INDICADOR POLITICO
+ Consulta Edomex: ganó el PAN
+ PRD: inclinado hacia derecha
Carlos Ramírez
La consulta en el Estado de México para saber si los mexiquenses aceptaban o rechazaban una alianza electoral PAN-PRD fue un fracaso. Así de simple. Las justificaciones van a ser muchas pero los datos revelan que el abstencionismo deslegitimó la alianza.
--La cifra de asistentes parece hechiza: 225 mil votos en 800 casillas, da aproximadamente 281 votantes por casilla. Y los vieron sólo los organizadores.
--El voto por el sí fue de 170 mil personas, el 0.16% del total del padrón, casi el 9% de los dos millones de votos sumados por el PRD y el PAN en las elecciones del 2009.
--Por tanto, el PAN y el PRD acreditan el éxito de la consulta a la votación de una minoría. Aunque acostumbrados a los giros dialectos, a lo mejor la consulta fue una victoria porque los que no votaron fueron avales pasivos y no votaron por el no explícito. Y lo que no se rechaza…, pues se acepta.
El PAN y el PRD necesitaban un resultado contundente, no tanto para apuntalar la votación de julio sino para enviarle un mensaje político al PRI y sobre todo para convencer a los presuntos aspirantes. Con la escasa presencia en urnas, varios de los aspirantes van a pensar dos veces si aceptan el desafío de una alianza que arrancó con todo en contra, sin candidato y con un PRI cohesionado.
Las consultas han sido coartadas con justificaciones en cada caso. Como organizador de la encuesta del domingo, el presidente de Alianza Cívica, Rogelio Gómez Hermosillo, hizo ayer por la mañana su tour mediático para cantar el éxito de la consulta en base a las cifras contabilizadas. Sin embargo, la semana pasada difundió en el sitio Animal Político un artículo con el recuento de otras consultas y la comparación con la de ayer resulta frustrante:
--El 21 de marzo de 1993, los entonces asambleístas Demetrio Sodi (PRI), Alejandro Rojas (PRI), Amalia García (PRD), Pablo Gómez (PRD), Pablo Jaime Jiménez Barranco (PAN) y Patricia Garduño (PAN) realizaron una consulta para preguntar si los capitalinos querían democracia: asistieron 320 mil ciudadanos, a pesar de que entonces los salinistas Manuel Camacho y Marcelo Ebrard boicotearon la consulta.
--En febrero de 1995, en plena crisis por el alzamiento zapatista en Chiapas, se hizo un plebiscito nacional para frenar la ofensiva gubernamental de Carlos Salinas. Participaron 600 mil personas para apoyar las negociaciones de paz y condenar a Salinas.
--En agosto de 1995, el EZLN hizo su propia consulta para preguntarle a la sociedad si quería que abandonara las armas y votaron más de un millón de personas.
En este contexto, la consulta PAN-PRD en el Estado de México fracasó no sólo por el saldo numérico sino porque realmente no se obtuvo un verdadero beneplácito para la alianza electoral, aunque de todas maneras la alianza ya estaba decidida por los partidos promotores.
En el juego de poder, el PAN es el que más necesita una victoria electoral en el Estado de México, toda vez que el gobernador mexiquense Enrique Peña Nieto es el precandidato mejor posicionado hasta ahora --aunque más en conocimiento y simpatía que en garantía de voto por el PRI-- y el destino final del 2012 depende justamente de frenar al PRI.
El PRD también tiene sus necesidades, entre ellas la consolidación de una victoria para seguir creando la zona de exclusión lopezobradorista y para consolidar al partido como el proyecto de izquierda neoliberal de Marcelo Ebrard. Sin tener motivos sólidos para embarcarse en la aventura mexiquense y arrastrados por Ebrard para pactar con el PAN en el Estado de México a cambio de alianza con el PAN en el DF para el 2012, el PRD de Los Chuchos quedó atrapado en los juegos de poder de Camacho y Ebrard para aliarse con el PAN.
Lo malo para el PAN y el PRD fue que dejaron malas señales sobre sus posibilidades en el Estado de México. Un verdadero éxito mediático con la consulta hubiera podido abrir espacios con un candidato fuerte, pero la lluvia, el destape del priísta Eruviel Avila como aspirante sin competidores y la pésima organización de la consulta llevaron a la situación de que el saldo de la consulta no será factor suficiente para presentar buenas expectativas.
El PAN ganó porque ya jaló al PRD hacia el centro-derecha y alejó a Los Chuchos de cualquier entendimiento con el PRI y con López Obrador. El PRD perdió porque esperaba que el supuesto éxito de la consulta pudiera convencer a Alejandro Encinas a aceptar la candidatura bipartidista y con ello alejarlo de López Obrador. El tabasqueño salió ganando porque exhibió las limitaciones de la alianza y con ello tiene argumentos para reventar la alianza a través de su operadora Dolores Padierna. Y perdió Ebrard porque se distanció de López Obrador y ahora quiere sumarse a la cola de la candidatura de Encinas.
El error de cálculo del PAN y el PRD en el Estado de México fue haber supuesto un escenario similar a Oaxaca, Puebla, Sinaloa y Guerrero: gobernadores cuestionados, PRI dividido y candidatos de ruptura. Pero en Edomex chamaquearon al PAN y al PRD. Peña Nieto dejó entrever la imposición de Alfredo del Mazo, permitió que Eruviel Avila coqueteara con la oposición, aguantó el destape hasta el final y dejó al PAN-PRD sin candidato priísta.
El PAN calderonista, en el escenario del 2012, fue empujado a replantear su estrategia mexiquense. En PRI no es invencible. Pero el PAN necesita un candidato de sorpresa y una campaña agresiva. El PRI está esperanzado en mantener sus casi 2 millones de votos, pero el PAN puede ganar los nuevos votantes y los indecisos. Y sobre todo, necesita desdramatizar la elección mexiquense y separarla del 2012.
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