+ España y EU, ruina electoral
Carlos Ramírez
La izquierda en sus expresiones de gobierno en España y los Estados Unidos se acerca a una catástrofe electoral: José Luis Rodríguez Zapatero llevó al Partido Socialista Obrero Español a una tendencia de voto de 28.5%, contra 43 del Partido Popular. Y Barack Obama revivió a la derecha y le inyectó posibilidades de recuperar la Casa Blanca en el 2012.
El deterioro en dos expresiones de la izquierda es producto de la crisis. La izquierda socialdemócrata de Zapatero erró en las medidas anticrisis, aumentó el desempleo, no tiene expectativas de recuperar los puestos de trabajo perdidos y disparó el déficit presupuestal. Lo grave de todo fue que los sindicatos que forman parte de la base política del PSOE realizaron una huelga general el miércoles de la semana pasada y Zapatero como presidente del gobierno y líder de la izquierda festejó el fracaso de la movilización y refrendó una contrarreforma laboral que la derecha no se había atrevido a aplicar.
La última encuesta del organismo Metroscopía, publicada en el periódico El País, reveló el hundimiento de Zapatero, del PSOE y sobre todo de la izquierda: del 43.7% de votos en las elecciones generales de 2008 Zapatero llevó a la izquierda en octubre a 28.5%, 14.5% puntos debajo del centro-derecha del Partido Popular. Y como parte del voto de castigo de su propio partido, la candidata de Zapatero a la presidencia de la Comunidad de Madrid, la ministra de Sanidad del gabinete de Zapatero, Trinidad Jiménez, perdió las primarias ante el disidente Tomás Gómez.
El fondo del asunto no se localiza en los reacomodos al interior del PSOE ni en el hecho de que lo perdido por el PSOE lo capitalice en tendencia de voto el PP, sino en el hecho de que detrás de las derrotas de Zapatero se encuentra el fracaso de la izquierda frente a la crisis. Aunque los dos grandes sindicatos --el comunista Comisiones Obreras y el socialista Unión General de Trabadores-- aclararon que no paraban labores contra Zapatero sino en protesta contra la crisis, al final hubo de reconocerse que el daño político afectaría al PSOE en el gobierno desde 2004. El PP de Mariano Rajoy no ha impulsado la moción de censura contra el gobierno para adelantar elecciones, sino que hábilmente ha dejado que el PSOE profundice su descomposición política y acumule mayores repudios de la sociedad.
La crisis económica le estalló a Zapatero en el 2008 y han sido dos años de desaciertos, ceguera política y sobre todo políticas neoliberales que han minado el bienestar de los ciudadanos y sobre todo han disminuido el capital social impulsado por los gobiernos socialista de Felipe González y popular de José María Aznar. Si Aznar ganó la presidencia ante el desmoronamiento del gobierno de Felipe González por la corrupción, ahora Zapatero se enfila hacia la necesidad de adelantar las elecciones generales por la disminución de su base de gobierno. La encuesta publicada el domingo exhibe el fracaso del PSOE.
Los errores de Zapatero fueron producto de su enfoque maquiavélico de desdeñar a la oposición conservadora, ocupar todos los espacios mediáticos y tomar decisiones un día que había negado el día anterior. Asimismo, su política anticrisis no sólo fue neoliberal y de derecha sino que sus decisiones hicieron perder a los trabajadores su colchón social de gobiernos anteriores y sobre todo sus derechos. La decisión laboral más polémica fue disminuir el costo del despido y aumentar la edad de jubilación, además de sacrificar el empleo en aras de la estabilización macroeconómica. Los resultados fueron versión ni-ni de la crisis: ni se estabilizó la economía ni hubo empleo. El drama de España es el desempleo, que ya suma 4 millones, casi el 19%, y está por terminarse el seguro.
En los EU, Obama anda en las mismas: la crisis económica heredada fue mal manejada, se orientó a proteger a las grandes empresas con apoyos multimillonarios y descuidó el empleo y el bienestar. Hoy la popularidad de Obama es menor. El presidente de los EU quedó atrapado entre su tendencia neopopulista a fortalecer al Estado en la conducción económica y en la protección social, el aumento del tamaño del Estado y la urgencia de reactivar el capitalismo de los grandes consorcios. Los EU también tienen su ni-ni: ni hay empleo ni hay empresas reactivadas.
A Obama se le aparecerá la crisis en las elecciones de noviembre. Datos del sitio http://www.realclearpolitics.com/ exhiben la tendencia de un voto de castigo contra los demócratas, frente al fortalecimiento de los republicanos: en el Senado, el PR bajó su tendencia este año de 52 candidatos seguros a 48, en tanto que los republicanos subieron de 42 a 47; en la Cámara de Representantes bajarían los demócratas de 200 a 189, ante el repunte republicano de 198 a 207; y en la elección de gobernador los demócratas cayeron de 21 a 15 y los republicanos aumentaron de 24 a 27. Y como corolario, la aprobación de Obama pasó de 65% al tomar posesión en enero de 2009 a 45 por ciento esta semana, en tanto que la desaprobación subió de 20% a 50%; hoy es más alta la desaprobación que la aprobación.
Más allá de personalidades, en España y en los EU ha fracasado la izquierda --socialdemócrata y neopopulista-- en el manejo de la crisis. Y el deterioro social se convierte en repudio electoral y en el fortalecimiento de la derecha.
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