INDICADOR POLITICO
+ La batalla pírrica de Ebrard
+ ¿Estado laico o democrático?
Carlos Ramírez
Hace 20 años nació Indicador Político
aquí en El Financiero… y sigue tan campante
1.- Si el Estado laico mexicano necesita que Marcelo Ebrard sea su Quijote que batalle contra los molinos de viento de la iglesia, entonces tenemos un Estado laico de caricatura.
Si el Estado laico mexicano es usado por Marcelo Ebrard para defender su moral y la cuantifica en el pago de una indemnización en dinero, entonces tenemos un Estado laico de caricatura.
Si el Estado laico mexicano se cimbró con una declaración del cardenal Juan Sandoval Iñiguez contra Marcelo Ebrard, entonces tenemos un Estado laico de caricatura.
Si el Estado laico mexicano entró en la posibilidad de una guerra cristera por las declaraciones del cardenal Juan Sandoval Iñiguez, entonces tenemos un Estado laico de caricatura.
Si el Estado laico mexicano es usado por Marcelo Ebrard para reposicionar su menguada precandidatura presidencial ante López Obrador, entonces tenemos un Estado laico de caricatura.
2.- ¿Deveras es Marcelo Ebrard el defensor del Estado laico? La verdadera amenaza contra el Estado laico ocurrió en 1992 cuando el presidente Carlos Salinas reformó el 130 Constitucional para reconocer los derechos de la iglesia. Ningún funcionario del gobierno de Salinas se opuso a ese atentado contra el Estado laico. Y en ese año, Marcelo Ebrard era asesor político de Carlos Salinas y secretario de gobierno salinista del DDF, además del líder salinista del PRI en el DF.
La reforma de Salinas al 130 fue iniciada por el PRI y todos los priístas. En 1991, cuando la reforma se diseñó por priístas en las oficinas de Joseph-Marie Córdoba Montoya, Ebrard era secretario general del PRI en el DF y como priísta no tuvo ninguna objeción al reconocimiento de la iglesia que había combatido al Estado en el siglo XIX y que se había negado a reconocer la Constitución. Por tanto, Ebrard fue cómplice salinista del atentado contra el Estado laico que realizó Salinas, con la aprobación de la jerarquía católica, en la reforma constitucional.
3.- ¿No fue una violación al Estado laico que Manuel Camacho y Marcelo Ebrard, como operadores de la comisión de paz en Chiapas en el primer trimestre de 1994, hubieran solicitado la ayuda de la iglesia católica chiapaneca para sentar a los zapatistas a una negociación política? Sólo por la intermediación de la iglesia católica en labores políticas y terrenales pudieron Camacho y Ebrard negociar con el EZLN.
4.- ¿Hubo algún pronunciamiento de Ebrard en defensa del Estado laico en 1986 cuando la iglesia católica se salió del espacio legal e institucional y promovió el voto contra el PRI en las elecciones a gobernador de Chihuahua? No, ni una vez Ebrard --como operador político de Camacho y por tanto de Carlos Salinas en campaña por la candidatura presidencial-- alzó su voz para condenar la violación al Estado laico. Peor aún, en aquel entonces Camacho aprovechó sus relaciones familiares con la alta jerarquía católica para mediar con la iglesia.
En aquel entonces la iglesia católica había protestado por el fraude electoral del PRI, operado en Chihuahua por la cacique sindical magisterial Elba Esther Gordillo y los maestros como apóstoles… del robo de votos. El secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett, justificó el fraude con el argumento de que la derecha no iba a gobernar una entidad con significado histórico para el PRI. De esa frase surgió el concepto de “fraude patriótico”. Por cierto, intelectuales de todas las corrientes --inclusive algunos de ellos enfrentados con otros-- firmaron la petición de anulación de elecciones. Ebrard pertenecía ya al staff político de Carlos Salinas, secretario de Programación y principal precandidato presidencial.
5.- ¿Hubo alguna protesta de Ebrard cuando la jerarquía católica ingresó con ropas religiosas al republicano y laico Congreso el día de la toma de posesión de Salinas y con ello bendiciendo el fraude electoral del julio de 1988 que sentó a Salinas en la presidencia? Nada, Ebrard guardó silencio cómplice a esa violación del Estado laico mexicano. Salinas, con el apoyo de la estrategia política de Camacho --y Ebrard como el principal operador de Salinas a través de Camacho-- también fue cómplice del acuerdo secreto de Salinas con la jerarquía: el apoyo a la toma de posesión pero a cambio de la reforma constitucional al 130.
6.- Un grupo de priístas decimonónicos ha utilizado la defensa del Estado laico como una forma de reconstruir el viejo consenso priísta. Al invocar el Estado laico y autodenominarse como su defensor no ante una declaración de guerra de la iglesia sino las declaraciones de un cardenal, Ebrard no hace sino exhibir su formación política priísta.
7.- El Estado laico es parte del Estado democrático. La democracia se pone a prueba con el debate y la discusión, no con el intento legal de callar al adversario con una demanda que busca tan sólo cobrar una indemnización.
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