INDICADOR POLITICO
+ Duarte
acusa de fraude a OCESA
+ PRI-PAN
se apropian de Coparmex
Carlos
Ramírez
El relevo en la presidencia de la
Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) podría ser el primer indicio de que el PRI habría
vuelto a las andadas: imponer al
presidente del sindicato de patrones en función de los intereses políticos del
gobierno.
Asimismo, podría ser el primer
indicio de una alianza del PRI con
el PAN: el gobernador priísta chihuahuense César Duarte se ha aliado al ex diputado panista y último
secretario priísta de Gobernación Diódoro Carrasco Altamirano para manipular el proceso de renovación de
dirigencia de la Coparmex.
La jugada lleva otro efecto directo: que el ex presidente de ese
organismo y presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Gerardo Gutiérrez
Candiani, se perfile desde ahora
como el candidato a gobernador de Oaxaca por la alianza PAN-PRI, sacando de la jugada al PRD que se
colocó en las pasadas elecciones federales como la primera fuerza política
estatal.
El actual gobernador oaxaqueño es
Gabino Cué Monteagudo, que le ganó
al PRI en el 2010 por la alianza PAN-PRD coordinada por el ex gobernador Carrasco
Altamirano. Ahora habrá un cambio estratégico en la alianza por la victoria
presidencial del priísta Enrique Peña Nieto y Carrasco está ya operando en Oaxaca la candidatura del
pequeño empresario Gutiérrez Candiani como candidato aliancista pero del PAN-PRI
y sin el PRD.
Por segunda vez, la elección de la
presidencial nacional de la Coparmex estará controlada por el ex priísta, hoy panista y casi de regreso al PRI
Carrasco Altamirano, dejando a los patrones sin cartas propias. En la operación
política participa el gobernador chihuahuense Duarte, quien en la competencia
por la candidatura presidencial del PRI apoyó
abiertamente a Beatriz Paredes Rangel y enfrentó al entonces gobernador
mexiquense Peña Nieto. Duarte está conteniendo
al presidente de la Coparmex en Ciudad Juárez, Carlos Chavira Rodríguez. De cumplirse la maniobra Duarte-Carrasco para
imponer al sinaloense Juan Pablo Castañón, la Coparmex será entregada a la alianza PRI-PAN. Y el
otro efecto adicional sería el fortalecimiento del actual presidente del CCE
Gutiérrez Candiani como el enlace del
sector privado con Peña Nieto
Al estilo del viejo PRI, la Coparmex está operando una elección de su
dirigente con maniobras políticas de poder. Y ahí es donde el gobernador Duarte
le hace el trabajo a Carrasco Altamirano para sacar de la competencia al juarense Chavira Rodríguez, aunque a
costa de iniciar declaraciones de fraude que más bien están dañando a la empresa Ocesa,
organizadora de espectáculos. En octubre del año pasado, empresarios de Ciudad
Juárez contrataron al grupo Maná con apoyo del gobierno estatal, pero hoy
Duarte denuncia que hubo fraude y ha
señalado como responsable a Chavira Rodríguez, aunque en realidad está
señalando de irregularidades a Ocesa porque por que fue la que firmó el contrato en representación de
Maná.
El caso de Maná y Ocesa sólo quiere
sacar de la competencia por la
Coparmex nacional al empresario juarense Chavira Rodríguez en una jugada de alianza PRI-PAN-Coparmex:
1.- Por primera vez la convocatoria
a elección de presidente de la Coparmex incluye
la condición de “no haber sido
condenado por delito grave, en términos de la legislación mexicana” y para ello
los precandidatos deben entregar una “carta de antecedentes no penales expedido
por la autoridad correspondiente”. En Chihuahua el documento tendría que entregarlo la procuraduría de Duarte.
2.- Pero sin ningún expediente
judicial en curso y sólo por declaraciones
mediáticas, el gobernador Duarte ha señalado a Chavira Rodríguez como responsable
de un fraude en la contratación de
Maná, sólo que existe un contrato firmado por Ocesa y dirigentes de la
Asociación de Maquiladoras. La inexistencia de una demanda legal en proceso ha
llevado a Duarte a mediatizar la
responsabilidad de Chavira, quien no
aparece firmando en ningún documento. Pero Duarte acusa a Chavira
mediáticamente sólo para complicar
su registro como candidato a la presidencia de Coparmex.
3.- Sin embargo, las acusaciones sí
dañan el prestigio de Ocesa porque
el contrato fue por 26 millones de pesos y Duarte dice que el grupo Maná sólo cobró 5 millones. Por tanto,
Duarte deja entrever que el presunto fraude
pudo haber sido cometido por Ocesa. El empresario Chavira Rodríguez ya acudió a
la procuraduría estatal y le informaron que no existe denuncia alguna; por tanto, el juego sucio de Duarte sólo quiere desprestigiar la precandidatura del
empresario juarense.
El asunto de Maná sería local de no ser por implicaciones nacionales: la
alianza PAN-PRI para mantener el control
de la Coparmex a través de un nuevo presidente funcional a los intereses del
PRI, quitarle la combatividad que
tiempo atrás tuvo ese organismo contra los estilos de dominación priísta,
fortalecer la precandidatura de
Gutiérrez Candiani al gobierno de Oaxaca en el 2016 con la alianza PAN-PRI y regresar
a los tiempos en los que el PRI y el gobierno ponían liderazgos empresariales funcionalmente corporativos al
partido del Estado.
Y de paso, la jugada
Duarte-Carrasco Altamirano busca colocar
en la presidencia de la Coparmex a un dirigente funcional a Gutiérrez Candiani
--sería el sinaloense Castañón-- para tapar
irregularidades en el funcionamiento interno, porque el ex dirigente Gutiérrez
Candiani cometió peculado por casi 4
millones de pesos que fueron recursos del fondo Pyme que no se entregaron a la empresa
y fueron usados para actividades de
la presidencia del organismo.
De ahí que la futura dirigencia de
la Coparmex está en manos del
gobernador priísta Duarte y del ex priísta, panista y futuro priísta Carrasco
Altamirano y no de los empresarios.
(Por vacaciones de verano Indicador
Político toma una semana de descanso. Nos leeremos aquí a partir del lunes 3 de
septiembre.)
@carlosramirezh
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