INDICADOR POLITICO
+ UNAM, ¿ejemplo de seguridad?
+ Narro y la cola priísta-salinista
Carlos Ramírez
La verdad es que ahora sí el presidente Felipe Calderón se vio bastante mal con los expertos de la UNAM que le fueron a proponer “la” solución al problema de la inseguridad. De hecho, perdió una extraordinaria oportunidad para aprovechar el contenido de un documento tan exhaustivo.
En lugar de pedirle “carnita” a la propuesta, el presidente de la república debió de haber aprovechado el momento para que el ex procurador priísta Sergio García Ramírez le platicará cómo le hizo para dejar que el narco se apoderara de la institución y penetrara a la policía judicial federal y que le contara sus experiencias cuando el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena --que trabajaba sin restricciones en México-- reveló que las policías estaban al servicio de los narcos.
Y Jorge Carpizo Mac Gregor --muy a su estilo de las intrigas palaciegas-- redactó el documento de propuestas de la UNAM pero se vio astuto al no estar presenta en la mesa del lunes, no fuera que el presidente Calderón le hubiera preguntado sus experiencias al contratar al comandante Adrián Carrera como jefe de la judicial federal que luego se puso al servicio del narco o cómo le hizo Carpizo para colocar a Mario Ruiz Massieu como el segundo mando en la PGR con el cargo inventado de “subprocurador general” y que luego Ruiz Massieu se aliara con los narcos. Y cómo en diciembre de 1993 dejó escapare a los hermanos Arellano Félix porque, dijo en su momento Carpizo, la judicial estaba penetrada por el narco.
También el presidente Calderón se vio bastante mal cuando no aprovechó la experiencia de todos los priístas que se han refugiado en la UNAM --incluyendo, obvio, al propio rector José Narro, quien siempre subrayó en su currículum oficial su militancia en el tricolor-- y que desde ahí quieren gobernar la república que el voto ciudadano le dio al PAN: la UNAM ha propuesto reforma del Estado, una reforma económica para refundar el Estado priísta y ahora una reforma de seguridad. El salinista Carpizo Mac Gregor fue responsable de la del Estado y la de seguridad y el salinista Rolando Cordera Campos tuvo a su cargo la económica. Por tanto, la cola de Salinas, el salinismo y el priísmo 2012 juega al gato y al ratón en la UNAM.
Lo de menos es que el rector Narro desconozca la teoría política que tiene que ver con las formas de gobierno, la división de poderes, el derecho constitucional y la conformación del Estado. Lo importante es que el rector Narro y sus asesores del refugio priísta que es el Instituto de Investigaciones Jurídicas no sepan distinguir entre las funciones constitucionales y las posibilidades del consenso. Un pacto entre todas las fuerzas políticas no puede ser una política de Estado.
De la chistera de Carpizo Mac Gregor sacó el rector Narro el conejo del pacto como solución mágica, aunque impuesta desde el enfoque autoritario de que el pacto o nada. El presidente Calderón también se vio mal ahí al desdeñar por etéreo la exigencia universitaria del pacto en menos de treinta días; en realidad, el presidente de la república le debió haber cedido al rector la facultad de hacer coincidir en un pacto a las fuerzas políticas y sociales que han construido una sociedad civil sobre las estructuras de una Torre de Babel. En realidad, el rector Narro supone que la sociedad mexicana se controla como Carpizo Mac Gregor domina a los expertos del derecho comparado del IIJ de la UNAM.
La frase presidencial sobre la carnita que no llevaba la propuesta de la UNAM sobre seguridad tenía un retrueque adicional: los unamitas se quedaron en el hueso, pero no en el tejido óseo al que cubre justamente la carne, sino al hueso en el lenguaje burocrático de los priístas refugiados en Jurídicas: el cargo público. El mensaje subliminal del rector Narro iba por ahí: ¿quién mejor para poner en práctica la solución mágica de la inseguridad que los carpizos deseosos de poder? ¿Carpizo Mac Gregor de nuevo a Gobernación o a la PGR, García Ramírez otra vez a la PGR?
El presidente Calderón, pues, se vio bastante mal. Debió de haberle solicitado al rector Narro que le compartiera sus experiencias en el control de la inseguridad en Ciudad Universitaria y en los locales unamitas, cómo le ha hecho con los porros que siguen controlado el poder y el tráfico de drogas, cómo funcionan las islas de CU para la venta y consumo de drogas, cómo los porros deciden quién puede ir al territorio universitario y quiénes no, cómo resolvió Narro el problema de la inseguridad concesionándole la seguridad al sindicato y con ello privatizando el servicio.
Y cómo Narro, en un ejercicio de autoridad como el que exige al gobierno con su propuesta, ha pactado la impunidad del grupo radical que se ha apropiado del territorio universitario del auditorio Che Guevara, antes Justo Sierra, y lo ha convertido en un espacio inexpugnable. En fin, Calderón perdió la oportunidad de aprender de la eficacia del rector para pactar con la comunidad universitaria un programa que ha convertido a CU en un territorio… inseguro.
Por eso tienen razón los que critican al presidente Calderón de haber recibido con “fría formalidad” al rector de la UNAM y a los ex funcionarios priístas del área de seguridad del pasado no tan remoto. Y más por la lección de teoría del Estado que dio Calderón a los juristas del derecho comparado de la UNAM al aclararles que el Estado es en sí mismo un pacto social constitucional. El rector aspiraba, según se pudo colegir de su propuesta y sus exigencias perentorias, a asumir una posición de gobierno paralelo por encima de la autoridad del presidente de la república.
En todo caso, el rector Narro ya tendrá su oportunidad para llevar pronto a la práctica sus propuestas unamitas por su compromiso de ser secretario de Educación Pública del gabinete del priísta Enrique Peña Nieto, aunque fue subsecretario de Gobernación y de Salud en los gobiernos priístas de Salinas y Zedillo. Por lo pronto, Narro anda siendo promovido por Carpizo Mac Gregor para lograr su reelección en la rectoría, el primero como gran cacique universitario y el segundo como encargado formal de los asuntos de Carpizo en la rectoría.
- - 0 - -
Je je, el primer párrafo me movió un poco el piso hasta que fuí dándome cuenta de la ironía en el artículo. Divertido e ilustrativo ¿No habrá jóvenes en este tipo de propuestas? Todos los involucrados parecen venidos de ultratumba.
ResponderEliminar