+ Obama estaba en la narcoluna
+ Juárez: disputa de sur de EU
Carlos Ramírez
AUSTIN, Texas.- En las temporadas de este año, cuando menos dos series de televisión estadunidense han reflejado ya la presencia de Los Zetas en el ambiente criminal local. Sin embargo, la Casa Blanca y su Oficina Nacional de Políticas de Control de drogas parecieron estar en la luna.
Los asesinatos de funcionarios menores del consulado de los EU en Ciudad Juárez tomaron por sorpresa a los estrategas de inteligencia y seguridad nacional del gobierno estadunidense. Pero el problema de fondo no radica en saber qué pistoleros fueron los que jalaron el gatillo, sino tratar de desentrañar los motivos de fondo de los jefes de qué mafias decidieron lanzarle una provocación al gobierno de Barack Obama.
Más que el FBI, las indagatorias en Ciudad Juárez debieran estar al mando de la DEA, la policía antinarcóticos de los EU. En la DEA se ha procesado la información estratégica sobre el conflicto de seguridad nacional que representa para los EU el tema de las mafias del narco. Y para la DEA no es un secreto que en Ciudad Juárez se disputa el liderazgo del narco entre Joaquín El Chapo Guzmán y Vicente Carrillo. Y junto a ello, quién de los dos va a controlar el tráfico de drogas que cruza por el sur de Texas y el dominio de las carreteras para distribuir los estupefacientes.
El asesinato de funcionarios menores del consulado va a obligar a los EU a atender ahora sí prioritariamente el tema de la droga en México y la hegemonía de las mafias en las principales ciudades que hacen frontera con el Sur de Texas hacia el suroeste, de Ciudad Juárez hasta Brownsville. Ahí se localiza la parte fundamental del territorio de dominio del narco. Hasta ahora, las oficinas vinculadas al tema de las drogas en los EU se habían desentendido del problema y la propia Casa Blanca se había conformado con partidas especiales definidas en el Plan Mérida del presidente Bush. En materia de estrategia militar y de seguridad nacional, Obama se ha visto agobiado en los expedientes de Irak y Afganistán, la política nuclear ofensiva de Irán, el avance de Israel en territorios palestino, el fortalecimiento militar de Rusia en una nueva fase de la guerra fría y el activismo de China.
El descuido del gobierno de Obama ha comenzado a generar conflictos. Pero los avisos ya estaban a la orden del día. Episodios de la serie La ley el orden: Unidad de Víctimas Especiales y CSI Miami tuvieron en su temporada 2010 referencias centrales a la presencia de Los Zetas en los Estados Unidos. La referencia no ha sido anecdótica sino que esos capítulos refieren datos de la articulación de Los Zetas con bandas criminales estadunidenses.
La penetración del narco en los EU ha ido más allá del arribo de cargamentos para distribuir en zonas de consumo. De hecho, la astucia y habilidad de las bandas de narcos ha logrado quitarles el control del territorio fronterizo a los gobiernos de México y los EU. Ahí se localiza el principal problema porque incluye la corrupción de la policía fronteriza estadunidense y porque explicaría el por qué las bandas de narcos se quieren asentar en ciudades fronterizas.
En la evaluación 2009 del National Drug Intelligence Center del Departamento de Justicia de los EU existen avisos del crecimiento del poder de las mafias en México. Por ejemplo, un mapa revela que las bandas mexicanas de tráfico de drogas son las que tienen más presencia en los EU que cualquier otra: más de 250 ciudades en todo el territorio estadunidense y siguen en aumento. El reporte reconoce que las grandes mafias mexicanas mantienen relación con cuando menos veinte gangs o pandillas en los EU. Asimismo, reconoce la presencia de los cárteles de Sinaloa, el Golfo, Juárez y Tijuana.
Además, que los cárteles mexicanos han fortalecido su presencia en la frontera México-EU y que han integrado el contrabando de droga, el tráfico de armas y el manejo de indocumentados ilegales. El reporte identifica a la mafia Mexikanemi (Texas Mexican Mafia, vinculada a los capos Jaime Herrera, Osiel Cárdenas y Vicente Carrillo), Tri-City Bombers, Hermanos de Pistoleros Latinos y Texas Syndicate que controlan el Sur de Texas. El mapa del National Drug Intelligence Center muestra todas las ciudades en prácticamente todo el territorio de los EU en las que participan las bandas criminales de narcos mexicanos en el 2009, pero la Casa Blanca ignoró esa amenaza. Y hoy se dice sorprendida.
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