la inacción del gobierno estatal y la complicidad de una sociedad pasiva, es hoy una entidad fallida, con un gobernador fallido, con un gobierno estatal fallido y con gobiernos municipales en fuga. Hasta ahora, Tamaulipas es la entidad de la república donde gobierna el crimen organizado. Y los pocos espacios de movilidad han sido logrados por la acción decidida del ejército y sin el apoyo del gobierno estatal ni de la sociedad.
En Tamaulipas las bandas criminales se han dedicado a expropiar negocios, ranchos y casas. Secuestran a los dueños y los llevan a punta de pistola ante notarios públicos para la cesión de propiedades. En los seis años del gobierno de Eugenio Hernández Tamaulipas pasó a control del crimen organizado. No pasa día en que se revelen datos de que policías estatales y municipales siguen al servicio del crimen organizado. Eso sí, las encuestas locales revelan que Eugenio Hernández es el gobernador mejor calificado por la sociedad, de la misma sociedad que está derrotada por las mafias de la droga.
En el contexto del asesinato del candidato priísta Rodolfo Torre, Indicador Político recogió una historia de los estilos de seguridad del gobierno de Eugenio Hernández:
“El 22 de junio, el procurador estatal priísta Jaime Rodríguez Inurrigarro se reunió con empresarios en el Casino Victorense para ver un partido de futbol. En la plática, los empresarios se quejaron por la ola de secuestros. La respuesta del procurador fue de antología: cuídense, cuiden a sus hijos, (los delincuentes) vienen por peces gordos. No ofreció seguridad sino sólo dijo: cuídense. Una semana después, el crimen organizado asesinó al candidato priísta a gobernador Rodolfo Torre. Los empresarios entraron en pánico cuando vieron que la autoridad estatal fue incapaz de proteger a un político local.”
La sociedad tamaulipeca vive el pánico cotidiano. Otro mail de un tamaulipeco al columnista: “soy de (…). Ya llevo cinco familiares secuestrados o coaccionados ante notario a “vender”, sin remuneración, sus propiedades, uno de ellos torturado y asesinado y tirado en una carretera. Tamaulipas es territorio ajeno desde hace muchos años (…) Estamos atemorizados, con un ingente pánico, pensamos en nuestros niños, mamás, en la familia, créame que hasta miedo tenemos de salir a votar. La votación es un ejercicio inútil desde hace muchos años en este Estado, el PRI siempre va a ganar, es carro completo aunque no lo sea. La “sociedad” no existe y nada pueden hacer las cacerolas frente a las armas de alto poder”.
Tamaulipas es la imagen de la violencia ante un poder estatal impotente y cómplice: fosas clandestinas, balaceras en las calles, municipios dominados por el narco, asesinato de 75 migrantes, empresarios pagando protección a los delincuentes, cientos de ciudadanos desplazados de Ciudad Mier por el dominio del narco, el ranchero Alejo Garza muerto al defender a balazos su rancho porque se lo querían quitar con notario las mafias ante la pasividad del gobierno estatal, candidato a gobernador asesinado…, pero con un gobernador dispuesto a sacrificarse por el país como candidato presidencial.
En ese mundo bizarro, el gobernador Eugenio Hernández tendría ya su gabinete armado: Julio César Godoy, Greg Sánchez, Héctor Teto Murguía y sin duda que el gobernador de Colima Mario Anguiano Moreno.
Es, pues, el mismo PRI de siempre.
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